Manel mudan de camisa sin cambiar de piel
La banda barcelonesa inicia en Banyoles la gira de 'Jo Competeixo'
Los colores cambian en relaci¨®n con la luz que reciben. En la penumbra un verde no es el mismo que a pleno sol. Manel son un color, un color b¨¢sico que parte del pop y del folk, pero que cambia a tenor del contexto, que en su caso es el paso del tiempo y las posibilidades que les ofrece para escapar de lo evidente, de lo consabido, de lo rutinario y ya inventado. Hace a?os sonaban a ukelele y a foc de camp ilustrado, y en la noche del viernes, en Banyoles, en el primero de sus conciertos de la nueva gira que se abre ante ellos, poco ten¨ªan que en apariencia con aquel grupo. Bueno, s¨ª, eran los mismos, y sus canciones siguen pautadas por melod¨ªas pop y sus letras contin¨²an narrando sin desmayo, pero parec¨ªa si no otro grupo, s¨ª una mutaci¨®n del mismo grupo, del mismo color ba?ado ahora por otra luz.
Su primer concierto estaba previsto en el claustro del monasterio de Sant Esteve, idea genial del festival a(ph¨°nica), que con ellos presentaba su programaci¨®n, que se desarrollar¨¢ en junio en la ciudad del museo Darder y del lago. Pero la lluvia lo impidi¨® y el coqueto Auditori apretuj¨® a cuatrocientos fieles que vieron y vivieron la evoluci¨®n de una banda que se asfixia si no se mueve, como las ballenas al varar, como algunos tiburones al nadar. Con un repertorio sostenido por una mayor¨ªa de nuevas composiciones, con Ai Dolors, en versi¨®n diferente que dificultaba que el p¨²blico la cantase, y Boomerang como ¨²nico testimonio de sus dos primeros discos, el cuarteto enhebr¨® sus canciones, de marcado acento electr¨®nico en disco, sin precisar excesiva parafernalia o arreglos imprevisibles. Apenas unas sencillas programaciones y el resto se sostuvo como siempre, con guitarras, bajo no en todas las piezas, bater¨ªa y cuatro voces. Los Manel de siempre pero distintos. Los Manel de ahora. Los nuevos Manel de cada nuevo disco.
Y lo cierto es que el concierto result¨® conceptualmente impecable, prescindiendo de algunos desajustes de sonido naturales en una primera actuaci¨®n, adem¨¢s cambiada de recinto a ¨²ltima hora. Qued¨® claro que temas como La serotonina o Sabotatge opositan a cl¨¢sicos, como lo hicieron anta?o Boomerang, Benvolgut, Quin dia feia amics o ese Teresa Rampell que cerr¨® la actuaci¨®n. Apenas diez y ocho canciones para dejar claro que a Manel s¨®lo se le pueden hacer fotos en movimiento, que conjeturar sus pasos es moneda al aire y que siguen pautando su propia existencia, desvi¨¢ndose del camino trillado hacia el estrellato. Hace a?os que est¨¢n en ¨¦l, pero con conciertos como el de Banyoles queda claro que no acampan en ese territorio como los dem¨¢s. Triunfar de forma sostenida no s¨®lo es una cuesti¨®n de talento, lo es tambi¨¦n de planteamiento.
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