Cuando las tramas coinciden

Es habitual que en el Parlament de Catalunya discurran en paralelo dos tramas, un m¨¢s formal en el hemiciclo, y otra alternativa que evoluciona por pasillos y despachos, y que es la que se lleva m¨¢s fot¨®grafos y reporteros. Lo que ya no es tan frecuente es que las dos tramas compartan tema y se complementen. En el mundo de la ficci¨®n, cuando un guionista logra esa unidad argumental los compa?eros le hacen la ola (y muchos de ellos le maldicen en silencio con envidia).

Algo as¨ª ocurri¨® en la ¨²ltima sesi¨®n parlamentaria del a?o. Los diputados debat¨ªan una resoluci¨®n ¨Cen el casi nunca sencillo lenguaje parlamentario, algo as¨ª como una declaraci¨®n de principios¨C sobre el asunto de la votaci¨®n rupturista, y a la vez los consejeros recib¨ªan en un despacho una notificaci¨®n judicial sobre el mismo tema. Los miembros del Govern se turnaban de cuatro en cuatro desfilando ante la prensa y ante el secretario judicial. Algunos exageraban la cara de ¡°qu¨¦ digno soy¡±. Una vez cumplidos ambos tr¨¢mites ¨Clo del tribunal y, no menos importante, lo de pasar ante las c¨¢maras¨C, regresaban a sus esca?os. Entonces coincid¨ªan las dos tramas y llegaba el cl¨ªmax dram¨¢tico. Y los diputados de Junts pel S¨ª, disciplinados, prorrump¨ªan en aplausos (nadie ha osado hacer a¨²n una ola en el hemiciclo. No lo descarten.)

La intromisi¨®n de lo judicial en lo legislativo le dio algo de punch a una sesi¨®n de control al Govern un poco de fin de a?o, con todos los grupos marcando terreno. Sin sorpresas: Garcia Albiol, algo desganado, acusaba a Puigdemont de radical, y Ciutadans, de adoctrinar en las escuelas; la CUP denunciaba las puertas giratorias, los Comuns ped¨ªan la renta m¨ªnima garantizada y Jordi Turull jaleaba al president porque la revista Time cita el refer¨¦ndum. Ah, y Puigdemont tambi¨¦n marcaba estilo, tirando una vez m¨¢s de bromita a costa de Ciutadans, porque ¨¦stos se tragaron con entusiasmo que alguien hab¨ªa montado un "Perreo Pel S¨ª". Iceta mostr¨® perfil bajo ¨Ctal vez para que nadie le recordara sus recientes fotos de Blues Brother¨C y Andrea Levy se perdi¨® casi toda la sesi¨®n de control por culpa del m¨®vil, que la hizo levantarse continuamente del esca?o: suerte que tiene asiento de pasillo.