Cuando el Ayuntamiento de Barcelona dijo ¡°no¡± al catal¨¢n
El pleno municipal rechaz¨® destinar 50 millones de pesetas a clases de primaria en esa lengua en 1975
Cuatro de marzo de 1975. El regidor Jacint Soler Padr¨® presenta una enmienda ¡ªen el debate de la aprobaci¨®n de los presupuestos de Barcelona de aquel a?o¡ª que supon¨ªa destinar 50 millones de pesetas para financiar clases de catal¨¢n en las escuelas de primaria. Algo posible porque ya lo preve¨ªa la Ley General de Educaci¨®n de 1970 ¡°como medio para lograr una efectiva incorporaci¨®n de las peculiaridades regionales al patrimonio cultural espa?ol¡±, seg¨²n describ¨ªa el texto. La ley exist¨ªa pero no se hab¨ªa avanzado demasiado en su aplicaci¨®n. La enmienda se present¨® al pleno y fue rechazada por 18 regidores, 9 votaron a favor y 7 se abstuvieron. Entre ellos el alcalde, Enric Mas¨®.
Los que votaron ¡°no¡± eran indiscutiblemente afectos al r¨¦gimen franquista, como Jos¨¦ G¨¹ell Ram¨®n, que en los a?os 80 se aline¨® con Alianza Popular; Pedro Salvat Virgili, que ya en democracia presidi¨® el C¨ªrculo Ecuestre; Rafael de Ferrater, que en las elecciones de 1977 se present¨® por Alianza Popular y Pedro Llorens, que andando los a?os recibi¨® la Creu de Sant Jordi (2003) y se convirti¨® en el presidente de la Confederaci¨®n de Comercio y pol¨ªticamente se situ¨® en la ¨®rbita de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya. Entre los que, por el contrario, votaron s¨ª a la enmienda del catal¨¢n estaban, adem¨¢s del promotor, el empresario Soler Padr¨®, el catedr¨¢tico de la UB Manuel Serra, Eduardo Tarragona, que en 1982 fue diputado por Alianza Popular, Manuel Altaba, catedr¨¢tico de la UB que en 1976 fue el primer teniente de alcalde con Josep Mar¨ªa Soc¨ªas Humbert y Eudaldo Trave que en 1982 fue secretario general de Alianza Popular en 1982 y miembro de la Sindicatura de Cuentas de la Generalitat entre 1984 y 1997.
?¡°No fue una votaci¨®n dirigida, cada uno expres¨® lo que pensaba. El rechazo a la enmienda del catal¨¢n provoc¨® la movilizaci¨®n social y tambi¨¦n el posicionamiento claramente contrario de algunas cabeceras de peri¨®dicos ¡ª'Un¨¢nime repulsa al no municipal sobre la ense?anza en catal¨¢n'- y la tibieza de otras ¡ª'No hay dinero para el catal¨¢n'¡ª¡± , explica Mart¨ª Mar¨ªn, historiador de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB) y autor de una tesis sobre los ayuntamientos catalanes durante el franquismo. Mar¨ªn es el comisario de la exposici¨®n 1975. Los regidores del NO al catal¨¢n que se puede ver en el patio del Palau de la Virreina de Barcelona hasta el 26 de junio y que ha sido promovida por el comisionado de Programas de Memoria del consistorio. Se ha realizado en el 41 aniversario de aquel sonado pleno municipal, no en 2015, a los 40 a?os redondos.
Los 18 regidores del no
Mariano Ganduxer Relats
Rafael Luj¨¢n L¨®pez
Jos¨¦ Canalda Vilache
Jos¨¦ Mar¨ªa Dot Bosch
Juan Abell¨¢n Hern¨¢ndez
Vicente Costa Ugeda
Rogelio Mir Mart¨ª
Jos¨¦ G¨¹ell Ram¨®n
Ram¨®n Torres Mu?oz
Jes¨²s Calvo Mart¨ªnez
Pedro Salvat Virgili
Antonio Ca?ellas Sid¨®s
Jos¨¦ Maria Tormo Magrans
Mercedes Carb¨® Colomer
Pedro Llorens Llorente
Vicente Febrer Solsona
Juan Caba?ero Alarc¨®n
Rafael de Ferrater Ramoneda
El ¡°NO¡± del Ayuntamiento de Barcelona result¨® chocante porque en aquellas mismas fechas la Diputaci¨®n de Barcelona, presidida por Joan Antoni Samaranch, promov¨ªa medidas similares: ¡°?l intentaba convencer al r¨¦gimen franquista de las ventajas de tolerar el catalanismo moderado. Probablemente no por convencimiento personal sino para dividir a la oposici¨®n¡±, considera Mart¨ª. As¨ª las cosas, el mismo Ayuntamiento que rechaz¨® el catal¨¢n rectific¨® inmediatamente. Un giro de 180 grados en el que intervino el entonces gobernador civil: Rodolfo Mart¨ªn Villa. ¡°Eran los ¨²ltimos compases del franquismo y se calculaban muy bien los movimientos¡±, sostiene el comisario de la muestra. La forma de rectificar del consistorio fue la creaci¨®n de tres comisiones ¡°para el fomento de la cultura catalana¡± con la dotaci¨®n econ¨®mica que planteaba Soler Padr¨® en la enmienda rechazada en el pleno. El que despu¨¦s se convirti¨® en un conocido empresario catal¨¢n era uno de los regidores ¡°sospechosos¡± del ayuntamiento franquista ¡ªelegido como representante de la Universidad de Barcelona¡ª tal como destacaban los informes del Gobierno Civil preceptivos en los nombramientos de los ediles.
Una designaci¨®n de cargos electos que estaba totalmente controlada. De los 35 regidores que formaban el consistorio en marzo de 1975, la mayor parte eran militantes de Falange Espa?ola de las JONS (FET-JONS), o ten¨ªan cargos en el Sindicato Vertical o se consideraban ¡°adictos¡± al r¨¦gimen. Adem¨¢s de Soler Padr¨®, los informes gubernativos dec¨ªan de Manuel Altaba Font, catedr¨¢tico de la UB, que ¡°pol¨ªticamente no es de confianza¡±.
La elecci¨®n de los ediles se hac¨ªa por tercios: el que promov¨ªa la Organizaci¨®n Sindical Espa?ola ¡ªsobre una lista que confeccionaba el alcalde y las jerarqu¨ªas sindicales¡ª, el familiar ¡ªintegrado por los electores cabezas de familia y desde 1970 las mujeres casadas¡ª y el llamado corporativo que era supervisado directamente por el gobernador.
Actas de votaciones e informes del Gobierno Civil de turno de los regidores, adem¨¢s de las informaciones que aparec¨ªan en la prensa, han sido las fuentes de documentaci¨®n b¨¢sicas para la preparaci¨®n de la muestra que tiene un sencillo formato (plafones) y acaba con una peque?a instalaci¨®n en el que se escucha la canci¨®n 18 Jutges que compuso La Trinca sobre el affaire de los 18 regidores que votaron no.
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