La Princesa pagar¨¢ 1,4 millones a un joven por dejarle incapacitado por completo

El joven, que ten¨ªa 24 a?os en el momento de los hechos, sufr¨ªa una lesi¨®n cong¨¦nita. En 2006, siendo menor de edad, ya fue operado por el servicio de cirug¨ªa maxilofacial del hospital de La Princesa. En aquel momento, su padre firm¨® un consentimiento informado en el que se explicaban las posibles complicaciones que se podr¨ªan derivar, como hematomas, problemas respiratorios y hemorragia. La intervenci¨®n en aquella ocasi¨®n fue un ¨¦xito.

Seis a?os m¨¢s tarde, en 2012, el joven se someti¨® a una segunda operaci¨®n, pero en esta ocasi¨®n no firm¨® el consentimiento informado de las posibles complicaciones de la cirug¨ªa. Tras salir del quir¨®fano, a las 11.45 horas, no consta que en la sala de reanimaci¨®n se explorara la herida quir¨²rgica ni su estado de salud, como tampoco se hizo a su llegada a planta. Fueron sus t¨ªas quienes (una vez ya en planta, a las 14.45 horas) alertaron de que sangraba abundantemente. Se comprob¨® que mostraba un importante hematoma en el suelo de la boca.

En ese momento, se decidi¨® su traslado al quir¨®fano, pero no estaba disponible, as¨ª que lo trasladaron a la sala de reanimaci¨®n donde intentaron intubarlo. No lo lograron porque sangraba mucho y el paciente mostraba una dificultad f¨ªsica a?adida para el intubado, como figuraba en su informaci¨®n cl¨ªnica. Finalmente, tres horas y media despu¨¦s de su intervenci¨®n, a las 15.10 horas, lo sometieron a una traqueotom¨ªa de urgencia cuando ya estaba inconsciente y presentando bradicardia (ritmo card¨ªaco lento).

La suma del deficiente examen postoperatorio y de la indebida actuaci¨®n una vez detectados sus problemas para respirar, le causaron un da?o cerebral irreversible por el que obtuvo una discapacidad del 100%. Desde entonces precisa de la ayuda de una tercera persona para sus actividades diarias. El paciente pas¨® despu¨¦s por el hospital de Albacete y por la Unidad de Da?o Cerebral de Guadalajara, donde recibi¨® el alta domiciliaria en agosto de 2013, un a?o y tres meses despu¨¦s de la a intervenci¨®n en Madrid.

Actividades b¨¢sicas

El paciente sufre desde entonces disartria, disfagia, tetraparesia, alteraciones de la marcha, alteraci¨®n visual, alteraciones de las actividades b¨¢sicas de la vida diaria y de las actividades instrumentales y espasticidad.

Su abogado, Rafael Mart¨ªn, de la Asociaci¨®n V¨ªctimas de Negligencias Sanitarias (AVINESA), explica que la indemnizaci¨®n solicitada es por varias causas: sus secuelas (311.641 euros), el da?o est¨¦tico sufrido (70.290 euros), la incapacidad temporal (25.964), da?os morales complementarios (92.882), el perjuicio econ¨®mico (17.865), la incapacidad permanente absoluta (185.764), la necesidad de ayuda de una tercera persona (352.952), la adecuaci¨®n de su vivienda (92.882) y los da?os a sus familiares m¨¢s cercanos (139.323). Mart¨ªn ha pedido que se revise al alta la indemnizaci¨®n. Adem¨¢s, hay que a?adir 281.035 euros por los intereses de mora desde la intervenci¨®n quir¨²rgica y 80.000 de costas. Zurich, la aseguradora del Instituto Madrile?o de Salud, se har¨¢ cargo del pago.