Vuelve Ca?as

El debate electoral organizado ayer por El Peri¨®dico transcurr¨ªa muy lentamente. Xavier Dom¨¨nech y Francesc Homs solo volv¨ªan a la Tierra cuando era su turno o cuando tomaba la palabra Gabriel Rufi¨¢n. Ambos le escuchaban con una discreta sonrisa. Duran i Lleida observaba at¨®nito a Rufi¨¢n, como si no entendiera nada de lo que dec¨ªa. En las filas de invitados, en el CCCB, tres miembros del equipo de Juan Carlos Girauta se dedicaban a hacer aspavientos mientras Rufi¨¢n hilvanaba su poes¨ªa pol¨ªtica. Es lo habitual en el grupo parlamentario de Ciudadanos. El problema es que entre ellos se encontraba el exdiputado Jordi Ca?as.

Un miembro de ERC se gir¨® e increp¨® a Ca?as: ¡°Calla, ladr¨®n¡±. El incidente no lleg¨® a m¨¢s pero a Ca?as le deb¨ªa durar el cabreo porque en la calle se enfrent¨® a una decena de chiquillos antisistema con alg¨²n porro de m¨¢s ¡ªel olor a mar¨ªa tumbaba. Se identificaron como alumnos anticapitalistas de la Facultad de Filosof¨ªa de la UB y no pasaban de los 20 a?os. Insultaron a Ca?as de todas las formas posibles. Este se iba y no se iba. Sus acompa?antes intentaban apartarlo pero al final, la sangre herv¨ªa, volvi¨® para encararse con ellos. ¡°A m¨ª no me dais miedo¡±, dijo Ca?as; se sucedieron los gritos, los empujones, yo que te agarro de la solapa, t¨² que no me toques. Escena propia de patio de escuela.

A Xavier Garc¨ªa Albiol y a Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz les cayeron m¨¢s insultos si cabe, pero en vez de montar el n¨²mero siguieron como si aquello no fuera con ellos. Duran emul¨® a Cocodrilo Dundee en la escena del b¨²falo: les hipnotiz¨®. Cuando le vieron salir, los estudiantes se prepararon para volver a la carga. Duran se acercaba sigilosamente. Primero habl¨® con unos jubilados que ped¨ªan firmas para mejorar el sistema de pensiones. Duran firm¨® y entonces sorprendi¨® a los j¨®venes plant¨¢ndose frente a ellos. Les pregunt¨® qu¨¦ ped¨ªan, intercambiaron pareceres y llegaron a la conclusi¨®n que quer¨ªan lo mismo: universidad p¨²blica de calidad y gratuita. Cuando Duran ya los ten¨ªa calmados, apareci¨® Ramon Espadaler, que se encontr¨® con que uno de los chavales era de Vic, como ¨¦l, e hicieron buenas migas.

En Uni¨® hicieron amigos antisistema. Girauta charlaba con unos y otros, luciendo su look de Profesor Bacterio. A Rufi¨¢n todos le daban ¨¢nimos. Dom¨¨nech compart¨ªa cigarrillo con los pensionistas manifestantes. Todos se fueron en paz, menos Ca?as.