Una fundaci¨®n de la UB fulmina un m¨¢ster tras detectar anomal¨ªas
Una alumna denunci¨® que no hab¨ªa clases ni plan de estudios
Ni horarios, ni plan de estudios, ni clases. Con ese panorama se encontr¨® la estudiante venezolana Elizabeth Vaamonde cuando lleg¨® a Barcelona para iniciar un m¨¢ster de negocios (MBA) en la Graduate School of Management in Barcelona (GSM), una escuela privada vinculada a la Fundaci¨®n IL3 de la Universidad de Barcelona (UB). A ra¨ªz de la queja que expuso la joven, la UB ha confirmado a EL PA?S que ¡°el a?o que viene no ofertar¨¢ este m¨¢ster porque no cumple con los requisitos de excelencia¡± exigidos por la instituci¨®n.
Elizabeth eligi¨® este MBA, que cuesta unos 6.800 euros, al ver que contaba con el apoyo y la certificaci¨®n de la UB. De hecho, en la p¨¢gina web de GSM y de la propia UB se especifica que el centro responsable e impulsor del m¨¢ster es el IL3-UB, un instituto de formaci¨®n continua de la universidad barcelonesa. Seg¨²n un portavoz de la UB, el m¨¢ster era externo ¡ªni la gesti¨®n ni los docentes eran de la UB¡ª y el IL3 s¨®lo exped¨ªa la certificaci¨®n.
Antes de trasladarse a Barcelona, la alumna realiz¨® un dep¨®sito de 3.000 euros para reservar la plaza. Una semana antes de la fecha indicada para comenzar las clases, intent¨® ponerse en contacto con la GSM para confirmar el d¨ªa, lugar y horario de inicio de curso, pero no recibi¨® respuesta. El 10 de septiembre, cuando deb¨ªan comenzar las clases, se present¨® en las oficinas de la GSM y se las encontr¨® cerradas.
La ¨²nica explicaci¨®n que le dieron varios d¨ªas despu¨¦s de la fecha estipulada para empezar el curso es que ¡°se retrasaba el inicio de las clases porque algunos estudiantes hab¨ªan tenido problemas con los visados¡±. Adem¨¢s, seg¨²n relata la joven, la directora de GSM, Tatiana Kompanients, le exigi¨® pagar el alojamiento que ofertaban desde la GSM. ¡°Desde el primer momento, dije que yo no estaba interesada en el alojamiento que me ofrec¨ªan porque yo ven¨ªa a Barcelona con mi novio y quer¨ªamos alquilar un piso por nuestra cuenta¡±, explica la joven. La directora del centro, con la que este diario ha intentado contactar sin ¨¦xito, es administradora tambi¨¦n de dos empresas inmobiliarias y de un operador tur¨ªstico para universitarios.
Unos 20 d¨ªas despu¨¦s, comenzaron las clases. Pero de cinco d¨ªas que era el horario lectivo, ¡°s¨®lo se daban dos¡±. ¡°Ni siquiera era una escuela. Era un cuarto con sillas en un piso. Y me pareci¨® raro que todos los alumnos fueran de Kazajist¨¢n. Me sent¨ªa estafada¡±, explica Elizabeth.
La joven denunci¨® su situaci¨®n al IL3 y a la UB, quienes le recomendaron cambiarse de m¨¢ster. Despu¨¦s de un largo periplo, consigui¨® adem¨¢s que le devolviesen parte del dep¨®sito (2.200 euros). El GSM le retuvo 722 por gestiones como cargos bancarios, preparaci¨®n de documentaci¨®n o env¨ªos de emails. Elizabeth elev¨® la queja al S¨ªndic de la UB.
¡°Estoy segura que lo que yo viv¨ª con este m¨¢ster es consecuencia de una situaci¨®n irregular Se ofrece un programa que no cumple con los est¨¢ndares de la UB y ha pasado desapercibido por las caracter¨ªsticas espec¨ªficas de la mayor¨ªa de los alumnos¡±, denuncia la joven. Fuentes consultadas por EL PA?S aseguran que la GSM no estaba sometida a ning¨²n tipo de control peri¨®dico en el ¨¢mbito acad¨¦mico o de calidad por parte del IL3.
Con todo, aunque la UB no ha explicado qu¨¦ tipo de anomal¨ªas se han detectado para decidir suspender el m¨¢ster, un portavoz ha indicado que ¡°a ra¨ªz de la queja, la ¨²nica que ha recibido la UB por este m¨¢ster, se toma la decisi¨®n de anularlo¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.