M¨²sica para amansar a la desmemoria
355 enfermos de Alzheimer luchan contra su enfermedad en un programa del Auditori
Es probable que dentro de muy poco ya no recuerden el buen rato que pasaron el martes en el Auditori de Barcelona, pero los 20 enfermos de Alzheimer que participaron en una de las sesiones del programa Apropa¡¯t entraron con rostros m¨¢s bien inexpresivos, cuando no serios y ausentes, y salieron con una sonrisa de oreja a oreja. Dos horas de una actividad musical completamente nueva para 18 mujeres y dos hombres que, sobre todo, supon¨ªa romper con una vida rutinaria de personas que est¨¢n en un grado medio y leve del desarrollo de la enfermedad.
Una experiencia que se ha iniciado esta temporada en el Auditori y por la que han pasado ya 355 personas que sufren Alzheimer vinculadas a una veintena de residencias, centros de d¨ªa, fundaciones y asociaciones de Barcelona y de otras ciudades del entorno metropolitano.
En el foyer del Auditori y ante tres estudiantes de la Escuela Superior de M¨²sica ¡ªpiano, flauta y voz¡ª se sienta el grupo de participantes en la actividad y sus acompa?antes. Suena una Nana de Manuel de Falla. Por las caras, est¨¢ claro que no la reconocen o no les dice nada. ¡°Era aquel se?or calvo que aparec¨ªa en los billetes de cien pesetas, ?se acuerdan?¡±, les pregunta Oriol Casals, el musicoterapeuta que dirige las sesiones. Algunos asienten; otros, no. La segunda canci¨®n que interpretan ¡ªCielito Lindo¡ª ya les suena y algunos la empiezan a tararear. ¡°A ver si adivinan cu¨¢l es la siguiente¡±, les plantea Casals. A los primeros compases, la identifican sin dudar: La Paloma. Con las notas de All¨¢ en el Rancho Grande, el ambiente se va animando y quien m¨¢s quien menos la canta, aunque hay caras que reflejan estar en otra parte. Los hay que se limitan a seguir el ritmo con los pies. Le sigue la copla A la lima y al lim¨®n y el broche final es La Bamba, con la que algunas, las m¨¢s lanzadas, se levantan y dan unos pasos.
¡°Es una actividad muy adecuada para los enfermos que tienen una movilidad buena y cierta autonom¨ªa. Supone tener que desplazarse al Auditori, en autocar o en taxi, por lo que no pueden participar las personas que se desorientan o tienen m¨¢s limitaciones¡±, explica el musicoterapeuta. ¡°Suelen reconocer las melod¨ªas, especialmente las que son las de su juventud; es normal porque la m¨²sica provoca emociones y esa es la parte cerebral, la de la emotividad, que suele ser la ¨²ltima en resultar afectada por el deterioro que provoca la enfermedad¡±, a?ade el experto.
Aplicando ese criterio, el programa que se hace en el Auditori suele buscar canciones que conozcan: ¡°No nos sirve que ahora sean canciones muy famosas: les tiene que evocar a ellos algo, si no, no sirve¡±, a?ade, completamente convencido de que la m¨²sica es una terapia total porque relaja y potencia movimientos: ¡°Claro que la memoria no se recupera pero s¨ª la respuesta emocional y se consigue que sean m¨¢s participativos¡±. En definitiva, se busca su bienestar.
Despu¨¦s de la sesi¨®n de las canciones, sigue la actividad y todo el grupo entra en la sala Pau Casals del Auditori donde la OCB est¨¢ ensayando el que ser¨¢ el ¨²ltimo concierto de esta temporada con el director, Kazushi Ono, al frente. Se trata de la Misa de Leonard Berstein. Despu¨¦s de estar un rato siguiendo el ensayo ¡ªno con demasiada atenci¨®n¡ª, todo el grupo va a otro de los espacios del edificio en el que ellos se convierten en m¨²sicos. Violines, timbales, un chelo, guitarras, maracas y xil¨®fonos son repartidos entre el grupo. ¡°Vamos a crear nuestra propia orquesta¡±, les dice Casals, que les anima a tocar los instrumentos con, otra vez, canciones de su vida como, Cachito o Adi¨®s con el coraz¨®n. Ahora est¨¢ claro que, pr¨¢cticamente todos, se lo est¨¢n pasando en grande. Los instrumentos son reciclados de la orquesta y afinados de manera que no suene fatal, aclara el musicoterapeuta. El resultado, aunque parezca dif¨ªcil creerlo, no hace da?o a los o¨ªdos.
Las personas que participaron en el programa del Auditori el pasado martes viven con sus familias y un par de d¨ªas a la semana acuden al centro Gest¨ªmul, de L¡¯Hospitalet del Llobregat. ¡°Intentamos buscar actividades que tengan un beneficio inmediato y la musicoterapia es una de las m¨¢s efectivas. Aunque es muy posible que dejen de recordarlo dentro de poco, el beneficio de la salida es indiscutible¡±, explica Berta Murillo, directora t¨¦cnica de ese centro que fue quien alquil¨® el autocar para trasladar al grupo.
La actividad del Auditori es pr¨¢cticamente gratuita; los que participan pagan tres euros. ¡°Lo m¨¢s complicado y caro es el transporte y eso frena algunas de las salidas; estamos buscando alg¨²n patrocinador que ayude a costearlo¡±, apunta Sonia Gainza, directora del programa Apropa¡¯t del centro. El de enfermos de Alzheimer es el programa social que se ha estrenado en esta ¨²ltima temporada. Llevan ya cuatro a?os con otra actividad similar para discapacitados mentales. ¡°Las limitaciones que tienen nuestros programas, especialmente el del Alzheimer, es el n¨²mero de acompa?antes y, sobre todo, el transporte. Pero si conseguimos vencer esas cuestiones podemos acoger a m¨¢s gente¡±, a?ade. Antes de poner en marcha el programa Apropa¡¯t, el Auditori pon¨ªa a disposici¨®n butacas para los conciertos a tres euros: ¡°Pero nos dimos cuenta de que eso no serv¨ªa porque ni la actividad se adaptaba a lo que necesitan ese tipo de enfermos ni tampoco los horarios¡±.
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