El ¡°l¨ªquido de la verdad¡± que mat¨® a Cipriano Martos
El hermano de una v¨ªctima del franquismo declara en Sabadell en la causa promovida por una juez argentina
Antonio Martos recibi¨® la llamada dos d¨ªas despu¨¦s: su hermano Cipriano hab¨ªa muerto. No supo por qu¨¦ ni c¨®mo. Tampoco pudo asistir a su entierro. El cad¨¢ver de Cipriano fue depositado, sin la presencia de testigos inc¨®modos, en una fosa de beneficencia del cementerio de Reus. Era el 20 de septiembre de 1973. Cuatro meses despu¨¦s, las autoridades entregaron a Antonio un monedero y otros objetos que su hermano llevaba encima cuando fue trasladado al cuartel de la Guardia Civil de Reus, donde, luego de una angustiosa tortura en la que se le oblig¨® a beber ¨¢cido, muri¨®.
Antonio ha vuelto a recordar hoy aquel tr¨¢gico episodio. Un juez de Sabadell (Barcelona) le ha tomado declaraci¨®n por exhorto de la juez argentina Mar¨ªa Servini, que investiga los cr¨ªmenes del franquismo. La familia de Cipriano se sum¨® a la querella presentada por las v¨ªctimas y busca justicia. Adem¨¢s de averiguar el nombre de los guardias que suministraron a su hermano el llamado "c¨®ctel de la verdad" (un brebaje a base de "¨¢cido corrosivo"), quieren que se ordene la exhumaci¨®n de los restos de Cipriano.
A sus 74 a?os, y a¨²n con un inconfundible acento granadino, Antonio ha acudido a los juzgados con la fotograf¨ªa de su hermano (mirada serena tras las gafas de pasta, abundante mata de pelo rematada por unas patillas tambi¨¦n generosas) y un mensaje: "Ni olvido ni perd¨®n". "Los gobernantes de este pa¨ªs tendr¨ªan que tener un poco de moral y sentir algo al ver que haya tenido que venir una persona de fuera para que se entreabran las puertas que han tenido cerradas con llave y cerrojo", ha denunciado Antonio.
M¨¢s de cuatro d¨¦cadas despu¨¦s del crimen, a¨²n se ignoran muchas de sus circunstancias. En parte, por la opacidad del Gobierno espa?ol a la hora de aportar datos: "Pedimos los nombres de los guardias, pero nos contestarlon que no pod¨ªan darlos porque vulnerar¨ªan su derecho a la intimidad", explica Felipe Moreno, coordinador de la red catalano-balear de la querella argentina. Antonio admite que "posiblemente vivan algunos" de los que causaron la muerte de su hermano. Pero lamenta que no hayan sido "los m¨¢ximos responsables" los que paguen por ¨¦se y otros cr¨ªmenes.
Cipriano Martos hab¨ªa llegado a Catalu?a huyendo de la miseria de su tierra natal. Nacidos en 1945 en Hu¨¦tor-T¨¢jar (Granada), los hermanos pertenec¨ªan a una familia humilde de jornaleros. Cipriano fue jornalero en Sevilla, minero en Teruel, empleado del textil en Sabadell y Terrassa y, finalmente, encofrador en Reus, localidad donde recal¨® a principios de 1973. Desde joven milit¨® en Comisiones Obreras y en el Partido Comunista de Espa?a Marxista-Leninista (PCE-M-L), as¨ª como en el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP).
El 25 de agosto de 1973, fue detenido en su puesto de trabajo durante una redada que afect¨® a m¨¢s personas. Le acusaban de haber repartido, unos d¨ªas antes, propaganda contraria al r¨¦gimen en la localidad de Igualada. Fue trasladado al cuartel de la Guardia Civil de Reus donde, a pesar de las torturas infligidas, se neg¨® a revelar nombres de sus compa?eros. Finalmente, los guardias decidieron suministrarle el "c¨®ctel de la verdad" para forzarle a confesar.
Aquel veneno le abras¨® el est¨®mago y tuvo que ser trasladado al Hospital de Sant Joan. El informe m¨¦dico se?ala que Cipriano no se encontraba ya "en condiciones de declarar". Sin embargo, fue llevado de nuevo al cuartel, donde los guardias le sometieron a nuevos y violentos interrogatorios. El estado de salud de Cipriano era entonces tan precario que tuvo que ser llevado nuevamente al hospital. El 17 de septiembre, seg¨²n la documentaci¨®n m¨¦dica, muri¨® por "hemorragias internas".
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