El fotolibro tiene due?o

La escuela de fotograf¨ªa Blank Paper cre¨® en 2013 un festival llamado Fiebre Fotolibro. En 2015, van por la tercera edici¨®n, pero recibi¨® un burofax de la empresa Fotoprix prohibiendo el uso de la palabra ¡°fotolibro¡±. Est¨¢ registrada y si la utilizaban les amenazaban con demandarles. Como Blank Paper es una empresa peque?a y fr¨¢gil prefiri¨® no meterse en camisas judiciales de once varas y tiraron de la siempre moderna y eficaz lengua inglesa: Fiebre PhotoBookse celebra del 10 al 13 de diciembre en Casa del Lector, Centro Centro y la propia escuela. Habr¨¢ exposiciones, charlas, talleres, visionados, feria, todo ello relacionado con este g¨¦nero en auge.

Porque ah¨ª est¨¢ el quid de la cuesti¨®n: ?puede registrarse una palabra que define a un g¨¦nero art¨ªstico? Imag¨ªnense que se registrasen las palabras novela o cuadro. Algo as¨ª es el fotolibro, t¨¦rmino que ha sido utilizado, por ejemplo, en varias exposiciones en el Reina Sof¨ªa e infinidad de veces en este mismo diario. Espa?a es saludada en festivales, premios y revistas extranjeras como tierra propicia al fotolibro, con nombres como Ricardo Cases, Cristina de Middel, Daniel Mayrit, Aleix Plademunt, ?scar Monz¨®n, Fosi Vegu¨¦, Juan Valbuena o Juli¨¢n Bar¨®n, entre muchos otros. ¡°Cada vez se han ido generando piezas m¨¢s interesantes. Todo esto ha suscitado mucho inter¨¦s en el mundo de la fotograf¨ªa y muchos lo han visto como un movimiento¡±, explica Olmo Gonz¨¢lez, miembro de BlankPaper y del colectivo MOB, que comisaria el evento.

La palabra tiene matices, seg¨²n se entiende en el mundo art¨ªstico: no es solo un cat¨¢logo o ¨¢lbum de fotos, digamos, puestas una detr¨¢s de otra, sino algo m¨¢s. El fotolibro est¨¢ editado y dise?ado de tal forma que tiene un relato subyacente o un concepto detr¨¢s. As¨ª el formato del libro, el papel, las tintas o el orden de las fotos responden a una est¨¦tica que pide el tema. Algo as¨ª como un libro de artista.

¡°El t¨¦rmino se est¨¢ popularizando, por eso Fotoprix, que tiene registrado el t¨¦rmino desde 2005, cuando era desconocido, inicia acciones legales contra quienes lo utilicen¡±, dice Jordi Solans, abogado de la empresa que, por cierto, no pasa por un buen momento financiero: trata de salir de un concurso de acreedores por una deuda de 12 millones de euros y el a?o pasado aplic¨® un ERE a 197 trabajadores. ¡°La empresa entiende que dio a conocer el t¨¦rmino, aplic¨¢ndolo a lo que era un ¨¢lbum digital, y ahora otros se aprovechan de eso¡±, afirma Solans. Aqu¨ª tambi¨¦n hay un matiz: el fotolibro de Fotoprix no es ese objeto art¨ªstico del que hablamos, sino ese ¡°¨¢lbum digital¡± que sus usuarios pueden imprimir con sus fotos privadas mediante una aplicaci¨®n inform¨¢tica.

¡°Este t¨¦rmino se compone de dos gen¨¦ricos, como son 'foto' y 'libro¡±, y es descriptivo del producto, as¨ª que a priori no se podr¨ªa registra¡±, dice Alejandro Falc¨®n, de Falc¨®n Abogados, especialistas en Propiedad Industrial e Intelectual. ¡°Por alguna raz¨®n el funcionario de la Oficina Espa?ola de Patentes y Marcas en aquel tiempo consider¨® que no incurr¨ªa en una prohibici¨®n absoluta y no hubo alegaci¨®n de terceros al respecto. De todas formas tambi¨¦n hay casos de vulgarizaci¨®n de la marca, como cuando nailon dej¨® de ser una marca para ser un producto de uso com¨²n¡±.