La rep¨²blica independiente de Las Torres de Villaverde
En el barrio del Isma hay algo m¨¢s que aluniceros. Los vecinos se quejan de la suciedad y el abandono por parte de la Administraci¨®n
Hubo un tiempo en la zona de Las Torres, en el distrito de Villaverde, en el que los cr¨ªos so?aban con parecerse al Isma: ropa de marca. Reservados. Coches de alta gama. Ser un kie. Un capo. Pero esa vida que ve¨ªan perderse a la carrera implicaba dos cosas: empotrar un coche contra un escaparate y que la polic¨ªa tarde o temprano te echara el guante. Ahora, en la cuna de los aluniceros m¨¢s famosos de Madrid, los chavales prefieren hacerse un nombre en la m¨²sica. Aspiran a esa vida de lujo, pero con una gorra hacia atr¨¢s, ropa ancha y collares en lugar de grilletes. Los New Nassa, la banda que opera aqu¨ª, quieren que se conozca a esos bloques de realojo, situados al sur de la regi¨®n, como la cuna del reggaeton. No lo tienen nada f¨¢cil.
Sobre todo porque este enclave, ubicado entre las calles de Potes y Puebla de Sanabria, arrastra desde hace d¨¦cadas el calificativo de territorio comanche. Una fama que si bien est¨¢ justificada por sus antecedentes, resulta injusta para el resto de los vecinos. La mayor¨ªa de ellos trabajadores que se vieron empotrados en la crisis. Y que sufren de rebote las consecuencias de vivir en un barrio se?alado. Porque en Las Torres, adem¨¢s de la ley del silencio, impera la del olvido. Aqu¨ª la suciedad campa a sus anchas. Los ni?os juegan en un parque que es una trampa. Y por la noche hay que tener cuidado: muchas baldosas bailan al son de los desperfectos. Crecer en esta zona implica tambi¨¦n estar abandonado y convivir con ratas. A pesar de que muchos de estos residentes pagan todos los impuestos pertinentes como el de bienes inmuebles (IBI) o la tasa de basura. La lucha de los primos Josu¨¦ y Jos¨¦ Gonz¨¢lez, dos de los cuatro cantantes de New Nassa, de 21 a?os, es la misma de todos: recibir la atenci¨®n que merecen.
Radiograf¨ªa de la miseria
La mayor¨ªa de los inquilinos de Las Torres provienen de lo que hoy es el barrio de San Andr¨¦s. En los ochenta sus residentes fueron realojados en estas viviendas p¨²blicas. Los alquileres oscilan entre los 150 y los 600 euros. Tienen una media de 100 metros cuadrados.
De los 13.578 vecinos de Villaverde sin empleo en septiembre, 4.538 eran de San Andr¨¦s. El barrio m¨¢s castigado en n¨²meros absolutos. 9.854 residentes tienen la EGB o la ESO, la titulaci¨®n mayoritaria. 231 est¨¢n inmersos en un doctorado. Sin estudios, 3.917.
En Villaverde, la Polic¨ªa Municipal realiz¨® en 2014 608 intervenciones con detenidos e imputados. Lo ¨²ltimo que se sabe de Ismael Arriero, El Isma, de 32 a?os, es que fue detenido en febrero por blanqueo. Es el alunicero m¨¢s famoso de Las Torres.
En la calle de Potes hay poco que hacer un mi¨¦rcoles por la tarde. La mayor¨ªa de los locales que se ven est¨¢n cerrados u okupados. Salvo una peluquer¨ªa donde cortan el pelo por 6,30 euros. Una cervecer¨ªa sin clientes situada a escasos metros de la Asociaci¨®n de Alcoh¨®licos Rehabilitados de Villaverde (Arvil). Una farmacia que se comenta que ha sufrido alg¨²n butr¨®n. Un centro de salud que ha conocido ¨¦pocas peores. O la tienda de Lin. De todas las opciones, su establecimiento es el m¨¢s goloso. Funciona como un autoservicio en el sentido estricto: los hay que llegan, se sirven y se marchan. ¡°A veces vienen despu¨¦s y lo pagan. A veces, no¡±, asume este dependiente chino de 37 a?os. Lleg¨® hace dos a?os al barrio de San Andr¨¦s, donde est¨¢ esta calle, y dice que nada le sorprende. Dos cr¨ªos se guantean delante de ¨¦l con sendas bolsas de Doritos. La cosa est¨¢ a punto de pasar a mayores cuando el m¨¢s grande alcanza una bebida energ¨¦tica con forma de misil. Pero al verlo su madre les pega tal grito que todo el mundo, hasta el bueno de Lin, se pone firme. ¡°Lo que te dec¨ªa¡±, retoma con su amiga, ¡°si te enteras de algo. Cuidar ni?os, limpiar, lo que sea¡±.
Los vecinos de Las Torres est¨¢n se?alados por el paro. De los 13.578 residentes de Villaverde que hab¨ªa apuntados en septiembre en las oficinas de empleo, 4.538 eran de San Andr¨¦s (42.838 habitantes; 140.599 en total). El barrio m¨¢s castigado de ese distrito en n¨²meros absolutos. 9.854 vecinos ten¨ªan la EGB o la ESO a comienzos de a?o; la titulaci¨®n mayoritaria. Aunque hab¨ªa tambi¨¦n 231 inmersos en un doctorado. Sin estudios constaban 3.917, seg¨²n la estad¨ªstica del padr¨®n municipal. Aqu¨ª la tarde pasa lenta. Pero la vida r¨¢pido. Y hay quien se la busca como puede. A veces traspasando la legalidad. Un polic¨ªa veterano lo explica as¨ª: ¡°A Las Torres las llamamos El Corte Ingl¨¦s; ah¨ª se venden infinidad de art¨ªculos robados. ?Qui¨¦n dice que ah¨ª no entramos? Eso es mentira. La Polic¨ªa Nacional entra en todos lados¡±. En Villaverde, la Polic¨ªa Municipal realiz¨® el a?o pasado 608 intervenciones con detenidos e imputados. La cifra m¨¢s alta tuvo lugar en el distrito de Centro (3.047). En la calle de Potes no reniegan de esa fama, pero matizan: ¡°Hace a?os era un descontrol. Ibas, te ense?aban lo que ten¨ªan con fotograf¨ªas hechas con el m¨®vil, lo encargabas y te lo tra¨ªan. Pero ahora no se ve tanto¡±. Ahora hay quien vende zapatillas Adidas por 20 euros o pel¨ªculas y discos piratas a cinco euros el pack de tres. Con posibilidad de devoluci¨®n. Un vecino se baja del coche y reclama: ¡°Oye, t¨², c¨¢mbiame el disco. Te ped¨ª uno de flamenco para los ni?os y me diste uno de bakalao. Chunda-chunda. ?No lo entiendes?¡±. El vendedor abre una bolsa y ¨¦l escoge uno de El Barrio. Aunque aqu¨ª lo que se estila es el reggaeton. ¡°Es que el flamenco lo llevo escuchando toda la vida en mi casa. Y lo canto con mi familia. Pero a nosotros lo que nos gusta es rapear. Hacemos reggaeton gitano, como lo oyes. Y aqu¨ª hay unos artistas que no veas. ?Que tenemos mala fama? Eso es que nos tienen envidia. Aqu¨ª est¨¢n los mejores coches de Madrid. Pero vamos que a nosotros nos gusta m¨¢s componer¡±. Josu¨¦, uno de los chavales que viven en Las Torres, zanja as¨ª la cuesti¨®n del Isma. ¡°Mira, escucha. Jos¨¦, ?cu¨¢l cantamos?¡±. Su primo no se lo piensa y se arranca con una voz que, en efecto, mezcla lo latino y lo flamenco: ¡°Cada vez que te veo con ¨¦l, se me eriza toda la piel¡±. Chicos duros cantando letras melosas. Las Torres tienen su parte vulnerable. Sobre todo de puertas para dentro. Josu¨¦ vive con ocho personas en un piso de tres habitaciones: ¡°El ascensor no funciona y las ca?er¨ªas est¨¢n rotas. Y nadie viene a arreglarlo¡±.
La cuna de los aluniceros m¨¢s famosos es tambi¨¦n la cuna de las goteras, las baldosas levantadas o las bombillas fundidas. Una fama que soporta Carmen Montes, vecina de 60 a?os de esos bloques: ¡°Tengo una gotera en el techo y as¨ª llevo un mes. Mi seguro no puede hacer nada porque el problema viene de arriba y mientras no me autoricen a picar pues sigo igual. El Ivima tiene que llamar la atenci¨®n a su inquilino, pero no lo hace. Y tampoco me coge el tel¨¦fono en horas de trabajo¡±. El casero de muchos de estos vecinos es la Agencia de Vivienda Social ¨Cla fusi¨®n del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) con el Instituto de Realojamiento e Integraci¨®n Social (Iris)-; es decir, la Comunidad de Madrid. Estas viviendas de realojo conocidas como Las Torres ¨Cuna de 12 alturas; otra de ocho- cobijan a 240 familias, en la primera, y a 384 en la segunda. La mayor¨ªa de los inquilinos provienen de la antigua Unidad Vecinal de Absorci¨®n (UVA) de Villaverde Alto; un conjunto de casas bajas, conocida como la Colonia de los Toreros, que estaban situadas en este mismo enclave. Hasta que en la d¨¦cada de los ochenta sus residentes fueron realojados en esas viviendas p¨²blicas a instancias del Iris. Los alquileres de estos pisos oscilan entre los 150 y los 600 euros. Tienen una media de 100 metros cuadrados; de dos, tres o cuatro habitaciones. Y hay quien vendi¨® su casa por 60.000 euros. La Comunidad conserva 25 pisos alquilados en la torre m¨¢s alta y una vivienda aparte que est¨¢ libre. Mientras que en la otra torre m¨¢s baja posee 93 pisos arrendados, otro libre y 11 m¨¢s que est¨¢n ocupados ilegalmente. ¡°Por lo que la reparaci¨®n de esos desperfectos corresponder¨ªa a los propietarios al ser mayoritarios en esos bloques¡±, explican. Su casero solo asume los costes de las viviendas okupadas, alquiladas o libres. La Comunidad conserva tambi¨¦n 11 de esos 35 locales fantasmas de la calle de Potes: cuatro est¨¢n libres y se van a incluir en el Plan de Emprendedores; cinco est¨¢n alquilados como el local de la asociaci¨®n Arvil ¨C¡°hay mucha gente no sabe que es alcoh¨®lica¡±-; y dos est¨¢n okupados.
En uno de ellos vive desde hace cuatro a?os Alfredo Jim¨¦nez. ¡°Pero tampoco te creas que esto es una maravilla. Hay ratas que son como gatos¡±, explica este hombre de 24 a?os. ¡°?Sabes qui¨¦n vive bien? Esa¡±. Esa o mejor dicho ese es Dar¨ªo. Una gallina con nombre de macho que se pavonea, eso s¨ª, algo coja. Su due?a, la otra ocupante de ese lote de locales, cuenta que los ni?os del barrio ¡°que son muy malos¡± la pegaron: ¡°Ay el d¨ªa que me falte. Le encanta el arroz que guiso¡±. La puerta de su casa es una cortina de ducha. En el suelo, adem¨¢s de baches, hay varios excrementos. ¡°Y eso que hoy est¨¢ m¨¢s limpio¡±, tercia un vecino que est¨¢ ¡°deseandito¡± que se vaya esa familia de etnia gitana: ¡°Por la noche ponen la m¨²sica a todo volumen y diles t¨² algo¡±.
Aqu¨ª el cami¨®n de la basura viene todos los d¨ªas, pero los vecinos de Las Torres se quejan de que la limpieza no es la debida. Hay papeleras antiguas que est¨¢n tupidas. Y el barrendero, dicen, viene tres veces a la semana. ¡°?Pero t¨² sabes por qu¨¦ pasa eso?¡±, interviene Carmen, la vecina de la gotera. ¡°Porque no hay personal. Te lo digo yo que soy barrendera¡±. Y tiene raz¨®n. En los ¨²ltimos dos a?os, Madrid ha pasado de tener 6.315 barrenderos a 4.312, seg¨²n el recuento oficial al que tuvo acceso EL PA?S. Pero a esta cifra hay que restarle otros 408 trabajadores afectados por el expediente de regulaci¨®n temporal de empleo (ERTE) con el que se sald¨® la huelga de limpieza de 2013. En ¨¦l est¨¢n incluidos adem¨¢s 633 jardineros, seg¨²n CC OO. El distrito de Villaverde pertenece al lote 6 -junto con Carabanchel y Usera-; la adjudicataria es FCC. Hace dos a?os ten¨ªa a 772 trabajadores repartidos en ese tri¨¢ngulo; con el ERTE ser¨ªan 454 empleados de limpieza en total. Aunque a mediados de octubre, esta empresa anunci¨® la retirada de ese expediente temporal. Y su voluntad de sacar a 150 barrenderos m¨¢s.
Mientras eso llega, los vecinos de la calle de Potes y Puebla de Sanabria deber¨¢n seguir esquivando cacas de perro, hojas secas o pl¨¢sticos. ¡°Aqu¨ª hay calles que se limpian y otras no. Si tienen que ponerse al d¨ªa primero con las zonas principales de Villaverde¡¡±, suspira Antonio Galiano. ¡°Adem¨¢s que este abandono no es de hace dos a?os para ac¨¢. Este olvido es de d¨¦cadas¡±. Este jardinero de 53 a?os lleva desde los 23 en la calle de Potes y es el presidente de la Asociaci¨®n de Vecinos Los Hogares; el local comparte espacio con un centro de salud que tiene rejas. Pero dentro reconocen que ha habido ¨¦pocas peores. Con agresiones y amenazas constantes. Ahora parece que el d¨ªa a d¨ªa es algo mejor. En ocho horas lo ¨²nico rese?able ha sido un paciente que no quer¨ªa hacer cola por su metadona. Y se ha colado.
¡°Este es un barrio normal con una problem¨¢tica muy concreta. Y es la dejadez pol¨ªtica que sufrimos los vecinos desde hace a?os. Pero no solamente nosotros. Villaverde ha sido un distrito hist¨®ricamente olvidado. Fuimos los ¨²ltimos en tener Metro; hemos estado cuatro a?os sin cabalgata de Reyes. Y ahora nos quieren meter otra incineradora. ?Qu¨¦ pasa que todo lo que no quieren los dem¨¢s nos lo meten a nosotros?¡±. Esa amnesia general se concreta en la calle de Potes en un abandono que a Antonio, como perito en la materia, le supera. ¡°Mira esos ¨¢rboles totalmente atacados. O esas hojas sin recoger, eso no es de hoy, ?eh? O mira el bordillo que ni se ve; eso tienes que coger una pala y echar la tierra para dentro. Pero aqu¨ª no cuidan las zonas verdes. Todo lleno de cacas; eso es multa. Pero t¨² vienes dentro de un mes y lo sigues viendo. O ese parque. Con la arena sin recebar. Y ah¨ª juegan los cr¨ªos¡±. Tania Morales, un ama de casa de 27 a?os, no le quita ojo a sus gemelos: M¨ªa y Meme de dos a?os. Los ni?os de Las Torres juegan en un parque que es una encerrona: el sube y baja est¨¢ torcido; la arena, salpicada de tapones, envases de ibuprofeno o colillas. Y no hay cr¨ªo que no se haya ca¨ªdo o mareado tras subirse a una extra?a estructura que, se supone, es para su divertimento. ¡°El otro d¨ªa se me cayeron del columpio. No est¨¢n adaptados para los ni?os. Pero peor fue lo de la Itziar, la hija de una amiga; se cay¨® de ah¨ª [de esa estructura] y se parti¨® el brazo. ?T¨² dime a m¨ª qu¨¦ clase de juego es ¨¦se?¡±, se pregunta Tania. La calle de Puebla de Sanabria no luce mejor. Los bancos est¨¢n desvencijados. Las baldosas de los soportales, levantadas. Y frente a los dos bloques de viviendas que dan nombre -y fama- a este enclave, se sit¨²a un descampado que es un vertedero encubierto. En especial, un colector de aguas que sirve como basurero improvisado.
¡°El abandono aqu¨ª es completo. No es que los vecinos tiren m¨¢s mierda. Es que la basura genera basura. Y cuando te acostumbras a vivir en un vertedero, al final terminas viviendo en un vertedero¡±, prosigue Antonio, el presidente de estos inquilinos. Guillermo Zapata (Ahora Madrid) es el concejal del distrito: ¡°La cuesti¨®n de la limpieza es un problema estructural; hemos hecho planes concretos, pero requiere m¨¢s tiempo y efectivos. Y ese colector de aguas es algo horrible. Nuestra intenci¨®n es arreglarlo. Y a medio plazo construir en ese descampado huertos urbanos para que haya un espacio que cuidar. Porque en ese descampado se tiran cosas porque hay un descampado. Lo que hace falta es que deje de haberlo¡±. Esa idea de construir huertos urbanos no es nueva. En 2007, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, entonces alcalde de Madrid, quiso convertir esta explanada en un ecobarrio. Pero los vecinos no lo ven claro: ¡°Este descampado es muy grande. Y un huerto se puede hacer, pero no que parezca esto El Ejido para comerte un tomate de vez en cuando. Lo que hace falta son viviendas. Equilibrar el tejido social. Que no est¨¦n viviendo ocho en una casa. Eso genera problemas de comunidad y de otro tipo¡±.
Anochece y todo hace crac. Hay cascotes. Botellas rotas. Restos de una vajilla. Un televisor estallado. Desde lo alto, el paisaje se asemeja a una ciudad bombardeada. Los vecinos interrumpen la marcha. Han visto algo: ¡°?Y esto?¡±. Una caja fuerte abierta de par en par. Antonio la analiza sorprendido; dice que no es algo habitual: ¡°Que haya nacido aqu¨ª El Lute, no significa que todos seamos El Lute. La mayor¨ªa somos trabajadores y pagamos nuestros impuestos. Yo estoy en el ERTE de jardiner¨ªa y tengo cuatro hijos y seis nietos. Y tres est¨¢n en el paro y hay que echar una mano. Cobro 1.200 euros y 300 se me van en impuestos con el derecho a ser atendidos. Basta ya de considerarnos a los vecinos de Las Torres como los mayores delincuentes¡±. Juan de Dios, de 42 a?os, asiente: ¡°Yo estoy en el paro. Pero pago mis 400 euros de IBI m¨¢s la tasa de basura que es como decir: ?para qu¨¦ pago si est¨¢ el barrio lleno de mierda? Mis hijas no pueden jugar en ninguna zona donde no haya o basura o peligro¡±.
Pagan los platos rotos de ese descampado donde el Isma y sus compinches quemaban los coches despu¨¦s de sus golpes. Telepizza y SEUR no vienen hasta aqu¨ª. ¡°Es que nuestros repartidores se volv¨ªan andando¡±, recuerda un pizzero. Desde Telepizza explican que si se observa un incremento de incidencias en una zona determinada se evita el servicio a domicilio. Algo que tambi¨¦n confirman desde SEUR: ¡°Nos coordinamos con la Polic¨ªa para identificar posibles puntos negros. Si no se reparte es por casos extremos¡±. El resto de empresas consultadas s¨ª ven¨ªan y los taxis. Antonio -mechero del Atleti; anillo colchonero- se defiende con un s¨ªmil futbol¨ªstico: ¡°A nadie se le ocurre juzgar a la afici¨®n del Atleti por los que mataron al chaval del D¨¦por. Pues nosotros no somos El Lute. Es que adem¨¢s ese chaval hace a?os que no vive aqu¨ª¡±.
El Lute es Ismael Arriero; el Isma, de 32 a?os. Quiz¨¢s el alunicero m¨¢s famoso que sali¨® de Las Torres. Porque hubo otros. Pero su ¨²ltimo apodo policial, El Cabeza, da cuenta de lo sofisticado de sus golpes. Criado en esos bloques de pisos destartalados, este vecino se hizo un nombre en el barrio empotrando coches robados contra escaparates de lujo. Y como Eleuterio S¨¢nchez, El Lute, protagoniz¨® una impactante huida tras un permiso penitenciario. Lo ¨²ltimo que se sabe es que fue detenido en febrero de este a?o por blanqueo. Aunque a finales de 2013 hab¨ªa sido arrestado como presunto autor del robo de 1.700 relojes de alta gama valorados en 23 millones de euros. En Las Torres nadie habla abiertamente de ¨¦l. Como tampoco dicen qui¨¦n es el autor de esa pintada que se lee en el soportal donde creci¨®: ¡°Si alg¨²n d¨ªa tuviera que elegir entre mi vida y t¨², de verdad, disc¨²lpame mucho porque tendr¨¦ que elegir mi vida porque mi vida eres t¨²¡±. Hay una fama que mantener.
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