Madrid someter¨¢ parte de sus ordenanzas a consulta ciudadana antes de aprobarlas

El proyecto con el que el Ayuntamiento, liderado por Manuela Carmena (Ahora Madrid), pretende consagrar su idea de gobierno abierto obliga a consultar previamente con los ciudadanos las ordenanzas que se presentar¨¢n a partir del lunes. Seg¨²n el acuerdo de gobierno firmado el jueves, al que tuvo acceso EL PA?S, los madrile?os empadronados en la capital y mayores de 16 a?os podr¨¢n expresar su opini¨®n sobre las futuras normativas municipales. El voto no tendr¨¢ car¨¢cter jur¨ªdico vinculante, pero s¨ª valor pol¨ªtico para el gobierno municipal, seg¨²n explican los promotores de la iniciativa.

El mecanismo elaborado por Pablo Soto junto a la gerente de la ciudad, Carmen Rom¨¢n, prev¨¦ que la web de Madrid Decide (la misma donde es posible votar los 70 proyectos para la reforma de la Plaza de Espa?a) recoja los comentarios de los madrile?os sobre las futuras ordenanzas.

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Durante 15 d¨ªas los ciudadanos podr¨¢n expresar su opini¨®n sobre la "oportunidad" de las normas. Asimismo, podr¨¢n proponer alternativas y apoyar o criticar las propuestas depositadas por otros madrile?os. El equipo de gobierno podr¨¢ recoger las que logren m¨¢s respaldo o recular en su plan si detecta un grado elevado de rechazo.

Si decide seguir adelante, el texto llegar¨¢ a la junta de gobierno, para luego volver a la web de Madrid Decide, donde, en un plazo de un mes, los madrile?os podr¨¢n hacer alegaciones, que se votar¨¢n a trav¨¦s de un mecanismo semejante al anterior. "Antes tambi¨¦n pod¨ªan presentarse alegaciones, pero de esta forma tendremos un instrumento para medir las que tienen m¨¢s apoyo en la sociedad civil", explica Soto.

El ¨¢rea de gobierno responsable de la ordenanza decidir¨¢ las propuestas que asume. No obstante, Soto se?ala el peso pol¨ªtico que tendr¨¢n los comentarios: "No tienen una vinculaci¨®n legal, pero s¨ª pol¨ªtica. Nosotros, como gobierno, nos comprometemos a estar vinculados a las opciones mayoritarias que apoye la ciudadan¨ªa". En una memoria se detallar¨¢n las razones que han implicado la aceptaci¨®n de una alegaci¨®n o su rechazo. Y, finalmente, la ordenanza volver¨¢ a su curso actual: ir¨¢ a las comisiones municipales y al pleno para su ratificaci¨®n.

Todas las futuras ordenanzas pasar¨¢n por esta ¨¢gora virtual, excepto las iniciativas para aprobar normas presupuestarias, organizativas, ordenanzas fiscales e instrumentos de planeamiento urban¨ªstico. En el caso de las normas presupuestarias y del ¨¢mbito de urbanismo, Soto subraya que no se incluyeron porque ya tienen "mecanismos propios" de participaci¨®n.

En definitiva, ?todos los impuestos municipales escapar¨¢n a las consultas? "Es la junta de gobierno la que establece las modificaciones para que las consultasse apliquen a algunas tasas. En todos los dem¨¢s casos, el proceso es obligatorio", contesta Soto. "Tiene sentido que los impuestos y las tasas tengan unos elementos fundamentales, que son costear lo que se quiere tener", explica en referencia a los servicios p¨²blicos.

El texto de la propuesta, sin embargo, tambi¨¦n espec¨ªfica: "Podr¨¢ prescindirse del tr¨¢mite de consulta p¨²blica (...) cuando concurran razones graves de inter¨¦s p¨²blico que as¨ª lo justifiquen" y "cuando la iniciativa normativa no tenga un impacto significativo en la actividad econ¨®mica, no imponga obligaciones relevantes a los destinatarios o regule aspectos parciales de una materia".

Soto subraya el valor "pionero" de la iniciativa. "Esto rompe con una desafortunada tradici¨®n en Espa?a, en la que se funcionaba por globos sondas. En temas importantes, los Gobiernos sacaban un texto, y lo primero que sab¨ªa la sociedad civil era que se ha aprobado un proyecto de ley, y lo que ten¨ªa que hacer para cambiarlo era echarse a la calle. Esto rompe con esa tradici¨®n, porque la gente puede posicionarse antes de que la ley se escriba".