Arqueolog¨ªa bajo el Bot¨¢nico
Una excavaci¨®n intenta rescatar en el paseo del Prado un z¨®calo y una bancada del siglo XVIII
Hac¨ªa a?os que el centro de la capital no registraba una actuaci¨®n arqueol¨®gica como la que se realiza estos d¨ªas en torno al Real Jard¨ªn Bot¨¢nico. Una excavaci¨®n se propone rescatar el cerramiento original del parque. Seg¨²n los expertos, en el subsuelo se encuentran enterrados un amplio z¨®calo y una bancada de piedra que jalonaban ese tramo del paseo del Prado antes de que el Bot¨¢nico fuera inaugurado, en 1781.
Bancada y z¨®calo han permanecido ocultos y hundidos durante d¨¦cadas a un metro y medio de profundidad, aproximadamente, bajo la acera actual. El conjunto a recobrar compone un elemento original del trazado urbano del paseo, lugar de esparcimiento ciudadano desde el siglo XVI, que ya glos¨® Miguel de Cervantes. Adem¨¢s, la excavaci¨®n podr¨ªa procurar inesperadas sorpresas arqueol¨®gicas sobre la primitiva traza urbana.
Una valla plastificada y brillante, de dos metros de altura por 400 metros de longitud, cubre toda la verja del jard¨ªn que discurre por el paseo del Prado hasta la plaza de Murillo, frente al museo. Detr¨¢s de esa reluciente cerca blanca queda oculta la Puerta de Carlos III, de estilo toscano. Su dintel, con arco de medio punto en caliza, columnado con dos fustes y signado por dos puertas laterales, fue dise?ado por el arquitecto regio Francesco Sabatini (1722-1797) y la tradici¨®n asegura que esta cancela ¨²nicamente se abre al paso de los Reyes de Espa?a los d¨ªas en que deciden visitar el c¨¦ntrico vergel.
Fue en 1774 cuando Carlos III concibi¨® un proyecto ¨¢ulico para erigir en esta zona de Madrid una acr¨®polis que incluir¨ªa un Observatorio Astron¨®mico, en el cercano Parque del Buen Retiro; un Gabinete de Ciencias Naturales ¡ªtransformado por Fernando VII en Museo de Pintura de las Colecciones Reales, futuro Museo del Prado¡ª; y la primera de las obras en torno al gran paseo madrile?o, el Jard¨ªn Bot¨¢nico, que, con la Puerta de Alcal¨¢, ser¨ªa otra de las principales joyas de Madrid mandadas edificar por Carlos III, de cuyo nacimiento se cumplen ahora 300 a?os. En el Bot¨¢nico se dispuso concentrar la flora hispana conocida. Tambi¨¦n la flora reci¨¦n descubierta en Am¨¦rica y en Asia, tra¨ªda a la capital en las sucesivas expediciones transoce¨¢nicas dirigidas por eminencias cient¨ªficas como el bi¨®logo Mariano Lagasca.
La actuaci¨®n acometida ahora contempla tambi¨¦n la rehabilitaci¨®n de la verja del jard¨ªn, fundida en hierro dulce en la villa guipuzcoana de Tolosa a partir de 1781 y hasta 1789, fecha de la construcci¨®n de la Puerta de Murillo, obra de Juan de Villanueva (1739-1811).
La obra ¡ªfinanciada por los Ministerios de Fomento y Educaci¨®n, Cultura y Deportes y con una aportaci¨®n del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC)¡ª cuenta con un presupuesto de entre 700.000 y 750.000 euros.
El director del Real Jard¨ªn Bot¨¢nico-CSIC, Jes¨²s Mu?oz, ha destacado la necesidad de la restauraci¨®n ¡°por el importante deterioro de la verja, un elemento hist¨®rico de incalculable valor¡±.
El jard¨ªn es un centro de investigaci¨®n del CSIC de referencia internacional y cuenta en los ¨²ltimos a?os con una media anual de 450.000 visitantes.
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