Madrid autoriza a matar a tiros a 2.700 cabras montesas

La Consejer¨ªa de Medio Ambiente iniciar¨¢ la caza de cabras montesas con armas de fuego en el Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama este a?o. El plan de gesti¨®n de la especie prev¨¦ la captura del 68% de la poblaci¨®n en cinco a?os, lo que supone reducir los 4.000 ejemplares actuales a 1.300. Los ecologistas, que reconocen la necesidad de su caza, votaron en contra por ¡°la indefinici¨®n del documento¡± y porque permite que intervengan en el control personas ajenas a la Administraci¨®n.

La cabra mont¨¦s se ha reproducido en la sierra madrile?a sin ning¨²n control desde que se reintrodujeron 67 ejemplares entre 1989 y 1992 en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Al carecer de depredadores naturales, la poblaci¨®n actual se ha disparado a alrededor de 4.000 b¨®vidos. Un ¨¦xito indudable, que ha dado paso a un problema de exceso de individuos en un fr¨¢gil ecosistema, que est¨¢ provocando da?os en la vegetaci¨®n y el desplazamiento de otras especies de fauna.

La densidad media es de 43 ejemplares por kil¨®metro cuadrado, que en algunas zonas llega a 80. En cinco a?os, el Ejecutivo regional pretende rebajar el n¨²mero de estos herb¨ªvoros a 1.300, lo que supone reducir la densidad media a 16 animales por kil¨®metro cuadrado. La actuaci¨®n implica ¡°extraer¡± (como denomina el plan a las capturas) entre 500 y 700 cabras al a?o hasta 2020. La mayor parte, el 90%, se cazar¨¢n con armas de fuego, y el 10% restante se capturar¨¢ en vivo y siempre que alg¨²n coto u otra instituci¨®n demande ejemplares.

El Gobierno regional ha presentado esta semana el plan de gesti¨®n de la cabra ¡ªanunciado el diciembre del a?o pasado¡ª a los 50 representantes de colectivos e instituciones del Patronato del Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama. Sali¨® adelante con 35 votos a favor, 2 en contra de Ecologistas en Acci¨®n y 13 abstenciones.

El acuerdo sobre la necesidad de permitir la caza con arma de fuego es un¨¢nime, tambi¨¦n entre los conservacionistas. Otra cuesti¨®n es la propuesta de la consejer¨ªa, a la que los ecologistas ponen reparos. ¡°Tal como est¨¢ redactado no es un control de poblaci¨®n, sino una cacer¨ªa¡±, indica ?ngeles Nieto, de Ecologistas en Acci¨®n. En su opini¨®n, el impacto social de matar a tal cantidad de animales podr¨ªa ser muy elevado.

La consejer¨ªa recuerda que el plan corre a cargo de t¨¦cnicos dependientes del Gobierno regional y de la Junta de Castilla y Le¨®n, as¨ª como de trabajadores de parques nacionales, agentes forestales y medioambientales o personal de empresas especializadas. En el control podr¨¢n participar tambi¨¦n los Ayuntamientos que est¨¢n dentro del parque o las sociedades de cazadores locales. ¡°Siempre estar¨¢n acompa?ados por personal de la Administraci¨®n que organizar¨¢ la partida¡±, puntualiza el documento.

Este punto influy¨® en la abstenci¨®n de la Federaci¨®n Madrile?a de Monta?ismo. Paco Cant¨®, responsable de Medio Natural del organismo, sostiene que el plan es una experiencia piloto que permite participar en la caza a otros colectivos ajenos a la administraci¨®n. ¡°Y eso se quiere exportar a otros parques nacionales¡±, indica.

Javier de los Nietos, alcalde socialista de El Boalo, uno de los municipios que tambi¨¦n opt¨® por la abstenci¨®n, a?ade que la propuesta olvida a otras especies como el lobo, que podr¨ªan ayudar a ese control de forma natural.

El plan da carpetazo a la caza con arco de la especie que permiti¨® la consejer¨ªa en 2013. En estos a?os solo se abatieron 50 cabras de las 361 previstas.