Yogures con vida de perro

En pocos d¨ªas, una prenda de abrigo viajar¨¢ desde Zwolle (Overijssel, Holanda) a la perrera de Ordes (A Coru?a). La destinataria del paquete es Pipa, una veterana de cinco a?os y cinco kilos cuya barbuda estampa decora desde hace d¨ªas los yogures enteros de fresa de la marca ecol¨®gica Casa Grande de Xanceda.

Queda demostrado una vez m¨¢s que la mala suerte, aunque lo parezca, no es eterna, y que atribuirla a rachas pasajeras no es una forma in¨²til de consuelo. Los yogures de esta empresa gallega no llegan a los Pa¨ªses Bajos, pero las redes sociales alcanzan el infinito, y un d¨ªa la foto de esta perra rubia de ojos tristes se abri¨® como un rel¨¢mpago en el ordenador de Iday, que vive en Zwolle con sus ni?os de tres meses, cuatro y siete a?os. Iday quer¨ªa adoptar un can, pero en su pa¨ªs no se abandonan 293 al d¨ªa, como sucede en Espa?a seg¨²n el ¨²ltimo balance de la Fundaci¨®n Affinity (106.781 perros en 2014, adem¨¢s de 33.418 gatos, de los que un 12% son sacrificados).

Como la distancia es mucha y el cambio va a ser dr¨¢stico, a la holandesa se le ocurri¨® lo de enviar antes una prenda: una manta o un jersey que lleve tiempo en su casa y que haya pasado por las manos de todos. En la espera ¡ªhasta el d¨ªa en que viaje, a finales de julio, en un transporte especial¡ª Pipa dormir¨¢ enroscada en ese retazo del mundo que le aguarda. Y el olor de esa casa que es su segunda oportunidad quedar¨¢ grabado en su pituitaria como un viejo conocido.

Aunque sea lejos, Pipa es la primera en encontrar casa entre los ocho canes adultos elegidos por la Asociaci¨®n de Amigos da Canceira (¡°perrera¡±, en gallego) de Ordes para protagonizar la primera campa?a de adopci¨®n que se emprende a trav¨¦s de los envases de yogur. Tambi¨¦n la primera en garantizar su supervivencia, ahora que la peque?¨ªsima protectora est¨¢ desbordada. Hace pocos d¨ªas, cuenta un miembro del colectivo que atiende las instalaciones municipales que dan servicio a toda una comarca a medio camino entre Santiago y A Coru?a, el Ayuntamiento pidi¨® a la asociaci¨®n que coloque ya mismo ¡°al menos 10 perros¡±. Un portavoz del consistorio dice que se prepara ¡°una campa?a urgente de concienciaci¨®n en busca de adoptantes o, por lo menos, de casas temporales de acogida¡± para evitar dar un paso nunca visto en este refugio: los sacrificios. La primera en morir ser¨ªa Mela, que no aparece en los yogures porque sufre una sarna incurable que hay que tratar todos los meses.

Los l¨¢cteos de esta marca fundada en Mes¨ªa (A Coru?a) en torno a una casona del siglo XVIII llegan a buena parte de Espa?a a trav¨¦s de grandes superficies y de peque?as tiendas ecol¨®gicas. Adem¨¢s de Pipa, en la campa?a ¡°Un can, un amigo¡± (que tiene otra de sus facetas en las charlas que da la protectora por los colegios) aparecen retratados Bruno, Morfeo, Jimmy, la cazadora Lissy, Ori¨®n, Trufa y Sil, hallado la noche de Fin de A?o. Estaba atrapado en una cuneta, y al principio no se dejaba tocar, probablemente por el recuerdo de una mano que le pegaba. Ahora viaja por el pa¨ªs en el yogur natural desnatado.

Bruno, protagonista de los enteros de vainilla, es el candidato a la adopci¨®n que se est¨¢ haciendo m¨¢s famoso porque su sabor es el que tiene mayor demanda. Apareci¨® tambi¨¦n abandonado en una carretera, y cuando lleg¨® a la perrera de Ordes parec¨ªa que el miedo a la especie humana acumulado en sus dos a?os de vida era insuperable. ¡°Le ladraba absolutamente a todo, era desconfiado. Pero al final se revel¨® como una aut¨¦ntica joya, obediente, inteligente¡±, describe Jessica Rey, que trabaja en Casa Grande como responsable de marketing y visitas y a la vez es, como otros vecinos de la zona, socia de Amigos da Canceira.

Ella tuvo la idea de usar los yogures para propagar la realidad de los residentes en la perrera. Le sonaban las campa?as en busca de desaparecidos, v¨ªa tetrabrick, en Estados Unidos, y rastre¨® por internet algo semejante sobre adopciones caninas. Se top¨® con el ejemplo de Kombucha Dog, una bebida de t¨¦ dulce fermentado con cultivos de bacterias y levadura que se embotella en Los ?ngeles. El refresco se puso de moda, no se sabe si por la carga antioxidante que promete o por la galer¨ªa de fotos de perro que luce en sus etiquetas blancas. Ha hallado familia para m¨¢s de 100.