Los p¨¢jaros

¡°?Comienza la sesi¨®n!¡± ha anunciado la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, con esa determinaci¨®n de la gente a la que le gusta mandar, y as¨ª se ha puesto en marcha la sesi¨®n de control al Govern m¨¢s pe?azo, m¨¢s latazo, m¨¢s anodina, m¨¢s insustancial, mas ruedihamsterizada, m¨¢s ruinosa a fuerza de desgastados pretextos, trucos y triqui?uelas, m¨¢s descre¨ªda de sus propias falsedades, m¨¢s alica¨ªda por la inminencia del veraneo, m¨¢s desgastada por la incapacidad no ya de inventar sino de creer, en resumen, m¨¢s in¨²til de todo lo que llevamos de legislatura, y puede que de historia universal en fasc¨ªculos coleccionables. No es que lo que pase dentro del hemiciclo est¨¦ alejado de la realidad, es que ha creado su propia realidad y ha acabado dependiendo de ella para existir. Pero no es lo mismo siete millones y medio de existencias que 135 existencias. Lo peque?o es hermoso, lo dijo Schumacher, pero tambi¨¦n dicen las mar¨ªas en los encantes que lo peque?o aprieta. Y eso es lo que se ha confirmado este mi¨¦rcoles, que el Parlament le viene peque?o a la sociedad. O por decirlo de otra manera: no da la talla.

No da la talla porque cada vez que la oposici¨®n le pregunta a un conseller por algo de falta de camas en hospitales, de familias en la calle, de trabajar en condiciones..., la respuesta es sistem¨¢ticamente la misma: compartimos el an¨¢lisis, el diagn¨®stico, y actuar es una prioridad del Govern, y estamos en ello, pero es que Espa?a no nos deja. Esto, cuando se les interpela desde la izquierda. Ante el resto, derecha y epicenos, se va directo a la descalificaci¨®n sin necesidad de compartir moralmente nada. Porque, por supuesto, se trata de una cuesti¨®n moral. No es lo mismo luchar por un mundo m¨¢s justo para poder comer cada d¨ªa que luchar por un mundo m¨¢s justo para poder dormir por las noches. La mentira se ha instalado en el tu¨¦tano de las palabras, y por eso cuando, ante la denuncia de una injusticia, los consellers responden que comparten el an¨¢lisis enga?an de una manera profundamente moral, pues lo que comparten no es el an¨¢lisis sino la descripci¨®n.

La pol¨ªtica descriptiva es a la pol¨ªtica anal¨ªtica lo que un taxidermista a un ornit¨®logo. Taxidermismo es reparar en que esta ma?ana, la misma en que ha muerto el Lebrijano (cantaor gitano, que en 1976 sacudi¨® el flamenco con el disco Persecuci¨®n, donde cantaba la persecuci¨®n secular de su pueblo), el cantautor Llu¨ªs Llach (diputado por JxS¨ª) haya interpelado a la consellera de la Presidencia y miembro de su grupo parlamentario, Neus Munt¨¦, para denunciar la persecuci¨®n de la que es objeto el proceso. Ornitolog¨ªa es cazar al vuelo las palabras del conseller de Empresa y Conocimiento, Jordi Baiget, a la diputada de CSQP, Hort¨¨nsia Grau, cuando esta le ha pedido que se moje respecto a las energ¨ªas renovables, y el conseller ha dicho que la autocr¨ªtica ten¨ªan que hac¨¦rsela ¡°todos, pero todos, ?eh?, el Govern y toda la sociedad¡±. Pero es que hay pol¨ªticos que creen no tener la sociedad que se merecen. Los de derechas de toda la vida.