El arte de evadir

Mam¨¢ yo quiero saber / de d¨®nde son los cantantes¡±, reza la canci¨®n del Tr¨ªo Matamoros, un cl¨¢sico de la Trova Cubana. Gracias a los Papeles de Panam¨¢ me pregunto algo similar. De d¨®nde son los artistas. Mejor, los coleccionistas de arte. Al parecer, de ning¨²n sitio, si sitio es donde pagamos impuestos. Y a sus cuentas bancarias las llaman offshore, que podemos traducir como ¡°del otro barrio¡±, ¡°del otro mundo¡±. Ja.

El mercado de arte va a su aire, y mucho, desde finales de los 80, cuando los magnates empezaron a comprar obras como Los girasoles de Van Gogh. Los 15 girasoles del cuadro adquirido por el magnate Yasuo Goto en una subasta en Christie's no salen desde 1987 del rascacielos vertiginoso de la aseguradora Sompo de Tokio. Los expertos de arte no son ya los cr¨ªticos sino sus brokers y, ahora, sus ingenieros fiscales. Por ahora quiero decir que hoy lo sabemos. M¨¢s o menos. Algo cuentan los Papeles de Panam¨¢: los artistas modernos trabajaron duro y cumplieron con el arte, pero los propietarios de sus obras son de nota en el arte de invertir.

Es tanta la informaci¨®n del dossier obtenido por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigaci¨®n (ICIJ en sus siglas inglesas) y tantas las personas de relevancia p¨²blica por aqu¨ª y por all¨¢ implicadas que, tal vez, lo que prueba sobre el mundo del arte resulta insignificante en comparaci¨®n a c¨®mo se lo monta Putin, pongamos. Pero es indicativo de c¨®mo van las cosas del legado del arte moderno, en dinero y en lo simb¨®lico. Tiene su gracia que lo sepamos en este 2016, centenario de los Dada, los artistas europeos que se negaron a ir a la guerra, entonces en su apogeo, y al tiempo pusieron a caldo el mercadeo art¨ªstico del momento. Si levantaran la cabeza en el Cabaret Voltaire, renovado ahora en Zurich, los Dada se tronchar¨ªan.

El periodista Jake Bernstein ha elaborado un peque?o resumen. Los documentos revelan la identidad del propietario actual de Hombre sentado, pintado por Modigliani en 1918, dos a?os antes de morir. Desaparecido hace cinco a?os, ha sido el centro de una dura batalla judicial. Un empresario agr¨ªcola, nieto de un galerista jud¨ªo franc¨¦s expoliado en 1944, durante la ocupaci¨®n nazi de Par¨ªs, acusa a la familia Nahmad, c¨¦lebre en el mercado internacional de arte. Los Nahmad lo han negado una y otra vez durante estos cinco ca?os. Pero resulta que la oscura sociedad que figura como propietaria del Modigliani desde su subasta en Christie's en 1996, con el nombre de International Art Center, creado el a?o anterior, no tiene m¨¢s accionistas¡­ que la familia Nahmad y en particular, ahora mismo, el patriarca familiar, David Nahmad.

Sigamos con los cl¨¢sicos modernos. No se sabe bien qu¨¦ obras colecciona una buena parte del mundo del arte pero de lo que no hay duda es de que colecciona cuentas offshore. Algunos son herederos de artistas de alt¨ªsimo cach¨¦, como una de las nietas de Picasso, Marina. Otros son coleccionistas de trap¨ªo como la rama espa?ola de los Thyssen-Bornemisza, el magnate chino Wang Zhongjun, la influyente Ella Fontanals-Cisneros de Miami o los herederos de los griegos Basil y Elise Goulandris.

Y unos terceros son inversores llegados a este negocio por amor puro y duro al dinero y, tambi¨¦n ¡ªsi es que una cosa no va ligada a la otra¡ª para asegurar el futuro de las nuevas castas de los estados y gobiernos nacidos con el cambio planetario del mapa desde la ca¨ªda de los reg¨ªmenes comunistas a partir de 1989: as¨ª la familia del presidente de Azerbaij¨¢n, los Aliyeva; una de las hijas, Leyla, radicada en Londres, se mueve como un pez por las aguas internacionales de este negocio y acompa?a a menudo al pr¨ªncipe Andr¨¦s. Todos est¨¢n a la par en los Papeles de Panam¨¢. Da lo mismo si tu abuelo fue Picasso como si te acabas de enterar de quien fue Picasso.

Los Girasoles de Van Gogh, artista que en vida vendi¨® un solo cuadro, marcaron el punto de partida precisamente cuando se empezaba a gestar la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn. Lo supimos luego, claro, pero no deja de ser curioso. El periodista norteamericano Marc Spiegler escribi¨® en 2005 que el mercado del arte es ¡°el ¨²ltimo gran mercado no regulado del planeta¡±. Desde luego. Su cifra de negocios no ha parado de crecer desde entonces: unos 48.300 millones de euros en 2014. Aunque el a?o pasado baj¨® un poquito, al verse obligado el gobierno chino a dictar normas anticorrupci¨®n relativas a regalos suntuarios: en primer lugar figuraban obras de arte.

Merc¨¨ Ibarz es escritora y profesora de la UPF.