Un trozo de Navarra en Madrid
Nuevo Bazt¨¢n, fundada por el navarro Juan de Goyeneche, ofrece al viajero la posibilidad de vivir en el siglo XVIII
Navarra y Madrid est¨¢n m¨¢s cerca de lo que parece. A algo m¨¢s de 40 kil¨®metros, se sit¨²a Nuevo Bazt¨¢n. Una villa del siglo XVIII fundada por el navarro Juan de Goyeneche, que le puso a este pueblo el nombre del valle de su infancia: Bazt¨¢n. Hombre de negocios, Goyeneche ide¨® la construcci¨®n de un gran pol¨ªgono sobre la alta llanura de un p¨¢ramo. Con f¨¢bricas de vino, jabones o cuero. Pero lo que no sab¨ªa es que, en realidad, estaba levantando uno de los municipios m¨¢s bellos del sureste de la regi¨®n. Y tambi¨¦n uno de los m¨¢s desconocidos.
Un pueblo con el pa?uelico rojo
Como ocurre con los gemelos, entre Navarra y Nuevo Bazt¨¢n hay una suerte de simbiosis. Seg¨²n explican los lugare?os, el segundo domingo de marzo se celebra en esta localidad la festividad de la Javierada. En la comunidad foral, esta tradici¨®n lleva a miles de peregrinos hasta el Castillo de Javier para venerar a San Francisco de Javier. Aqu¨ª no hay castillo, pero, seg¨²n se cuenta en el pueblo, centenares de navarros afincados en Madrid, y que no pueden desplazarse hasta su regi¨®n, vienen aqu¨ª cada a?o. Y hacen su v¨ªa crucis particular, adem¨¢s de disfrutar de los bailes o la comida. A falta del ?Pobre de m¨ª!, entonan el No te vayas de Navarra. Con el pa?uelico rojo, por supuesto.
Es algo que lamentan sus lugare?os. Aunque algunos vecinos de este enclave, situado entre los valles del Henares y el Taju?a, agradecen, en parte, que no se conozca mucho a esta joya dieciochesca de la Comunidad. ¡°Este pueblo es un tesoro y adem¨¢s se vive muy tranquilo. Si no se publicita mucho tampoco pasa nada¡±, deja caer uno de esos lugare?os de esta comarca de 5.959 habitantes. Pero su deseo llega tarde. Porque aunque no se conozca mucho a Nuevo Bazt¨¢n, su encanto es desde hace a?os un secreto a voces: esta localidad fue declarada en 1980 Conjunto Hist¨®rico Art¨ªstico y en el a?o 2000, Bien de Inter¨¦s Cultural.
As¨ª, basta poner un pie sobre sus empedradas calles para que el viajero se traslade a esa ¨¦poca de casacas, capas y artesanos. Sobre todo de esto ¨²ltimo porque si algo hubo aqu¨ª fueron artesanos. La historia de esta villa es muy curiosa. Y la cuenta Isabel Gonz¨¢lez, t¨¦cnico de Turismo del Ayuntamiento: ¡°Todo el pueblo se edific¨® a la vez, a principios del siglo XVIII, despu¨¦s de que Goyeneche adquiriese los terrenos del bosque de Acevedo. Su idea era crear un complejo de f¨¢bricas que surtiesen a las capas altas de la sociedad. Y para ello se vali¨® del arquitecto Jos¨¦ Benito Churriguera. Entre los dos dise?aron todo. De hecho, Nuevo Bazt¨¢n es el primer pueblo que se levanta sobre plano de una manera premeditada. Porque tambi¨¦n se hicieron a la vez las casas de los artesanos, el palacio o la iglesia¡±.
M¨¢s de 300 a?os despu¨¦s todo sigue, m¨¢s o menos, igual. Es uno de los matices que el visitante comprobar¨¢ en esta comarca de casas de piedra a la vista ¨Cy no enfoscadas, como antiguamente, cuando se cre¨ªa que cuanta m¨¢s piedra se viera fuera, m¨¢s pobres eran dentro-. Esa arquitectura y el centro de interpretaci¨®n ¨Cdonde estaban las bodegas- son dignos de menci¨®n. Sin olvidar, naturalmente, el palacio de Goyeneche y la Iglesia de San Francisco Javier. En la plaza de esa parroquia, hay un jard¨ªn de pinos, plantados tambi¨¦n en el siglo XVIII, que ofrece paz y sosiego al viajero. Pero para ¨¢rbol centenario, el olmo que da sombra a los habitantes de esta localidad. Su historia es igualmente rese?able, adem¨¢s de asombrosa.
Nadie aqu¨ª se explica c¨®mo pudo ser. Pero lo cierto es que este ejemplar fue el ¨²nico que resisti¨® a la terrible grafiosis que asol¨® a la olmeda que orden¨® plantar Goyeneche. Y que se llev¨® tambi¨¦n por delante a otros olmos de otros pueblos. Desde luego, resulta incre¨ªble. Como otras historias que se cuentan por estos lares. Se dice, por ejemplo, que el agua de la Fuente del Rey -situada en los alrededores- ten¨ªa propiedades curativas. O eso cre¨ªa Felipe II. Seg¨²n cuentan los lugare?os, el monarca se abasteci¨® durante a?os de este manantial e, incluso, se llev¨® botellas de esta agua hasta Flandes. Aunque esta leyenda es compartida con la vecina localidad de Corpa.
Las vistas aqu¨ª, ya s¨ª, son ¨²nicas. Y est¨¢n por todas partes. Como se?ala Mari Carmen Ponce desde sus 50 a?os de experiencia en la zona: ¡°Al haberse levantado sobre un p¨¢ramo, las mejores vistas es todo el pueblo¡±. Esta vecina especifica, eso s¨ª, las del palacio iluminado de noche o el entorno de la plaza del Secreto: ¡°Somos un pueblo peque?o, pero tenemos nuestras cositas¡±. Tambi¨¦n visitas teatralizadas o sendas ornitol¨®gicas como la de Valmores. Quienes se decidan a venir escuchar¨¢n desde vencejos a verderones. Y si el viajero quiere comer, ha de saber que esta zona es tierra de meseta. Es decir, cordero ¨Cen el Mes¨®n El Conde- o pucheros en La casa vieja del abuelo. Un espect¨¢culo que tampoco previ¨® Goyeneche que fuera a darse en su peque?a Navarra. Porque no es solo que le pusiera el nombre del valle del Bazt¨¢n, situado en su localidad natal de Arizcun. Es que aqu¨ª se celebra la peregrinaci¨®n de la Javierada; t¨ªpica de la comunidad foral. De vivir todav¨ªa, seguro que no extra?ar¨ªa nada de su tierra.
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