Yo tambi¨¦n soy El Langui
Personas con problemas de movilidad cuentan sus dificultades para acceder al transporte p¨²blico
David Alonso cruza con su esc¨²ter la Puerta del Sol a toda velocidad. Est¨¢ lloviendo, pero desaf¨ªa el temporal gracias a la silla mecanizada que adquiri¨® en 2012 para desplazarse porque, a sus 45 a?os, la par¨¢lisis cerebral que sufre desde que naci¨® empieza a hacer mella. ¡°Este veh¨ªculo significa todo para m¨ª, me da mucha autonom¨ªa¡±, se sincera mientras espera el ascensor que le lleva hasta el and¨¦n de metro. Lo coge todos los d¨ªas para ir a trabajar. Pero muchos de esos d¨ªas est¨¢ averiado y tiene que dar marcha atr¨¢s e iniciar su viaje desde otra estaci¨®n. ¡°Por lo general, el metro es muy accesible¡±. En Sol hay tres l¨ªneas (1, 2 y 3). Puede acceder a todas ellas, excepto a uno de los andenes de la l¨ªnea 1, que no tiene ascensor, aunque lo est¨¢n construyendo y estar¨¢ listo en julio. M¨¢s problemas le ocasiona viajar en tren, ya que ¡°muchas l¨ªneas de cercan¨ªas no est¨¢n adaptadas¡±.
Una de esas l¨ªneas est¨¢ en Atocha y es la que tiene como destino M¨®stoles. Ninguna puerta de ninguno de sus vagones est¨¢ preparado para que personas como David viajen en ¨¦l. La Ley de Promoci¨®n de la Accesibilidad (1993) afirma su compromiso de ¡°garantizar la accesibilidad y el uso de los bienes y servicios a todas aquellas personas que, por una u otra raz¨®n, de forma permanente o transitoria, se encuentren en una situaci¨®n de limitaci¨®n o movilidad reducida¡±. Sin embargo, vac¨ªos legales como el que no regula el acceso de sillas motorizadas a los autobuses interurbanos de la Comunidad acarrean una serie de problemas a las personas que necesitan de esos medios para desplazarse.
Jos¨¦ Manuel Montilla, El Langui, fue el protagonista de varias protestas que buscaban enfatizar los problemas de las personas con movilidad reducida en el transporte p¨²blico madrile?o. Por ser una figura p¨²blica, logr¨® llamar atenci¨®n. Sin embargo, hay personas que llevan mucho tiempo en la misma situaci¨®n y no han sido escuchadas por las autoridades con la misma atenci¨®n. Es el caso de Leocadia Lozano, de 42 a?os, que desde el 25 de enero no puede subir al autob¨²s 334 de La Veloz con su silla el¨¦ctrica.
Lozano trabaja como administrativa en Rivas Vaciamadrid y cuenta que el bus le deja muy cerca de su trabajo. ¡°Me viene muy bien. Bajo y subo sola, nadie tiene que acompa?arme. Pero, despu¨¦s de tres semanas us¨¢ndolo, me dijeron que no pod¨ªa montar porque no sab¨ªan qu¨¦ tipo de veh¨ªculo llevaba¡±, relata. Ella cuenta que ha puesto quejas en todas las instancias posibles, pero no ha recibido respuesta. Un d¨ªa le sacaron una fotograf¨ªa para mandarla al Consorcio Regional de Transporte para obtener la autorizaci¨®n. Seg¨²n ella, la fotograf¨ªa estuvo colgada en el tabl¨®n de anuncios de la estaci¨®n. ¡°Creo que era para que los conductores y cualquier persona que pasara por all¨ª vieran que yo no pod¨ªa subir al autob¨²s. La verdad es que cuando la vi me sent¨ª como una terrorista¡±.
"La decisi¨®n llega tarde"
David Alonso tambi¨¦n puede contar historias del g¨¦nero. ¡°Nunca cojo el autob¨²s interurbano porque ya s¨¦ que no me van a dejar subir¡±. Sin embargo, asegura no tener problemas con los veh¨ªculos de la EMT. Ahora que existe un acuerdo para que los conductores de los interurbanos no le proh¨ªban la entrada, quiz¨¢s los pruebe. ¡°La decisi¨®n llega tarde, nos ten¨ªan que haber tenido en cuenta desde el principio y no porque alguien famoso pare el autob¨²s¡±, subraya. A¨²n as¨ª, dice estar agradecido a El Langui porque, con sus protestas, ha dado visibilidad al problema. ¡°No me explico que en todos estos a?os FAMMA (Federaci¨®n de Asociaciones de Personas con Discapacidad F¨ªsica de Madrid) no haya conseguido nada¡±.
El acuerdo anunciado por el consejero de Transportes, Pedro Roll¨¢n, para que todos los usuarios de autobuses del Consorcio Regional de Transporte que usen silla motorizada puedan subir a los veh¨ªculos no cambiar¨¢ la rutina de Marisol Campos. A sus 46 a?os, esta vecina de Alcorc¨®n que sufre par¨¢lisis cerebral desde su nacimiento dej¨® hace meses de utilizar el autob¨²s interurbano. O m¨¢s bien fueron los conductores los que la llevaron a cejar en su empe?o de acceder a ellos. ¡°Al principio me dejaban subir porque la esc¨²ter era una novedad. Luego los conductores comenzaron a quejarse de que era muy pesado y la empresa me prohibi¨® acceder, aunque de forma oral¡±.
Marisol tuvo que buscarse una ruta alternativa que la llevase hasta Madrid, donde trabaja como dise?adora gr¨¢fica. Del bus pas¨® al tren, aunque emplea el doble de tiempo para llegar. Cada ma?ana toma su esc¨²ter y va a la estaci¨®n de tren. Tuvo que hablar con la persona que regenta el bar de la estaci¨®n para que le permitiera dejar all¨ª su veh¨ªculo, ya que no puede acceder con ¨¦l al cercan¨ªas. El resto del viaje lo hace andando con mucha dificultad. ¡°Todos los d¨ªas coincidimos m¨¢s o menos la misma gente y me ayudan¡±. De vuelta a Alcorc¨®n, recupera su esc¨²ter, porque no puede realizar grandes distancias a pie, y regresa a casa. Ni en ese trayecto se olvida del metro, que a veces le resulta un obst¨¢culo: ¡°Habr¨ªa que poner m¨¢s ascensores. Y que funcionen, porque hay aver¨ªas que tardan meses en arreglarse¡±.
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