Salvar a los ni?os de la crisis

El responsable de M¨²sica por la Paz es Manuel Armada, un santanderino de 56 a?os que, hace tres a?os en Palma de Mallorca, decidi¨® montar un grupo de m¨²sica para que su hijo de 10 a?os pudiera pasar las tardes con sus compa?eros de aula despu¨¦s de clase. ¡°Hab¨ªamos llegado en septiembre a la isla y solo hab¨ªa plazas en los colegios a los que nadie quer¨ªa ir¡±, cuenta Manuel. ¡°Hab¨ªa chicos de varias nacionalidades y muchos de ellos con grandes carencias. Algunos llevaban los zapatos rotos e incluso una maestra me dijo que hab¨ªa qui¨¦nes, incluso, no se alimentaban bien¡±. En Espa?a uno de cada tres ni?os vive en riesgo de exclusi¨®n social y de pobreza, seg¨²n Eurostat. Son unos 2,9 millones de menores, lo que representa el 34,4% (casi 7 puntos m¨¢s que la media europea).

A Armada, la situaci¨®n de los ni?os en Palma de Mallorca le toc¨®. Se puso manos a la obra. ¡°Comenc¨¦ a hablar con amigos aqu¨ª y all¨¢ y ahora M¨²sica por la Paz cuenta con 16 centros en toda Espa?a¡±, cuenta. En cada uno se recibe aproximadamente a 20 ni?os de entre 7 y 12 a?os, como en el del barrio de Usera. En total se sirven 85.000 meriendas al a?o y se financian a trav¨¦s de donaciones (www.musicaporlapaz.org), y de la venta de boletos en los que se sortean viajes.

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Enganchados al huerto

Miscel¨¢nea navide?a

Leiticia, gaditana de 36 a?os, es una de las madres que lleva a sus dos hijos ¡ªde 9 y 12 a?os¡ª, todas las tardes, al centro. Leticia est¨¢ divorciada y despu¨¦s de muchos tr¨¢mites y esperas recibe una ayuda del Gobierno de 580 euros al mes, con la que mantiene a su familia. ¡°Mis hijos llegaron a estar en guarda; solo los ve¨ªa los fines de semana¡±, relata Leticia.

En el centro, los ni?os parecen pas¨¢rselo muy bien. ¡°Todos se conocen porque, adem¨¢s, son vecinos del barrio. A veces vamos al cine, o, en verano, a la piscina¡±, cuenta la profesora Jim¨¦nez. ¡°Si mejoran las calificaciones, como premio, se les lleva a comer una hamburguesa¡±, cuenta Armada. Uno de los objetivos del taller es mejorar el rendimiento de los chavales. ¡°Pero si uno falla no va ninguno, as¨ª fomentamos la solidaridad y la cooperaci¨®n¡±, a?ade.

Adem¨¢s de las donaciones, el voluntariado es otra forma de echar un cable. ¡°Los universitarios nos ayudan vendiendo los boletos por las calles¡±, contin¨²a Armada. ¡°Tambi¨¦n hay profesionales que vienen y comparten sus conocimientos¡±.

La lista de espera para entrar en al grupo es larga y muchas familias se quedan fuera. ¡°Las instituciones p¨²blicas deber¨ªan ver lo que hacemos y darse cuenta de que no cuesta tanto dinero; no es tan complicado¡±, comenta Armada. ¡°Si hubiera voluntad pol¨ªtica, este problema se resolv¨ªa en una semana¡±, opina. ¡°Lo que pasa es que parece que los j¨®venes y los ni?os no interesan a nadie¡±.