Confirmada la condena de un a?o a un conductor que tampoco se detuvo

La Audiencia Provincial de Madrid ha confirmado la condena al conductor Mauricio Eduardo Apolo Granda, de 28 a?os, que atropell¨® y mat¨® al ciclista ?scar Fern¨¢ndez P¨¦rez, de 37 a?os, el 7 de agosto de 2013 en el distrito de Tetu¨¢n. Los magistrados consideran que la pena de un a?o y tres meses de prisi¨®n impuesta por la titular del Juzgado de lo Penal n¨²mero 31 es adecuada debido al mal causado, por lo que no la modifica.

La sentencia del Juzgado de lo Penal dio por probado que Mauricio Eduardo Apolo conduc¨ªa a las 6.30 un Ford Focus pese a su estado de somnolencia y cansancio. Al llegar al camino del Chorrillo, a la altura de la farola n¨²mero 10, arroll¨® al ciclista y le arrastr¨® 9,5 metros. Esto le produjo al deportista un traumatismo craneoencef¨¢lico severo con fractura de la base del cr¨¢neo. Muri¨® casi en el acto. ¡°Abandon¨® el lugar sin detenerse y comprobar el estado en que se encontraba ?scar Fern¨¢ndez¡±, recoge el fallo.

El conductor ten¨ªa en ese momento retirado el carn¨¦ de conducir por p¨¦rdida total de los puntos. La juez Paloma Pereda Riaza le conden¨® por un delito de homicidio por imprudencia, por otro contra la seguridad vial y por omisi¨®n del deber de socorro en grado de tentativa a un a?o y tres meses de prisi¨®n, a 1.825 euros de multa y a la retirada del permiso de conducci¨®n durante tres a?os.

La familia de ?scar Fern¨¢ndez recurri¨® ante la Audiencia Provincial y solicit¨® que se le condenara a cuatro a?os de prisi¨®n por el delito de homicidio. Sin embargo, los magistrados lo han rechazado. Han desestimado el recurso de los allegados por el delito de omisi¨®n del deber de socorro debido a que, aunque se hubiera parado, no habr¨ªa evitado la muerte: ¡°No podemos olvidar que la v¨ªctima, por la gravedad de las lesiones con las que result¨®, incompatibles con la vida, falleci¨® casi de forma instant¨¢nea¡±.

La Audiencia Provincial recuerda que en general no procede a aumentar las penas impuestas por otros tribunales. ¡°La motivaci¨®n de las penas realizadas por la juez no solo es suficiente sino acertada, por lo que compartimos y hacemos propia. Las circunstancias personales del delincuente y la gravedad del hecho, hecha la abstracci¨®n del terrible irreparable da?o causado, no justifican la exacerbaci¨®n punitiva que se interesa por las acusaciones¡±, concluyen los jueces.