¡®BCNoir¡¯
El ¡®polar¡¯ franc¨¦s presenta en Barcelona su candidatura para disputar a los n¨®rdicos el cetro del g¨¦nero negrocriminal en Europa
¡°Los europeos se reconocieron en la novela negra escandinava porque desde los a?os 80 hac¨ªa de caja de resonancia de los males depresivos del continente, cautivo del gran desencanto, la crisis, la depresi¨®n... Ahora sabemos que no es una crisis sino que es un nuevo estado del mundo y que estaremos tiempo as¨ª y que la violencia que hasta ahora hab¨ªa sido simb¨®lica en Europa (paro, alienados, delitos de cuello blanco¡) a trav¨¦s del islamismo radical vemos que puede ser violencia ciega sin l¨ªmites capaz de atacar a cualquiera en cualquier momento¡ La realidad es un caleidoscopio que se recompone vertiginosamente y creo que el polar muestra hoy una diversidad creativa muy alta que se ha sabido adaptar mejor a esta nueva realidad¡±. Apunta as¨ª al final de la hegemon¨ªa de la novela negra n¨®rdica Pierre Lemaitre, m¨¢ximo exponente del g¨¦nero franc¨¦s (noir o polar) que podr¨ªa estar tomando el relevo en la supremac¨ªa del g¨¦nero, como se vio en el marco del festival de novela policiaca BCNegra, que este fin de semana cerr¨® su 11? edici¨®n.
¡°Lemaitre ha hecho much¨ªsimo ¨¦l solo por el policiaco franc¨¦s tanto en su pa¨ªs como en el extranjero¡±, reconoce H¨¦l¨¨ne Fischbach, directora art¨ªstica del festival Quais du Polar de Lyon, el m¨¢s importante de novela negra en Francia y, con sus 70.000 visitantes, entre las 10 convocatorias literarias de m¨¢s ¨¦xito del pa¨ªs hexagonal. La puntilla fue el premio Goncourt de hace dos a?os por Nos vemos all¨¢ arriba (Salamandra; Bromera, en catal¨¢n) novela sobre la Primera Guerra Mundial en la que Lemaitre deposita todas las caracter¨ªsticas del g¨¦nero sin explicitarlas, celebrada primera expedici¨®n de uno de los grandes del noir fuera del g¨¦nero, con Cadres noirs (2010) como paradigma de su propuesta: un ejecutivo medio en paro decide participar en un macabro juego de rol en el que deben tomarse rehenes reales¡
Lemaitre (toda su obra policiaca est¨¢ en Alfaguara; Bromera, en catal¨¢n) no deja de ser, junto a una Fred Vargas (Siruela) que es ella sola, comisario Adamsberg mediante, una referencia aparte (traducida en 40 pa¨ªses), la punta de un iceberg que se ha ido fraguando desde los a?os 80 a partir de lo que se bautiz¨® como n¨¦o-polar, impulsado por nombres como los de Jean-Patrick Manchette (Anagrama) o el Thierry Jonquet (Ediciones B; Bromera) que Pedro Almod¨®var acabar¨ªa llevando al cine (La piel que habito), por citar s¨®lo dos. Fischbach se agarra a ellos para destacar inmediatamente la calidad de unas obras que sobrepasan el g¨¦nero y por ello ¡°est¨¢n consiguiendo impregnar la literatura blanca, arrastrando de alguna manera a los autores que no hacen polar¡±. Y ah¨ª desde el festival de Lyon citan la influencia del propio Jonquet en el mism¨ªsimo Michel Houellebecq de El mapa y el territorio, premio Goncourt de 2010.
De golpe, el polar refleja como pocos el esp¨ªritu de los tiempos: lenguaje, ideolog¨ªa y dramaturgia sin mentir demasiado¡±, opina el estudioso franc¨¦s del g¨¦nero Jean-Bernard Pouy
¡°El polar ha logrado unir la genuina eficacia norteamericana del g¨¦nero con una indudable calidad literaria¡±, compendia Michel Bussi (Debolsillo), otro de los autores hoy en el podio de la novela negra gala que ha visitado Barcelona y que comparti¨® reflexiones con su colega Bernard Minier (Salamandra y Roca), que ahonda en el tema: ¡°Llevamos toda una historia de la novela negra a la espalda y ya no se puede escribir con el candor de la edad de oro como hac¨ªan autores como Hammet o Simenon; estamos en una ¨¦poca postmoderna de la novela negra, que pasa por dar un paso adelante que implica elementos estil¨ªsticos autoreferenciales, mayor escepticismo, mucho m¨¢s juego ir¨®nico y la imposibilidad de diferenciar entre alta cultura y cultura popular¡±, recita. Bussi a?ade aspectos t¨¦cnicos fruto del impacto en los lectores de hoy de los medios audiovisuales: ¡°Es impensable escribir hoy sin los c¨®digos de las tramas paralelas o los saltos espaciales y temporales: antes uno deb¨ªa ser muy lineal¡±.
Pero el ¨¦xito de la novela negra francesa se basa tanto en la forma como en el fondo. ¡°El polar ha tomado el relevo de las obras realistas de despu¨¦s de la II Guerra Mundial, las de Mauriac, Sartre o Camus¡±, fija un inclasificable del g¨¦nero como es el diplom¨¢tico y profesor de psicolog¨ªa Tobien Nathan. Otro autor de moda, S¨¦bastien Gendron, antiguo asistente de realizaci¨®n cinematogr¨¢fica y con un humor sanguinolento a lo Quentin Tarantino, cree que ¡°la visi¨®n pol¨ªtica y social del noir lo acerca hoy m¨¢s que antes a los or¨ªgenes de la novela negra norteamericana, pero tiene sus ra¨ªces en novelistas realistas del XIX, como Zola¡±. ¡°El polar es espejo de nuestra ¨¦poca: los lectores buscan divertirse, pero tambi¨¦n enriquecerse intelectualmente con historias que les conciernen de cerca¡±, apunta uno de los reyes del thriller galo, Franck Thilliez (Destino; Columna). ¡°De golpe, el polar refleja como pocos el esp¨ªritu de los tiempos: lenguaje, ideolog¨ªa y dramaturgia sin mentir demasiado¡±, concluye categ¨®rico el estudioso franc¨¦s del g¨¦nero Jean-Bernard Pouy.
Fischbach refuerza la teor¨ªa de Lemaitre del rico caleidoscopio que es el g¨¦nero en Francia: ¡°Cada vez abordan m¨¢s ¨¢mbitos tem¨¢ticos: desde las psicopat¨ªas a la ecolog¨ªa, pasando por los problemas sociales, la pol¨ªtica o la ciencia, desde todos los registros y con un ritmo literario muy alto; pero es que tambi¨¦n est¨¢ su radio de acci¨®n: cada vez son m¨¢s internacionales y se alejan de Par¨ªs y hasta de sus banlieues¡±.
El polar cada vez aborda m¨¢s ¨¢mbitos tem¨¢ticos: desde las psicopat¨ªas a la ecolog¨ªa, pasando por los problemas sociales, la pol¨ªtica o la ciencia, con un ritmo literario muy alto; pero es que tambi¨¦n est¨¢ su radio de acci¨®n: cada vez son m¨¢s internacionales y se alejan de Par¨ªs y hasta de sus banlieues¡±, enmarca la directora art¨ªstica del festival Quais du Polar de Lyon
Con gran esfuerzo, la directora art¨ªstica del Quais du Polar de Lyon lo resume todo en tres nombres: ¡°Zul¨², de Caryl F¨¦rey (Maeva), est¨¢ ambientada en Sud¨¢frica y es el paradigma de lo internacional, ubica sus novelas donde le place porque ha dado la vuelta al mundo y su escritura es puro ritmo y acci¨®n; Nicolas Mathieu (in¨¦dito en Espa?a) y sus Aux animaux la guerre nos introduce en las cabezas de la gente de las poblaciones marginadas por la crisis, zonas como la regi¨®n rural de Vosges, hundida en plena desindustrializaci¨®n, y sin obviar el tema pol¨ªtico; Thilliez, con su Pandemia, refleja perfectamente el thriller de suspense de corte anglosaj¨®n que puede beber de la ciencia-ficci¨®n y de los peligros de las nuevas tecnolog¨ªas¡±.
Siendo un g¨¦nero popular, empleados, cuadros intermedios e intelectuales son, sin embargo, los principales lectores del polar. ¡°Siempre se ha asociado el g¨¦nero a un p¨²blico muy limitado, idiota casi, por sus historias sencillas y de evasi¨®n, pero hace ya muchos a?os que eso ha cambiado por parte del lector y del autor¡±, recuerda Lemaitre. Fischbach afina un poco m¨¢s esa transversalidad y pone a las mujeres como principales consumidoras de novela negra con trasunto hist¨®rico; a los hombres, all¨ª donde domina el espionaje y a los m¨¢s j¨®venes, donde impere el suspense de todo tipo. Y es que en Francia el g¨¦nero est¨¢ estad¨ªsticamente muy estudiado porque la industria editorial se ha volcado en ¨¦l a rebufo de su ¨¦xito. As¨ª, sin llegar a los r¨¦cords de 2010, los ¨²ltimos datos fijan en 1.820 las novedades anuales de novela negrocriminal; uno de cada cinco libros que se venden en Francia es un polar, una facturaci¨®n de casi 170 millones de euros, meritorio si se tiene en cuenta que el 77% de las ventas responden al econ¨®mico formato del libro de bolsillo.
Ante esas cifras, ?puede darse una sobredosis de noir que acabe asesinando al g¨¦nero? As¨ª lo apuntaron en Barcelona al alim¨®n Bussi y Minier (¡°¡±la producci¨®n es tremenda y eso es peligroso¡±). Y Lemaitre, menos diplom¨¢tico, fue m¨¢s all¨¢: ¡°No hay mucha buena literatura policiaca y s¨ª bastante de mediocre, pero no creo que sea en proporci¨®n mucho mayor a la que se da en otros g¨¦neros¡±.
En Francia se publican 1.820 las novedades anuales de novela negrocriminal; uno de cada cinco libros que se venden es un polar, con una facturaci¨®n de casi 170 millones de euros; el 77% de las ventas responden al econ¨®mico formato del libro de bolsillo
Fischbach admite esa sobreproducci¨®n pero insiste en conjurar ese peligro por la v¨ªa de que ¡°el modelo de an¨¢lisis social que destila la novela negra, la utilizaci¨®n de la investigaci¨®n y las referencias a hechos reales est¨¢ impregnando la novela blanca¡±; y ejemplifican desde el festival con Dora Bruder, de Patrick Modiano; HHhH, de Laurent Binet o hasta El adversario de Emmanuel Carr¨¨re.
En cualquier caso, la moda del polar (que ¡°est¨¢ siendo traducida hasta el siempre bastante impermeable mercado ingl¨¦s¡±, dice Fischbach) significa dar larga vida a su Quais du Polar de Lyon, cabeza visible de la treintena de festivales del g¨¦nero que acoge Francia. Invitados de 21 pa¨ªses distintos encabezar¨¢n este a?o un certamen de tres d¨ªas (1 al 3 de abril) que, ya en su 12? edici¨®n, tiene un presupuesto de 600.000 euros (cuatro veces m¨¢s que el BCNegra), del que s¨®lo un tercio es aportado por el consistorio, y que se permite el lujo de contar la Polar Connection, una zona profesional donde se re¨²nen (el a?o pasado, 200 personas) agentes literarios, productores audiovisuales y directores de cadenas de televisi¨®n para intentar hacerse con los derechos de las mejores obras. Los del noir son tipos duros y ambiciosos¡
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