Cuando los libros tienen vida
La Fundaci¨®n L¨¢zaro Galdiano prorroga hasta el lunes una muestra dedicada a ejemplares de su biblioteca que han tenido una historia peculiar
Dentro del importante legado que Jos¨¦ L¨¢zaro Galdiano dej¨® al Estado tras su muerte en 1947 se encontraba una de las bibliotecas m¨¢s notables de su ¨¦poca. ¡°L¨¢zaro era el bibli¨®filo con m¨¢s medios econ¨®micos que hab¨ªa en las primeras d¨¦cadas del siglo XX¡±, comenta Juan Antonio Yebes, el director de la biblioteca de la Fundaci¨®n L¨¢zaro Galdiano y comisario de la muestra La fortuna de los libros, que ha sido prorrogada hasta el lunes.
La fortuna de los libros est¨¢ dedicada a la suerte que han corrido impresos, manuscritos, incunables y encuadernaciones a lo largo de estos ¨²ltimos 10 siglos. La selecci¨®n, dividida en dos partes, acoge en primer lugar ejemplares que destacan por haber tenido un proceso de creaci¨®n singular. Por ejemplo, vol¨²menes de cuya realizaci¨®n se encargaron sus propios autores, como el Libro de retratos de Francisco Pacheco. O los que por el contrario confiaron su fabricaci¨®n a un importante encuadernador, como es el caso de Trompetas y c¨ªtaras en los c¨®dices de Beato de Li¨¦bana, de Carlos Romero de Lecea.
Tambi¨¦n son notorios aquellos donde el tip¨®grafo se luci¨® especialmente: El caso de la Epithalamia de Bodoni y el Salustio de Ibarra.
La segunda mitad de la muestra se ocupa de libros en los que lo importante es su andadura tras ser realizados, una vez que estaban en manos de lectores y bibli¨®filos. No solo se habla de su recepci¨®n, sino tambi¨¦n de las intervenciones que se han llevado a cabo posteriormente, como accidentes, negligencias o censuras. Algunos pertenecieron a personajes ilustres (Libro de horas de William Hastings, noble ingl¨¦s, Gran Chambel¨¢n de Eduardo IV, ejecutado en 1483); que tuvieron mala suerte (Biblia pol¨ªglota complutense) , o que debido a su car¨¢cter ¨²nico han despertado verdadera pasi¨®n su interpretaci¨®n y conocimiento, como El sue?o de Pol¨ªfilo, uno de los libros m¨¢s enigm¨¢ticos salidos de una prensa.
¡°Lo que se pretende con esta divisi¨®n es hacer ver que todos los libros tienen una historia previa y una vida posterior. Desde aqu¨ª lo que hemos hecho ha sido seleccionar aquellas obras que m¨¢s sobresalieran en algunos de estos aspectos¡±, destaca Yebes.
Aparte de este valioso trabajo de difusi¨®n, la fundaci¨®n tambi¨¦n realiza una importante labor de conservaci¨®n y digitalizaci¨®n de sus fondos. ¡°Los manuscritos medievales se pueden ver ¨ªntegros en Internet. De esta manera facilitamos el trabajo de los interesados y protegemos la obra¡±, apunta Yebes. ¡°Ahora mismo hay unas 120.000 p¨¢ginas de nuestros manuscritos que se pueden ver online. Empezamos por lo m¨¢s delicado, y ya solo nos queda una parte de los siglos XVI y XIX¡±.
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