?Tiene techo Ada Colau?

Si la miras con el espejo retrovisor, la de Ada Colau (Barcelona, 1974) es una trayectoria de hormiguita. Una hormiguita que, con ambici¨®n y solidez, ha sabido ver venir y surfear con ¨¦xito las sucesivas olas que han marcado la sociedad en los ¨²ltimos 10 a?os. El 15M catapult¨® a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), el movimiento que cre¨® en 2009 con un reducido grupo de activistas --entre los que se encuentra su pareja, Adri¨¤ Alemany, hoy responsable de relaciones institucionales de Barcelona en Com¨²-- para plantar cara a los bancos y frenar los desahucios.

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Desahucio no es la ¨²nica palabra que Colau y su n¨²cleo han puesto en el imaginario colectivo. Si hoy muchos pol¨ªticos emplean con soltura t¨¦rminos como ¡°empoderar¡±, ¡°confluencia¡± entre espacios pol¨ªticos o se refieren a ¡°lo com¨²n¡±, es por la influencia de los movimientos sociales en los que la hoy alcaldesa de Barcelona creci¨® pol¨ªticamente. A diferencia de los pol¨ªticos tradicionales, Colau transmite autenticidad. Hace poco tiempo, el ¡°S¨ª se puede¡± lo gritaba en el barrio m¨¢s pobre de Barcelona a la llegada de las comitivas judiciales y ante los Mossos d¡¯Esquadra.

Colau tambi¨¦n tiene la habilidad de capitalizar conceptos o movimientos en el momento preciso. Suya fue la idea, por ahora no materializada, de convertir Barcelona en ¡°ciudad refugio¡±. O de liderar los encuentros de las ciudades ¡°del cambio¡±. Como suya ha sido la apuesta sin ambages por el refer¨¦ndum durante la campa?a del 20-D. Curioso es que, cuando arrebat¨® la alcald¨ªa al convergente Xavier Trias, una de las lecturas que se hicieron de la victoria de Barcelona en Com¨² fue que debilitaba el proceso soberanista. En cambio, ahora la defensa de Colau de una consulta vinculante sobre el futuro de Catalu?a ha sido una de las bazas de la victoria que llevar¨¢ a 12 diputados que En Com¨² Podem al Congreso.

Esa y la implicaci¨®n y participaci¨®n de la alcaldesa en la campa?a. Basta seguirla en los actos para ver el tir¨®n electoral que tiene, por mucho que hable de victorias ¡°colectivas¡±. En Barcelona, por ahora, siete meses de mandato no le han pasado factura electoral. Ayer en la capital cosech¨® 41.500 votos m¨¢s que en las elecciones municipales de mayo. De ganar en seis distritos salt¨® a ocho, con porcentajes de voto en cinco de ellos superiores al 30%. Se le resisten Les Corts y Sarri¨¤-Sant Gervasi, los dos distritos m¨¢s ricos.

Colau ya advirti¨® despu¨¦s del verano de que con vistas a las elecciones generales ¡°habr¨ªa que movilizar a mucha gente¡±. El n¨²cleo fundador de Barcelona en Com¨², llam¨® a filas y en dos meses se articul¨® y se present¨® la candidatura En Com¨² Podem. La confluencia con Podemos no fue dif¨ªcil. Colau y el l¨ªder del partido morado, Pablo Iglesias, se conocen desde las movilizaciones antiglobalizaci¨®n de finales de los 90 y comienzos de 2000. El t¨¢ndem ha puesto toda la carne en el asador. El candidato en Catalu?a, Xavier Dom¨¨nech, se march¨® del Ayuntamiento de Colau para liderar la lista. Pasar¨¢ a la historia de la casa gran por haber sido el comisionado de Memoria Hist¨®rica que retir¨® el busto del rey Juan Carlos I del sal¨®n de plenos.

El protagonismo de Colau en el 20-D ha sido justo el contrario del que tuvo en la convocatoria electoral de septiembre en Catalu?a. BCom¨² acababa de llegar al Ayuntamiento, la cuesti¨®n soberanista les incomodaba tal y como se planteaba y hubiera embarrado el lado mar de la plaza de Sant Jaume. En Iniciativa, socio de la confluencia que pag¨® la campa?a de Barcelona, hay quien todav¨ªa no ha digerido el desmarque de la alcaldesa. Aunque sin su proyecci¨®n y la de los partidos emergentes de la coalici¨®n nunca hubieran sacado los 928.000 votos de ayer. En 2011 en las generales ICV obtuvo 278.000 papeletas.

La victoria de ayer refuerza a la alcaldesa. Gobierna en minor¨ªa con solo 11 concejales en un Ayuntamiento de 41. Consigui¨® el apoyo de ERC, PSC y la CUP para ser investida. Un voto de confianza que no siempre se ha mantenido y que hace un mes le oblig¨® a retirar el proyecto de presupuestos por falta de apoyos. Ayer, ERC fue otra de las sorpresas de la noche y se situ¨® como segunda fuerza en Barcelona. El Gobierno de Colau lo ven como su socio preferente. Sumar¨ªan 16 concejales, aunque para estar tranquilos, la f¨®rmula ideal ser¨ªa un tripartito, contando tambi¨¦n con los cuatro del PSC. El resto de la oposici¨®n, y en especial CiU, les acusan de no dialogar, de menospreciarles y actuar con sectarismo y amiguismo, tal y como lo describi¨® hace 10 d¨ªas el exalcalde Trias.

Hoy Colau y los suyos est¨¢n surfeando una nueva ola. Habr¨¢ que ver si en el horizonte se vislumbran otras elecciones en Catalu?a. ¡°Vamos a poner la pol¨ªtica patas arriba¡±, advirti¨® anoche tras la victoria de En Com¨² Podem quien hoy ha vuelto a hablar en una entrevista en La Sexta de la existencia de ¡°un espacio pol¨ªtico necesario¡±. Est¨¢n desbordados y agotados, pero pertenecen a una generaci¨®n de activistas que sienten la militancia, ahora desde la instituci¨®n, como ¡°una responsabilidad¡± y ¡°una necesidad¡±. Nerviosa al comienzo, a Colau se la ve m¨¢s c¨®moda en su papel institucional. Dice que intenta no alejarse de la calle y sigue yendo en metro algunas ma?anas, aunque tira mucho del coche oficial, en el que hay una silla para su hijo Luca, de cuatro a?os. No verle es lo que peor lleva. Cuando lo hace no se le despega, literalmente. De ah¨ª que en el v¨ªdeo de la pasada campa?a le tenga en brazos.