El legado de Miquel Caminal
Defendi¨® un federalismo pluralista desde par¨¢metros socialistas radicales y la necesidad de que la pol¨ªtica intervenga en la econom¨ªa para garantizar al mismo tiempo la libertad y la igualdad
La memoria, afortunadamente, es selectiva, nos acordamos de todo aquello que vale la pena recordar, de ah¨ª que al cumplirse dos a?os del fallecimiento del profesor Miquel Caminal (1952-2014), conviene rememorar sus ideas pol¨ªticas como a?orado homenaje y aportaci¨®n a la vez a la cultura democr¨¢tica, siempre fr¨¢gil y acechada por numerosos enemigos. Miquel Caminal fue una voz al respecto autorizada porque en ¨¦l se dio la rar¨ªsima combinaci¨®n de una persona con una gran vocaci¨®n pol¨ªtica sin una malsana ambici¨®n de poder. Esta, creo, fue la clave de su gran lucidez pol¨ªtica y acad¨¦mica y de su magisterio en todos aquellos que tuvimos el honor de compartir su trayectoria pol¨ªtica, personal y acad¨¦mica. No le interes¨®, en lo m¨¢s m¨ªnimo, ni el poder por el poder ni el dinero. Por ello pudo reflexionar desde la plena libertad y sin servidumbres de ning¨²n tipo.
?Cu¨¢les fueron las dos concepciones nucleares de su pensamiento pol¨ªtico? En mi opini¨®n, su concepci¨®n del federalismo como federalismo pluralista desde par¨¢metros socialistas radicales y, en segundo lugar, su visi¨®n de la democracia como un proceso hist¨®rico en el que la gradual eliminaci¨®n de los privilegios es el factor decisivo y su corolario: es ¨¦ticamente inadmisible y pol¨ªticamente rechazable que el desarrollo / bienestar de unos sea a costa del subdesarrollo / malestar de otros. Estas dos ideas clave: federalismo pluralista y democracia avanzada est¨¢n intr¨ªnsecamente unidas por un hilo conductor: solo conseguiremos la paz con nosotros mismos y con la naturaleza (de la cual formamos parte) cuando seamos capaces de construir una sociedad libre de alienaciones y de la explotaci¨®n entre seres humanos. Una sociedad de hombres tan iguales como libres en el que el pleno desarrollo de sus potencialidades reinvierta directamente en el bienestar colectivo.
Estas son ideas-fuerza de la izquierda a las que se opone el pensamiento gen¨¦rico de derechas: los seres humanos son desiguales por naturaleza, opinan, y esas desigualdades son socialmente ¨²tiles; las desigualdades son el precio que hay que pagar por la libertad, pretender la igualdad es un quimera inalcanzable. A este tema nodal de c¨®mo compaginar libertad e igualdad, Miquel Caminal dedic¨® muchas horas de an¨¢lisis desde su formaci¨®n de economista, en lo que ¨¦l denomin¨® la ¡°democracia econ¨®mica¡±, siguiendo los estudios del eminente polit¨®logo Robert A. Dahl.
Ambos autores coinciden en que la democracia adquiere una dimensi¨®n avanzada en la medida en que el pluralismo alcanza el terreno de la econom¨ªa y de la pol¨ªtica, y en el que existe una relaci¨®n directa entre profundizaci¨®n de la democracia y transparencia y pluralismo. De lo que se deriva la consiguiente pregunta: ?podemos continuar hablando de libertad en una sociedad d¨®nde las cuotas de desigualdad aumentan exponencialmente en coyunturas econ¨®micas depresivas? Siendo obvio que a mayor desigualdad de la distribuci¨®n de los recursos econ¨®micos se corresponde una desigual distribuci¨®n del poder.
Por todo ello, Miquel Caminal propugnaba que la pol¨ªtica deb¨ªa intervenir, decisivamente, en materia econ¨®mica para que pudiera compaginarse, seg¨²n criterios democr¨¢ticos, igualdad y libertad. Y afirmaba que la democracia econ¨®mica debe fundamentarse seg¨²n el principio de igualdad de oportunidades en relaci¨®n con la propiedad y el trabajo, ya que la igualdad deriva, sustancialmente, de las propias condiciones econ¨®micas, las oportunidades sociales y el acceso al conocimiento.
Democracia econ¨®mica y federalismo pluralista, ambos conceptos se complementan. Una rep¨²blica justa y ben¨¦fica es aquella en la que todos los ciudadanos han recuperado, plenamente, su soberan¨ªa: pol¨ªtica, social, econ¨®mica y cultural, puesto que ¡ªen esto tienen raz¨®n los liberales¡ª una gran concentraci¨®n del poder siempre tiene efectos perversos. El federalismo pluralista propugna un libre pacto de ciudadanos participativos que reflexionan colectivamente sobre todo aquello que les afecta colectivamente y toman decisiones que ejecutan sus representantes. Un libre pacto entre iguales que admita las plurinacionalidades y las pluriidentidades como factores enriquecedores de una convivencia democr¨¢tica que rechaza los privilegios y las desigualdades extremas.
Como colof¨®n a todo lo expuesto recordemos que Caminal inici¨® su ¨²ltima conferencia el 30 de octubre de 2012 en Sevilla citando a Blas Infante : ¡°S¨®lo la mutua libertad es base del respeto mutuo: y solo este respeto puede ser base de un rec¨ªproco amor. ?nicamente puede existir ese amor y comprensi¨®n mutua, que vendr¨ªan a traducirse en la conciencia supernacional de Iberia federada, cuando la libertad de todas las regiones provea a cada una de ellas de un Poder privativo, que sobre su propio inter¨¦s venga a pactar libremente con los dem¨¢s Poderes regionales¡±.
Joan Ant¨®n Mell¨®n es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad de Barcelona.
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