La Plataforma Antidesahucios entra en las oficinas del fondo Goldman Sachs
Los manifestantes aseguran que no piensan abandonar la sede de la inversora que compr¨® pisos p¨²blicos
Unas cincuenta personas contin¨²an la protesta en la sede de Goldman Sachs, dentro y fuera del edificio, en su mayor¨ªa inquilinos de pisos que el Ivima vendi¨® al fondo de inversi¨®n y que ahora est¨¢n amenazados de desahucio por impago o por no poder hacer frente a la subida de los alquileres.
Es el caso de Iv¨¢n, padre de una familia con cuatro menores -dos hijos y dos sobrinos en acogida- que tiene el desahucio marcado para el 17 de noviembre. "Antes pagaba 90 euros de alquiler, con la subvenci¨®n de la Comunidad. Pero cuando la casa fue vendida a Encasa Cibeles, desapareci¨® la subvenci¨®n, y nos pidieron 470 de alquiler", ha dicho a Efe.
"Dejamos de pagar porque solo cobramos la Renta M¨ªnima de Inserci¨®n (RMI) y no ten¨ªamos para comer", seg¨²n Iv¨¢n que fue demandado por la empresa, participada por Goldman Sachs, y tiene que abandonar la casa la semana que viene.
"Ni el Ayuntamiento de Parla ni la Comunidad nos han dado soluci¨®n. Cuando vengan a desalojarnos, lucharemos para no salir o bien ocuparemos otra vivienda del mismo edificio", donde hay varias que est¨¢n cerradas "con chapas en la puerta". Los sobrinos, que son hu¨¦rfanos de madre, tienen 15 y 14 a?os, y los hijos 11 y 9. "Ni yo ni mi mujer trabajamos, qu¨¦ vamos a hacer", ha dicho.
La protesta, convocada por activistas de la PAH y la Asamblea 15M de Carabanchel, empez¨® hacia las 11.30 horas de hoy con unas cien personas, entre ellas madres con sus ni?os en los carritos.
Tras la llegada de la Polic¨ªa Nacional, que no deja volver a entrar a los activistas que salgan a la calle, el n¨²mero de personas ha bajado y unos veinte han quedado dentro, entre ellos los periodistas.
Los agentes est¨¢n requiriendo el DNI a los que a¨²n permanecen en el vest¨ªbulo a la espera de que un grupo de activistas, que lograron subir a las oficinas de Goldman Sachs, bajen a anunciar si han conseguido alg¨²n compromiso de la empresa de frenar los desahucios, un total de 25 fijados de aqu¨ª a fin de a?o, la mayor¨ªa en Parla.
Otro de los afectados es Rabii, casado con una espa?ola que est¨¢ embarazada del tercer hijo, y a la que hace seis a?os le toc¨® un piso del Ivima de 56 metros y dos dormitorios con garaje, en alquiler con opci¨®n a compra por siete a?os.
Paga un alquiler de 350 euros, fijado por el Ivima seg¨²n la renta familiar de entonces, m¨¢s gastos de comunidad y garaje de 90 euros, ha dicho a Efe.
"Llevo dos a?os en paro, ya no cobro ning¨²n subsidio y dej¨¦ de pagar el alquiler hace dos a?os. Desde el Ivima, me remitieron a Encasa Cibeles, los nuevos propietarios, y les ped¨ª un alquiler social, de 100 o 200 euros, pero la empresa no lo acepta".
Le queda un a?o de contrato legal y, a trav¨¦s de un abogado de oficio, ha podido parar el desahucio por un a?o. "Ahora, el d¨ªa 28 tendr¨ªa que entregar la casa pero he conseguido tres meses m¨¢s, mi mujer va a dar a luz".
Encasa Cibeles est¨¢ ofreciendo dinero a los inquilinos para que se vayan, algunos est¨¢n aceptando, pero "qu¨¦ hacemos con 3.000 euros", se preguntan estos padres de familia.
El caso de Al¨ª es diferente, ya que no era inquilino del Ivima sino que ocup¨® una casa hace tres a?os en un bloque del Ivima en Parla, donde reside desde hace 26 a?os y tiene nacionalindad espa?ola.
"Me echaron de un piso alquilado, no ten¨ªa para pagar y ocup¨¦ otro para tener un techo para mis hijos", uno de ellos menor, ha dicho.
Seg¨²n Al¨ª, "representantes de Encasa Cibeles han venido muchas veces al piso, tambi¨¦n mediadores que nos ofrecen 3.000 euros para que nos vayamos. Nosotros no queremos dinero, queremos un alquiler social. Podr¨ªamos pagar luz y agua, pero no tenemos contrato, llevamos dos a?os sin agua", ha dicho.
Su hermano, que vive en el mismo bloque con cuatro menores en una habitaci¨®n, tambi¨¦n ocup¨® el piso cuando a¨²n era del Ivima, pero logr¨® un contrato de agua del Canal de Isabel II y le proporciona agua a su hermano Al¨ª en botellas.
"Estamos luchando por un alquiler social, podr¨ªamos pagar unos 100 euros", han dicho mientras esperan que los activistas que han subido a negociar traigan alguna buena noticia por parte de la empresa.
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