Metro quiere llevar su centro de mando y su museo a la plaza de Castilla
El Colegio de Arquitectos ha convocado un concurso internacional para llevar a cabo la reforma de las actuales instalaciones
La Compa?¨ªa Metropolitana de Madrid quiere convertir sus instalaciones de la plaza de Castilla (con una extensi¨®n de 1,8 hect¨¢reas) en su gran centro de mando. Lo que en un tiempo fue cabecera de la L¨ªnea 1, y que hoy son unas cocheras en desuso desde 2013, albergar¨¢ el Centro Integral de Transporte, que incluir¨¢ el museo del ferrocarril suburbano madrile?o, el centro de mando y las oficinas centrales. El Colegio Oficial de Arquitectos ha convocado un concurso de proyectos para llevar a cabo la remodelaci¨®n y que se fallar¨¢ el 30 de este mes. La iniciativa ha despertado recelos en asociaciones de defensa patrimonial.
Detr¨¢s de las Torres Kio, en un espacio de 160 metros de longitud por 110 metros de ancho bajo estructuras con techos en forma de sierra rematadas por cinco picos, las instalaciones de Metro cuentan all¨ª con 22 hangares, a los que acceden otros tantos pares de v¨ªas f¨¦rreas. La compa?¨ªa contempla ubicar all¨ª su museo, su sede central -hoy en la calle de Cavanilles-, tambi¨¦n el puesto subterr¨¢neo de comando de los ferrocarriles ¨Choy en Alto del Arenal, Vallecas-, as¨ª como el control que rige la red de estaciones, desde ascensores a escaleras mec¨¢nicas. Completar¨¢ la iniciativa un estacionamiento de autom¨®viles.
El problema es que a¨²n no existe el visto bueno para la tramitaci¨®n oficial completa del proyecto -especialmente la distribuci¨®n de los espacios interiores- que deber¨¢ ser consensuada en el seno del Consorcio de Transportes, donde el Gobierno regional y el Ayuntamiento deciden en paridad.
Las instalaciones se encuentran situadas entre las calles de San Benito, San Aquilino, la de las Magnolias y la Avenida de Asturias. Datan de 1966. Muestran una arquitectura inspirada en dise?os fabriles n¨®rdicos, orientados al norte para aprovechar la luz difusa y sin reflejos. Su estructura fue copiada en la estaci¨®n barcelonesa de Can Boixerau.
Contradicci¨®n
¡°La propiedad¡±, seg¨²n Juan Bravo, consejero-delegado de Metro, ¡°est¨¢ abierta a cualquier opci¨®n de proyecto incluida la conservaci¨®n de la arquitectura preexistente¡±, precisa- ¡°ya que ser¨¢ el Colegio de Arquitectos quien decida qu¨¦ se llegar¨¢ a hacer sobre el recinto metropolitano¡±. Esta afirmaci¨®n la contradice un ¡°proyecto de demolici¨®n elaborado por Metro, que mantiene el muro perimetral de f¨¢brica de cierre del solar, si bien dentro del alcance del presente concurso se deber¨¢ contar con su demolici¨®n y plantear una nueva soluci¨®n para resolver el per¨ªmetro del ¨¢mbito dentro de la propuesta a nivel urbano¡±, seg¨²n se establece en las bases del concurso presentadas a los concursantes.
Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga, decano del Colegio de Arquitectos, subraya por su parte: ¡°M¨¢s que un concurso de ideas es un concurso de proyectos¡±. Su dotaci¨®n final al ganador ser¨¢ de 1.863.771,75 euros. Y a?ade: ¡°No me consta que las naves de las cocheras est¨¦n protegidas o catalogadas¡±.
Por su parte Juan Bravo destaca: ¡°Lo ¨²nico que falta por aprobar es la distribuci¨®n de las volumetr¨ªas y de los espacios interiores¡±. La superficie a construir abarcar¨ªa 18.000 metros cuadrados, apunta. Incluir¨ªa tres torres, una tercera parte de cada una podr¨ªa ser destinada a alquileres o usos comerciales. La previsi¨®n es destinar 1.712 metros cuadrados a dotaciones municipales. ¡°Ser¨ªa deseable que en el interior del nuevo espacio creado existiera una zona ajardinada de libre acceso al p¨²blico, semejante a la que posee el Colegio de Arquitectos de la calle de Hortaleza¡±, a?ade Bravo, exconcejal de Hacienda con Alberto Ruiz Gallard¨®n.
La probable demolici¨®n de la construcci¨®n, exponente de la arqueolog¨ªa industrial madrile?a, inquieta a algunas personas y entidades de defensa del patrimonio arquitect¨®nico de la ciudad. Es el caso de la asociaci¨®n ¡°Madrid, Ciudadan¨ªa y Patrimonio¡±, involucrada ahora en otra lucha, la de salvar de la piqueta las cocheras de Metro en Cuatro Caminos, dise?adas por Antonio Palacios R¨¢milo, arquitecto del ferrocarril metropolitano y autor de importantes edificios madrile?os como el palacio de Comunicaciones o el C¨ªrculo de Bellas Artes.
Las dudas surgen ahora en torno a si existe un hilo conductor ¡°pol¨ªtico¡± entre las cocheras de Cuatro Caminos (donde m¨¢s de 400 cooperativistas hab¨ªan adquirido los terrenos a Metro para levantar sus casas, pero que han sido paralizadas por el Ayuntamiento por incumplir el plan general) y las de la plaza de Castilla. Para el arquitecto ?lvaro Bonet, portavoz de Madrid Ciudadan¨ªa y Patrimonio, ¡°los planes generales de ordenaci¨®n tratan de equilibrar el urbanismo de la ciudad de Madrid¡±. Y agrega: ¡°Cuando una entidad como Metro impone condiciones a ese plan, est¨¢ alterando el fin equilibrador del planeamiento urbano¡±. No obstante, hay un plan especial, que data de 2013, aprobado por el Ayuntamiento bajo el mandato de Ana Botella, que autorizaba la construcci¨®n de las torres en la plaza de Castilla.
A juicio de Bonet, la decisi¨®n de llevar a la plaza de Castilla el museo del Metro ¨Chay hasta 12 series, de hasta 40 vagones, usados a lo largo de la historia metropolitana- ¡°parece una rabieta de la Compa?¨ªa del Metro ante el varapalo legal que ha recibido por actuar de manera ilegal en las cocheras de Cuatro Caminos¡±.
Y subraya: ¡°desenraizar el futuro Museo del Metro del lugar natural que debiera ocupar, en las cocheras de Cuatro Caminos, y llev¨¢rselo a la plaza de Castilla implicar¨¢ transgredir el principio de autenticidad, de ubicaci¨®n original que debiera tener un bien, como es el caso de las cocheras de Antonio Palacios, las primeras y m¨¢s importantes por ¨¦l creadas¡±. Adem¨¢s, se?ala ¡°meter en la plaza de Castilla sus oficinas centrales, puesto de mando y control de instalaciones reducir¨¢ mucho el espacio para el propio museo, que necesitar¨¢ de amplia instalaci¨®n para exhibir las 12 series de trenes, casi 40 vagones, que ahora conservan en Arganzuela¡±. Fuentes municipales destacan por su parte: ¡°Mientras no haya nada ilegal no debemos pronunciarnos al respecto¡±.
La incertidumbre planea en torno a si las opciones alternativas incluidas en los proyectos arquitect¨®nicos deben necesariamente pasar por la demolici¨®n en la plaza de Castilla de este vestigio de la arqueolog¨ªa industrial de la ciudad de Madrid, considerada esta hist¨®ricamente como uno de los polos industriales m¨¢s importantes de Espa?a.
Cinco proyectos ser¨¢n seleccionados por un jurado formado por Gobierno regional, Ayuntamiento y Colegio de Arquitectos, que emitir¨¢ su fallo el 30 de junio. Cada uno de los seleccionados percibir¨¢ 10.000 euros. Pero lo har¨¢n sin que se sepa a¨²n cu¨¢l va a ser la precisa distribuci¨®n espacial interior de los 18.000 metros cuadrados edificables: ¡°todo parece recordar a las operaciones inmobiliarias del pasado inmediato, que tantos disgustos nos han deparado a los madrile?os¡±, dice un vecino, Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez, residente en la cercana avenida de Asturias.
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