¡°Hay que rescatar a Gaud¨ª de su ¨¦xito¡±
"Se ha construido una costra que hay que romper", asegura el nuevo responsable de la c¨¢tedra de la UPC
Despu¨¦s de tres a?os el arquitecto e historiador del arte Juan Jos¨¦ Lahuerta (Barcelona, 1954) ha dejado de ser jefe de colecciones del Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC) y se ha incorporado a la Escuela T¨¦cnica Superior de Arquitectura de Barcelona de la Universidad Polit¨¦cnica (ETSAB). ¡°A?oraba la tarima, los estudiantes, las clases y escribir¡±, explica este elegante profesor con aspecto de sabio que luce gafas retro como quevedos. El 2 de noviembre ser¨¢, oficialmente, director de la C¨¢tedra Gaud¨ª.
En estos a?os Lahuerta ha dado un vuelco al MNAC, presentando el arte moderno huyendo de las explicaciones donde las vanguardias son las protagonistas y mostrando la complejidad del momento. Pese al ¨¦xito, que ha llevado a aumentar en un 15% el n¨²mero de visitantes, Lahuerta cree que Barcelona no ha entendido a¨²n que el MNAC es su museo. ¡°Hacer una exposici¨®n con 50 picassos es f¨¢cil, si tienes dinero. Lo dif¨ªcil es articular un discurso que sirva para comprender qu¨¦ ha sido el arte moderno y la posici¨®n que han tenido los artistas en la sociedad y la burgues¨ªa que necesitaba s¨ªmbolos donde reconocerse¡±. Lahuerta seguir¨¢ vinculado al MNAC como asesor externo comisariando exposiciones como Picasso rom¨¢nico con 40 obras del malague?o en di¨¢logo con los ¨¢bsides rom¨¢nicos, en 2017 habr¨¢ nueva presentaci¨®n de Renacimiento y Barroco y plantea cambios en el rom¨¢nico y el g¨®tico. ¡°Hay que ir hacia la colecci¨®n del MNAC, no las colecciones del museo¡±.
Pero ahora se centrar¨¢ en Gaud¨ª, un viejo conocido de Lahuerta del que es un gran especialista (tambi¨¦n de Dal¨ª). Lo primero que quiere es integrar la c¨¢tedra, creada en 1956, en la ETSAB. ¡°Han tenido una vida al margen¡±. Tambi¨¦n establecer un programa de investigaci¨®n e inventariar su rico patrimonio, como las 40.000 placas fotogr¨¢ficas del siglo XIX y XX. Pero su proyecto va m¨¢s all¨¢ de Gaud¨ª: ¡°Con el fondo, uno de los mejores del mundo en su especialidad, la c¨¢tedra tiene que ser un centro de estudios de la arquitectura del siglo XIX y XX, no un centro decimon¨®nico que se pasa la vida intentando saber de qu¨¦ color llevaba los calzoncillos Gaud¨ª el d¨ªa 2 de enero de 1893¡±.
Seg¨²n Lahuerta a Gaud¨ª le han perjudicado muchas cosas, como el que la mayor¨ªa de sus trabajos est¨¦n en manos privadas. ¡°A Gaud¨ª hay que rescatarlo de su propio ¨¦xito, tiene que haber un control patrimonial de sus edificios, exigir que su explotaci¨®n revierta en la ciudad, algo que no ocurre. La presi¨®n que sufren edificios como La Pedrera y la Casa Batll¨® es tal que los lleva a desaparecer en sentido f¨ªsico, porque se han hecho reformas para adaptarlos a la multitud que lo visita a diario y en el sentido profundo: son edificios de viviendas que se vaciaron para convertirlas en centros tur¨ªsticos. Las reformas de los inquilinos ten¨ªan dimensiones dom¨¦sticas, ahora son monumentales¡±.
El ¨¦xito actual de Gaud¨ª radica en que ¡°cre¨® edificios que tienen mucho que ver con la est¨¦tica de las multitudes, la de la naturaleza petrificada del mar y de las novelas de Julio Verne, y estas est¨¦ticas no han cambiado¡±. Y lo enfrenta a arquitectos como Le Corbusier, al que tambi¨¦n conoce: ¡°Un elitista frente a cuyas obras hay que preguntarse 1.000 veces que significan y acabas derrotado". Sin embargo, Lahuerta cree que lo que perdura y vende es la cara amable de Gaud¨ª. ¡°Se explica que es un artista mediterr¨¢neo de formas naturales, pero en realidad fue un se?or reaccionario, ultramontano, cat¨®lico intransigente que trabajaba para una burgues¨ªa de Barcelona, que es la ciudad de las bombas y la violencia extrema, escenario de la lucha de clases por excelencia. De hecho, la Sagrada Familia es el templo expiatorio de la ciudad y los pecados de la ciudad son la lucha de clases¡±.
A Gaud¨ª, explica, hay que estudiarlo porque guarda muchas respuestas y admirarlo, que es lo que permite que tengamos ganas de estudiarlo. No venerarlo: ¡°No hay que venerar a nadie porque crea una ceguera que impide conocer lo que tienes delante¡±. Tambi¨¦n criticarlo. ¡°Si estudias a alguien sin prejuicios ya est¨¢s criticando de entrada. El problema es que hay muchos prejuicios y a Gaud¨ª se le ha construido una costra que hay que romper para conocerlo bien a ¨¦l y su obra¡±.
En el tema de la Sagrada Familia es radical: ¡°Solo es de Gaud¨ª la fachada de la Natividad, el resto es una obra neogaud¨ª que han hecho otros. Hay dibujos y planos que han ido sacando de aqu¨ª y de all¨¢; indicios, pero la obra de Gaud¨ª se transforma en su proceso y lo que han hecho, que no han diferenciado del original, es un proyecto congelado, m¨¢s o menos inventado. Yo hubiese dejado las cuatro torres y la puerta gigante¡±.
En su ¨²ltimo libro, Antoni Gaud¨ª. Fuego y cenizas (Tenov) plantea un Gaud¨ª nada artesanal ligado a la industrializaci¨®n. ¡°En sus escritos de juventud defiende las posibilidades de la industria. Gaud¨ª no tiene nostalgia de lo medieval y cree que los artesanos ya no son capaces de hacer buenas obras. El problema es c¨®mo se ha explotado¡±, y explica que la reja de la Casa Vicens est¨¢ formada por una estructura met¨¢lica en red a la que se suelda una hoja de palmito repetida.
En cuanto a la expectaci¨®n que genera la aparici¨®n de nuevas im¨¢genes de Gaud¨ª, cree que es ¡°por fetichismo ligado a la explotaci¨®n comercial, al Gaud¨ª mercanc¨ªa. Est¨¢ bien ver una nueva foto suya, pero no es trascendente ni decisivo. No se busca desde el punto de vista de la investigaci¨®n; se busca por el efecto¡±. Ocurre lo mismo con la aparici¨®n de nuevos edificios: ¡°Como hay una necesidad de explotaci¨®n y el mercado Gaud¨ª es peque?o, hay que seguir explot¨¢ndolo, habr¨¢ que seguir inventando. La investigaci¨®n ha de ser bajando estratos profundos, no en fuegos artificiales que nos dicen siempre lo mismo¡±, remarca el investigador. ¡°No veo ning¨²n sentido a las cosas que han salido ¨²ltimamente porque no hay una explicaci¨®n cient¨ªfica ni un objetivo de conocimiento. Pasa como los buscadores de oro que ve¨ªan pepitas donde no las hab¨ªa¡±. Lahuerta concluye diciendo que no tiene previsto colaborar desde su c¨¢tedra con la creada recientemente creada en la Universidad de Barcelona.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.