Un guardia civil ser¨¢ juzgado por el homicidio del bater¨ªa de Los Piratas
La familia de Javier Fern¨¢ndez pide cuatro a?os de c¨¢rcel para el agente que dispar¨® al m¨²sico mientras sufr¨ªa un brote psic¨®tico
El guardia civil que acab¨® con la vida del bater¨ªa del grupo Los Piratas se sentar¨¢ en el banquillo por un supuesto delito de homicidio por imprudencia profesional grave. La titular del juzgado n¨²mero 2 de Ponteareas (Pontevedra) ha decretado la apertura de juicio oral contra el agente que dispar¨® al m¨²sico Javier Fern¨¢ndez en su propia casa y mientras estaba sufriendo un brote psic¨®tico. La familia del fallecido, conocido en el mundo art¨ªstico como Hal 9000, pide cuatro a?os de c¨¢rcel para el acusado y seis de inhabilitaci¨®n, mientras que la fiscal¨ªa solicita el archivo de la causa porque considera que actu¨® en defensa propia.
La intervenci¨®n que acab¨® en tragedia ocurri¨® el 26 de agosto de 2015 en la vivienda donde conviv¨ªan Javier Fern¨¢ndez y su esposa, en la parroquia de Gul¨¢ns, en Ponteareas. Una vecina llam¨® al 112 para alertar de que la pareja del m¨²sico estaba "muy nerviosa porque su marido es un paciente psiqui¨¢trico que se ha puesto muy agresivo y que est¨¢ en el? interior del domicilio conyugal con el beb¨¦ de ambos". A la vivienda acudieron una ambulancia con un m¨¦dico y dos t¨¦cnicos sanitarios, as¨ª como una patrulla de la Guardia Civil. El instituto armado sostiene que fueron avisados para que intervinieran en un supuesto caso de violencia machista, una agresi¨®n que la esposa de Javier Fern¨¢ndez siempre ha negado. Seg¨²n la acusaci¨®n particular que ejerce la mujer y el hijo de la v¨ªctima, los miembros del dispositivo fueron informados desde el principio de la grave dolencia psiqui¨¢trica que sufr¨ªa el bater¨ªa de Los Piratas.
Cuando la viuda del m¨²sico y su hijo estaban ya fuera de la casa y a salvo, los agentes entraron en el domicilio con el personal sanitario y un amigo de Javier Fern¨¢ndez. El m¨²sico se hallaba en la planta de arriba, tocando la bater¨ªa, y al bajar se top¨® con los cinco desconocidos, un encontronazo que seg¨²n sus familiares provoc¨® que el brote psic¨®tico fuera ¡°en aumento¡±. ¡°Aun as¨ª¡±, incide la acusaci¨®n particular dirigida por el abogado Gerardo Gayoso, el m¨¦dico ¡°solicit¨® que lo redujeran para ponerle un calmante¡± y acto seguido abandon¨® la vivienda junto a uno de sus ayudantes.
Todo fue muy r¨¢pido. A la puerta de la vivienda se acerc¨® otro amigo de Javier Fern¨¢ndez que, seg¨²n el escrito de acusaci¨®n de la familia, advirti¨® a los agentes de que lo que el m¨²sico precisaba era medicaci¨®n, unas palabras que no evitaron que la tensi¨®n fuera a m¨¢s y que el agente ahora encausado desenfundara y preparara su arma. "?Qu¨¦ vas a hacer?, ?est¨¢ enfermo!", grit¨® el amigo de la v¨ªctima.
Seg¨²n el testimonio de este ¨²ltimo testigo, el otro guardia civil se adentr¨® en la casa hacia donde estaba el bater¨ªa de Los Piratas, quien entonces sali¨® de la cocina muy alterado y con "tenedores y cuchillos romos". El agente, que result¨® herido, se tap¨® la cara con los brazos, "sin sentir la necesidad de usar su pistola", incide la acusaci¨®n particular. Fue entonces cuando su compa?ero, ahora procesado, dispar¨® su arma a escasos dos metros de la v¨ªctima, temiendo, seg¨²n declar¨® ante la juez, "por la vida de todos".
Javier Fern¨¢ndez, que comparti¨® escenario tambi¨¦n con Enrique Bunbury y Amaral, falleci¨® a las pocas horas en un hospital de Vigo. Fue despedido dos d¨ªas despu¨¦s en la iglesia de Santa Mar¨ªa de Cabral por una treintena de m¨²sicos que hicieron sonar sus instrumentos al paso del f¨¦retro.
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