Cambiar los valores de la pol¨ªtica espa?ola

La intransigencia de C¡¯s y el af¨¢n de poder de Podemos han acabado dando a Mariano Rajoy y el PP una segunda oportunidad. Pero las elecciones del 26 de junio no ser¨¢n ni una repetici¨®n ni una segunda vuelta de las del 20 de diciembre pasado. Ser¨¢n una convocatoria excepcional y especialmente transcendente porque son la consecuencia y la evidencia del fracaso del sistema pol¨ªtico espa?ol. Fracaso para abordar la urgencia de su renovaci¨®n y, lo que es m¨¢s grave a¨²n, para aportar las soluciones necesarias e inaplazables que requiere la ciudadan¨ªa.

Los socialistas no podemos permitir que el pa¨ªs vuelva a cuatro a?os de austeridad y recortes que no han servido para mejorar la econom¨ªa y que han cargado el peso de la crisis sobre los m¨¢s d¨¦biles, a cuatro a?os de contrareformas en los derechos b¨¢sicos (laborales, sociales, civiles), a cuatro a?os de negarse a abordar la enorme crisis de relaci¨®n Catalu?a-Espa?a y de incapacidad para asumir la pluralidad pol¨ªtica y cultural de nuestra sociedad. Los socialistas tenemos que hacer lo imposible para que las nuevas elecciones sean la materializaci¨®n del cambio. No s¨®lo de gobierno y de pol¨ªticas sino tambi¨¦n un cambio profundo en los valores que presiden nuestra vida pol¨ªtica. Porque el PP nos ha tra¨ªdo una gesti¨®n cargada de imposici¨®n, de confrontaci¨®n est¨¦ril y de insensibilidad social. Tanta prepotencia e insolidaridad han acabado por abrir la puerta al populismo.

Todo ello no nos ha llevado a superar la crisis ni los problemas estructurales que nos abocaron a ella (modelo productivo, dualizaci¨®n del mercado laboral, organizaci¨®n territorial y administrativa, mercado de la vivienda ¡­), sino a poner en riesgo el estado del bienestar y a fracturar y polarizar la sociedad.

Por eso es urgente y vital invertir los valores pol¨ªticos actuales. Este cambio es el que los socialistas debemos querer explicar, liderar y garantizar a partir de nuestro compromiso electoral. Los valores de referencia de nuestro sistema pol¨ªtico tienen que ser precisamente los opuestos a los actuales: tienen que ser la igualdad, el di¨¢logo y la integridad.

Igualdad como fundamento de la dignidad individual, de la cohesi¨®n social y tambi¨¦n de la prosperidad. Di¨¢logo para alcanzar acuerdos, convivir en la diferencia e integrar las diferentes realidades e identidades de Espa?a. Y finalmente integridad, que significa transparencia, rigor y honradez, al tiempo que asunci¨®n de responsabilidades y, sobre todo, mirar de frente el ciudadano que representas, explicarle lo que vas a hacer y hacerlo. Esto es lo que defiendo y por eso me he propuesto presentarme a las primarias para encabezar la candidatura del Partit dels Socialistes de Catalunya.