100 a?os sin el padre de la Gran V¨ªa
El tres veces alcalde Nicol¨¢s Pe?alver y Zamora ide¨® la arteria que termin¨® inaugurando Jos¨¦ Francos Rodr¨ªguez
Nicol¨¢s Pe?alver y Zamora, conde de Pe?alver, muerto en Madrid hace exactamente cien a?os, fue tres veces alcalde de la ciudad que le viera nacer en 1846. Durante sus tres mandatos, discontinuos, entre los a?os de 1892 y 1909, Pe?alver, pr¨®cer conservador acometi¨® reformas presupuestarias y urban¨ªsticas de gran calado, como la ordenaci¨®n de la catastr¨®fica situaci¨®n financiera de la ciudad, que sane¨® brillantemente, y la construcci¨®n de la Gran V¨ªa, de la cual fue ferviente impulsor y que ser¨ªa inaugurada en 1910, un a?o despu¨¦s de concluir su mandato. Si bien fue su sucesor en la alcald¨ªa, Jos¨¦ Francos Rodr¨ªguez, m¨¦dico y pionero del feminismo espa?ol, quien inaugurara la principal arteria madrile?a, el primer tramo de la Gran V¨ªa llevar¨ªa durante a?os el nombre del conde madrile?o.
Por todo ello, Nicol¨¢s Pe?alver ser¨ªa recordado como uno de los ediles m¨¢s cualificados de la densa bisagra pol¨ªtica nacional y local entre los siglos XIX y XX, que Madrid vivi¨® en una atm¨®sfera caracterizada por las nostalgias emancipadoras de la revoluci¨®n llamada Gloriosa, de 1868; el pesimismo de la p¨¦rdida de las colonias americanas caribe?as, Cuba y Puerto Rico, y asi¨¢ticas, Filipinas; la escena hist¨®rica donde germinar¨ªa la generaci¨®n literaria de 1898, en la que despuntar¨ªan Azor¨ªn, Unamuno, Machado y Baroja; y el alba de un nuevo siglo que, en su primera etapa, ser¨ªa pilotado por la reina Mar¨ªa Cristina de Habsburgo-Lorena, madre del futuro Alfonso XIII (Madrid, 1886-Roma, 1941) regente de la Corona hasta que en 1902 su hijo jurara lealtad a la Constituci¨®n y se convirtiera en el monarca m¨¢s joven de Europa.
Buena parte de las energ¨ªas pol¨ªticas del conde de Pe?alver se centraron en dignificar la entidad municipal madrile?a mediante la construcci¨®n de edificios institucionales y edilicios en los distritos de Universidad, Inclusa, Latina y Palacio. De igual modo, sensible a las pulsiones demogr¨¢ficas que Madrid experimentaba y que demandaban su expansi¨®n, promovi¨® las obras del Ensanche hacia el Norte; adem¨¢s, Nicol¨¢s Pe?alver reorden¨® espacios tan singulares como la plaza de Neptuno, ideada por el alarife ¨¢ulico Ventura Rodr¨ªguez en el segunda mitad del siglo XVIII o la c¨¦ntrica calle de Preciados, que conectar¨ªa con la plaza del Callao, dentro del enorme esfuerzo urban¨ªstico por desatascar el prieto caser¨ªo del centro de la ciudad, que hallar¨ªa su expresi¨®n culminante con la diagonal de la Gran V¨ªa, concebida para unir el Este y el Oeste de Madrid.
Asimismo, se debe al trialcalde Pe?alver la creaci¨®n de la Banda Municipal de M¨²sica, una de las instituciones m¨¢s valoradas por la poblaci¨®n madrile?a que, desde su origen, ofrece conciertos al aire libre en el templete del parque del Retiro situado en el ala norte del Estanque Grande, m¨¢s conocido con el sobrenombre de Estanque de las Barcas.
Una importante v¨ªa p¨²blica madrile?a, que conecta las calles de Alcal¨¢ y Diego de Le¨®n, lleva el nombre del conde de Pe?alver. Tuvo dos salas de cine, m¨¢s la Escuela de Ingenieros de Telecomunicaci¨®n, una prisi¨®n de infausta memoria, donde permaneciera preso el poeta Miguel Hern¨¢ndez, la fundaci¨®n religiosa, con convento, de do?a Fausta Elorz, donde posteriormente a su encarcelamiento permaneci¨® oculto durante varias d¨¦cadas del franquismo el aparato de propaganda del Partido Comunista de Espa?a. La calle del Conde Pe?alver fue anteriormente dedicada al revolucionario Jos¨¦ Mar¨ªa de Torrijos (1791-1831), fusilado sin juicio previo en la playa de M¨¢laga, junto con 48 compa?eros, por sus ideas liberales y por su intento de combatir la invasi¨®n de los llamados Cien mil hijos de San Luis, enviados a Espa?a a restaurar el absolutismo.
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