Carta a Rosendo
El polit¨®logo aragon¨¦s, que reside en el mismo barrio que el m¨²sico, cree que su estatua ser¨ªa un auto-homenaje a los roqueros de la periferia de clase trabajadora que est¨¢n en paro
Estimado se?or Rosendo Mercado:
Le escribo esta carta p¨²blica como respuesta a la carta que usted remiti¨® de su pu?o y letra la semana pasada, v¨ªa Facebook, al Ayuntamiento de Madrid, donde indicaba que se opon¨ªa al gasto de colocar una estatua suya en una plaza de Carabanchel. Le escribo como vecino carabanchelero, no nativo, sino migrante ma?o, para ver si le puedo convencer de la necesidad de dicha estatua.
Hace siete a?os llegu¨¦, por motivos ajenos a la empresa, a Carabanchel Bajo y all¨ª decid¨ª formar mi vida. B¨¢sicamente porque era lo ¨²nico que me pod¨ªa pagar y porque all¨ª viv¨ªan mis colegas. Una tarde, sentados en una plaza de Opa?el, compartiendo una litrona, le pregunt¨¦ a uno de mis amigos por qu¨¦ un militar nazi como Agust¨ªn Mu?oz Grandes ten¨ªa una de las principales calles del barrio y, sin embargo, artistas como Rosendo no ten¨ªan ning¨²n reconocimiento p¨²blico. No hubo respuesta l¨®gica.
Hace cuatro a?os, el periodista brit¨¢nico Owen Jones, public¨® el libro Chavs. La demonizaci¨®n de la clase obrera (Ed. Capit¨¢n Swing) acerca de la clase trabajadora brit¨¢nica y su permanente ridiculizaci¨®n y burla desde los medios de comunicaci¨®n y las personas de clase media que incluso presum¨ªan de su filiaci¨®n izquierdista. Esas mismas personas tambi¨¦n existen en Espa?a. Se r¨ªen de los que escuchan a Camela, de los que ven Telecinco o de los que van al gimnasio a entrenar con un saco o entre las doce cuerdas. Miran por encima del hombro a aquel que, cuando le preguntan de d¨®nde es, no dice ¡°de Madrid¡± sino que ¨¦l es de Carabanchel, de Vallecas o de Aluche.
Resulta obvio que, en la capital de uno de los pa¨ªses europeos donde m¨¢s ha crecido la desigualdad, no se disponga de la misma identidad urbana en un barrio como Nueva Espa?a-Alberto Alcocer con un 6% de paro que en el barrio de San Crist¨®bal de los ?ngeles con un 28%, aunque ambos compartan la misma alcaldesa y la misma municipalidad administrativa.
Cuando uno viaja a Londres, uno disfruta de un seminario de historia paseando por sus calles. All¨ª, en la ciudad con m¨¢s estatuas, homenajes y placas, no solo se homenajea a reyes y a militares, especialistas en matar personas. Los escritores, los artistas y los m¨²sicos tambi¨¦n disponen del reconocimiento colectivo por servir como ejemplo para los que vendr¨¢n. Los vecinos de los barrios obreros del sur como Brixton o del oeste como Hammersmith presumen de David Bowie o The Who, respectivamente. Nosotros, los perif¨¦ricos meridionales presumimos de nuestros propios h¨¦roes y tambi¨¦n reclamo una estatua de bronce del ocho veces campe¨®n de Europa de boxeo Poli D¨ªaz en el Bulevar de Pe?a Gorbea de Vallecas y otra del premio Pr¨ªncipe de Asturias y campe¨®n de la Eurocopa Luis Aragon¨¦s en su barrio de Hortaleza. Aunque sea por suscripci¨®n popular y no con dinero p¨²blico. No faltar¨ªan donantes. F¨ªjese que en Filadelfia, en la escalinata del Museo de Arte, hay una estatua al boxeador Rocky Balboa ?y eso que ni siquiera existe!
Dice usted que siendo que su trabajo, hacernos felices, ya est¨¢ remunerado, no es necesario hacerle m¨¢s reconocimientos. Creo que, en realidad, no es solo un reconocimiento a usted, a sus canciones y a los novelistas berbiqu¨ª. Estamos hablando de un auto-homenaje a los roqueros de la periferia de clase trabajadora, que madrugan, que han perdido su trabajo, que les pagan un 25% menos que hace menos una d¨¦cada, que sufren con su Atleti o su Rayo, que padecen una peor educaci¨®n y sanidad p¨²blica y que vivir¨¢n casi tres a?os menos, de media, que los que viven en el distrito de Chamart¨ªn. Y hay en ocasiones que el onanismo simb¨®lico es justo y necesario.
Quiz¨¢, contra su voluntad, hayamos decidido que usted sea nuestro Sim¨®n Bol¨ªvar. D¨¦jenos, que aunque vivamos menos a?os, podamos fardar de su m¨²sica. Los s¨ªmbolos son musas que inspiran la ambici¨®n, sue?os de libertad.
Un abrazo.
Julio Embid es polit¨®logo y autor de ¡°Hijos del Hormig¨®n ?C¨®mo vivimos en la periferia sur de Madrid?¡± (Editorial La Lluvia).
Gepostet von Rosendo Mercado am Mittwoch, 27. April 2016
Gepostet von Rosendo Mercado am Donnerstag, 28. April 2016
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