Diario de un chef irreductible

Aunque Diego Guerrero (Vitoria, 1975) no es de Madrid, su carrera gastron¨®mica est¨¢ vinculada a la capital. Estuvo al frente del Club Allard, con dos estrellas Michelin, y se march¨®. En 2014 abri¨® Dstage, en el barrio de Chueca; el pasado noviembre, el local obtuvo la segunda estrella. ¡°Ten¨ªamos dos portadas dise?adas: una con una estrella y otra con dos¡±, reconoce el cocinero. Habla sobre su primer ¡ª¡°y hasta el momento ¨²nico porque no s¨¦ si har¨¦ otro¡±¡ª libro: Irreductible (Montagud Editores).

¡°Escribir un libro no estaba en mis planes¡±, reconoce Guerrero, que ha pasado dos a?os compaginando los fogones con este proyecto literario. ¡°Buscamos una relaci¨®n de confianza con los autores¡±, dice Javier Antoja, director de Montagud, firma con 110 a?os de publicaciones dedicadas a la gastronom¨ªa. ¡°Surgi¨® de una idea y ha acabado siendo un libro muy diferente a todo; no es un volumen al uso¡±, a?ade Antoja mostrando un ejemplar. Materiales cuidados, dise?o, muchos textos ¡ªcon colaboraciones de Andoni Luis Aduriz o Joan Roca¡ª y un compendio de recetas en la ¨²ltima parte. ¡°Est¨¢n al final porque no es un libro de cocina. No quer¨ªa hacer un recetario y que cuando saliese, yo ya estuviera en otra onda. Quer¨ªa que la gente se inspirase al leerlo. Transmitir ideas, sentimientos, los valores que nos mueven... Que fuese inspirador¡±, dice Guerrero.

En la portada de Irreductible aparece un retrato del chef. ¡°Si no me conoces, no relacionar¨ªas el libro con la cocina. Genera desconcierto. Es algo que nos debe gustar porque en Dstage no hay cartel. Y en DSpot [su laboratorio de investigaci¨®n culinaria] tampoco. Nos gustan los carteles dentro¡±, dice Guerrero.

La publicaci¨®n del libro le ha hecho mirar hacia atr¨¢s. Revisar su camino: ¡°Veo que es complicado. Ha sido dif¨ªcil. Ha habido miedos, mucho trabajo. Y tambi¨¦n grandes satisfacciones¡±. ¡°?C¨®mo me puedo sentir? Cualquier palabra suena demasiado cursi; estoy satisfecho y muy agradecido por todo lo que pasa. Nos lo curramos mucho, pero podr¨ªamos curr¨¢rnoslo igual y que no fuera as¨ª¡±. Reconoce que se cuestiona mucho las cosas y, aunque ¨¦l no lo diga directamente, es un perfeccionista irredento.

Con el resultado de Irreductible est¨¢ muy contento: ¡°Me he implicado mucho. Hemos cambiado bastantes cosas porque no las terminaba de ver", cuenta. ¡°A veces me daba miedo ser un pesado. Pero ahora siento que es mi libro¡±. Desde Montagud est¨¢n contentos con el resultado: adem¨¢s de lanzarlo pocos d¨ªas despu¨¦s de que le otorgaran la segunda estrella a Dstage, ya han vendido la mitad de la edici¨®n (5.000 ejemplares). ¡°Como editorial es un lujo hacer esto¡±, reconocen.