Estafados con la boca abierta
Madrid acumula 30 pleitos por intrusismo profesional en cl¨ªnicas dentales La polic¨ªa ha detectado a supuestos odont¨®logos sin formaci¨®n alguna
Cuatro implantes en la parte superior de la dentadura y otros cuatro abajo. En total, a?o y pico de idas y venidas a la cl¨ªnica y una factura (es un decir) de 4.000 euros. El resultado fue una carnicer¨ªa. Los nietos de Olimpia S¨¢iz, una pensionista de 73 a?os que busc¨® ahorrar un dinerillo al arreglarse la boca, se re¨ªan de ella. Y las compa?eras de actividades le advert¨ªan de que no pod¨ªa quedarse sin m¨¢s con esa mueca extra?a. ¡°Me pusieron un diente de cada color. Visit¨¦ otras tres cl¨ªnicas despu¨¦s y se asustaron al verme. Dec¨ªan que mi boca ya no se pod¨ªa arreglar y decid¨ª denunciarlo ante Consumo en la Polic¨ªa Municipal¡±.
El dentista que le hab¨ªa recomendado, por barato, un jardinero del barrio de Hortaleza, result¨® ser un intruso sin t¨ªtulo para ejercer en Espa?a. Walter G¨®mez, de origen colombiano, acaba de ser condenado (el pasado 4 de noviembre) a seis meses de c¨¢rcel por los delitos de estafa e intrusismo profesional tras llegar a un acuerdo con las acusaciones. Un d¨ªa m¨¢s tarde, el 5, reabri¨® su consulta en el distrito de Hortaleza y la Polic¨ªa Municipal ha vuelto a incoar diligencias que previsiblemente desembocar¨¢n en un nuevo juicio. Olimpia, la paciente que denunci¨®, ha logrado reembolsarse los 4.000 euros pagados en sucesivas intervenciones y tiene nueva dentadura tras abonar otro tanto a un odont¨®logo profesional. ¡°Pero el incordio y los dolores de aquellos meses no hay indemnizaci¨®n que los pague¡±, asegura Olimpia ahora que todo ha terminado.
El suyo no es un caso aislado. Solo en Madrid, en el ¨²ltimo a?o el Colegio de Odont¨®logos de Madrid ha denunciado a 15 supuestos intrusos, abierto 33 expedientes por publicidad enga?osa y registrado 191 quejas de pacientes por tratamientos.
En esos procedimientos cabe de todo: las inspecciones han descubierto a profesionales de otros pa¨ªses que no tienen homologado el t¨ªtulo para ejercer en Espa?a y tambi¨¦n a t¨¦cnicos prot¨¦sico-dentales que se extralimitan y acaban operando sin estar facultados para hacerlo.
J. A. G., espa?ol que ronda la cincuentena, regentaba una cl¨ªnica en Moratalaz hasta que en enero de 2014 recibi¨® la visita de una patrulla de Polic¨ªa Nacional. Se negaba a entregar las facturas a una paciente a la que realiz¨® dos puentes defectuosos y que exig¨ªa la devoluci¨®n del dinero, unos 3.000 euros. Pilar, la mujer que exig¨ªa lo pagado, llam¨® desde la puerta de la consulta a comisar¨ªa y el presunto dentista sali¨® huyendo. Fue localizado gracias a una orden de b¨²squeda y captura. El 11 de julio J. A. G. declar¨® ante el titular del juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 36 de Madrid. Durante el interrogatorio se le pregunt¨® qu¨¦ titulaci¨®n ten¨ªa. En la causa consta: ¡°No tiene titulaci¨®n acad¨¦mica, ha realizado la EGB¡±. Despu¨¦s neg¨® que hubiese realizado implantes u otras operaciones en su consulta. Varios testigos contradijeron su versi¨®n y el juicio todav¨ªa no se ha se?alado. El Colegio Profesional de Odont¨®logos, que ejerce de acusaci¨®n particular, pide para ¨¦l dos a?os de prisi¨®n por intrusismo y lesiones. Pilar, la paciente que llam¨® a la polic¨ªa, solo espera que se le reintegre lo pagado, ¡°tras gastar un dineral en otra cl¨ªnica para colocar por fin el famoso puente¡±.
Los m¨¢s de 30 pleitos diseminados por los juzgados de Madrid nacieron de una campa?a iniciada por esta organizaci¨®n profesional hace tres a?os contra lo que los dentistas llaman ¡°odontolog¨ªa low cost¡± y cuyas cl¨ªnicas muchas veces dejan a los pacientes en manos de personal no cualificado. Para perseguir este fraude ¡ªque ha ocasionado patolog¨ªas secundarias a algunos pacientes¡ª se han valido de detectives privados que indagan en los centros sospechosos. A veces basta una simple consulta en los listados de los colegios profesionales. Otras veces son pacientes con lesiones los que act¨²an por su cuenta.
El presidente del Colegio de Odont¨®logos de Madrid, Ram¨®n Soto-Yarritu, sostiene que llevar¨¢ su guerra contra las consultas clandestinas hasta el final, pero admite que todo ser¨ªa m¨¢s efectivo si la gente se concienciase. ¡°Muchos est¨¢n siendo enga?ados y cuando por fin saben que no est¨¢n ante profesionales cualificados, se explican muchas cosas. Cuando causan problemas de salud, el paciente da el paso de denunciar¡±.
El pasado febrero, el Colegio de Odont¨®logos fue un paso m¨¢s all¨¢ al pedir cuatro a?os de prisi¨®n para tres personas que gestionaban una cl¨ªnica en la plaza de Castilla. En este caso, la organizaci¨®n profesional fue m¨¢s all¨¢ y les atribuy¨® un delito contra la salud p¨²blica por utilizar un producto blanqueador sin autorizar y potencialmente peligroso por su composici¨®n.
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