Mir¨®: el amor por los objetos
CaixaForum Madrid recorre la heterodoxia art¨ªstica del creador catal¨¢n en una exposici¨®n de 109 obras
A lo largo de toda su vida, Joan Mir¨® (Barcelona, 1893 - Palma de Mallorca, 1983) acumul¨® en sus estudios todos aquellos objetos que encontraba y hab¨ªan llamado su atenci¨®n: Conchas, esponjas, manillares de bicicletas, un trozo de alfombra o unos cubiertos. Por un lado, los usaba para decorar su lugar de trabajo, pero muy pronto empezaron a formar parte de sus collages, esculturas y cer¨¢micas, como tambi¨¦n hicieron dada¨ªstas y surrealistas. En una carta enviada a su amigo Matisse, en 1936, habla de su afici¨®n: ¡°Me siento atra¨ªdo por una fuerza magn¨¦tica hacia un objeto, sin premeditaci¨®n alguna¡±.
De esa esa intensa relaci¨®n trata la exposici¨®n Mir¨® y el objeto que hasta el 22 de mayo se puede ver en las salas de CaixaForum Madrid. Realizada en colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona, la exposici¨®n muestra 109 obras fechadas entre 1916 y 1981, prestadas por coleccionistas p¨²blicos y privados de todo el mundo, en las que se narra como el artista perpetra su personal asesinato de la pintura y ensalza la obra de arte m¨¢s all¨¢ del caballete y de las telas convencionales.
Comisariada por William Jeffett, responsable de exposiciones del Salvador Dal¨ª Museum de Saint Petersburg (Florida), la impactante muestra guarda un orden cronol¨®gico y el espectador aprecia los dos grandes momentos en los que Mir¨® decidi¨® acabar con la pintura convencional. El comisario se?ala que el artista explor¨® por primera vez la idea de la antipintura en 1930. ¡°En una serie de telas calcul¨® con gran precisi¨®n la composici¨®n para luego eliminarla tachando la imagen. En 1974 Mir¨® realiz¨® una serie de telas quemadas para su gran retrospectiva en el Grand Palais de Par¨ªs. tiempo, propuso una serie de esculturas en bronce, hechas tambi¨¦n a partir de assemblages de objetos, cer¨¢micas y tapices, como expresiones po¨¦ticas m¨¢s all¨¢ de la pintura¡±.
En el primero de los seis ¨¢mbitos en los que est¨¢ dividida la exposici¨®n, se puede apreciar la atracci¨®n primigenia de Mir¨® por los objetos y su primera relaci¨®n creativa con ellos a partir de su representaci¨®n pict¨®rica. Incluye una selecci¨®n de naturalezas muertas entre las que destacan dos de 1922-1923 procedentes del MoMA de Nueva York: supusieron sus primeros intentos conscientes de incorporar objetos humildes en su producci¨®n y reivindicar el valor de los elementos populares como materia art¨ªstica.
Viene despu¨¦s el ¨¢mbito en el que se da cuenta de su batalla contra el arte convencional. Despu¨¦s de conocer a Breton y aliarse con los surrealistas crea algunas de sus obras m¨¢s rompedoras, como su serie Bailarinas espa?olas (1928) y los collages Sin t¨ªtulo (1929), compuestos con materiales no art¨ªsticos. En 1930 realiza una serie de (anti)pinturas, donde se presentan im¨¢genes canceladas o tachadas. En esta l¨ªnea de experimentaci¨®n, un a?o despu¨¦s, Mir¨® crea una serie de pinturas-objeto que son puros ensamblajes hechos con objetos encontrados en la calle.Es entonces cuando irrumpe en su obra el objeto f¨ªsico para no abandonarla ya jam¨¢s.
La exposici¨®n avanza con obras realizadas en la d¨¦cada de los cuarenta, hechas con materiales inusuales y soportes no asociados a las t¨¦cnicas tradicionales de bellas artes: conglomerado de madera, fragmentos de metal, fibrocemento. El comisario concluye explicando que el artista quebranta as¨ª los enfoques convencionales de la pintura mediante la incorporaci¨®n de materiales no pict¨®ricos o la selecci¨®n de formatos inusuales, negando la funci¨®n tradicional del arte como ilusi¨®n y, a la vez, afirmando su condici¨®n material como objeto. Estas investigaciones le conducir¨¢n, posteriormente, al mundo de la cer¨¢mica y de la escultura.
Intercaladas entre los diferentes ¨¢mbitos art¨ªsticos, se muestra una selecci¨®n de algunos de los objetos encontrados en los estudios de el artista, junto a fotograf¨ªas en las que se le puede contemplar trabajando sus nuevos materiales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.