La tuberculosis se resiste a retroceder en Catalu?a
La incidencia de la enfermedad, que baja muy lentamente, es superior a la media de Espa?a y de los pa¨ªses de la UE
La tuberculosis se resiste en Catalu?a. Baja, pero lentamente. La tasa de incidencia en la comunidad sigue por encima de la media espa?ola y lejos de la de otros pa¨ªses industrializados del entorno. Seg¨²n el estudio preliminar de 2015 de la Agencia de Salud P¨²blica de Catalu?a (ASPCAT), ese a?o se registraron 1.074 casos, lo cual supone una tasa de 14,3 por 100.000 habitantes. En n¨²meros absolutos, la tuberculosis se redujo un 65% desde 1992, cuando se registr¨® una tasa de 51,9 por 100.000 habitantes, pero Catalu?a contin¨²a siendo, por detr¨¢s de Galicia, la autonom¨ªa de Espa?a con la mayor incidencia. La comunidad est¨¢ lejos de los pa¨ªses que tienen una baja incidencia de tuberculosis ¡ªuna tasa inferior a 10, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud¡ª, como Holanda (4,9 en 2014) o Alemania (5,6), entre otros.
Pese a ser considerada durante mucho tiempo una enfermedad ¡°de pobres¡±, la tuberculosis toca todos los estratos sociales. A la precariedad social se une el tabaquismo, el alcoholismo o la diabetes como principales factores de riesgo. ¡°En los pacientes aut¨®ctonos tenemos la t¨ªpica tuberculosis de las sociedades adelantadas: personas mayores que ten¨ªan la infecci¨®n desde hac¨ªa muchos a?os y desarrollan ahora la enfermedad. En los casos de pacientes inmigrantes son personas j¨®venes que vienen de pa¨ªses con alta carga de tuberculosis y se infectaron all¨ª¡±, se?ala la doctora Anna Rod¨¦s, jefa del Servicio de prevenci¨®n y control de esta enfermedad de la ASPCAT.
Los expertos piden a Salud un plan contra la tuberculosis
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que est¨¢ provocada por una bacteria y se contagia a trav¨¦s del aire al estar en contacto con una persona que tiene la dolencia. ¡°El tabaquismo, adem¨¢s de problemas cardiovasculares, provoca debilidad infecciosa de las v¨ªas respiratorias, por lo que hace al individuo m¨¢s vulnerable a la infecci¨®n¡±, apunta el doctor Joan Ruiz, experto en tuberculosis de la Sociedad Catalana de Neumolog¨ªa de la Academia de Ciencias M¨¦dicas.
El alcoholismo y la diabetes siguen el mismo patr¨®n porque tambi¨¦n debilitan las defensas. ¡°La gente tiene que entender que la tuberculosis puede afectar a cualquier persona. Bob Dylan tuvo tuberculosis¡±, recuerda Joan Ruiz.
Con todo, la precariedad social sigue siendo determinante en la perpetuaci¨®n de la tuberculosis. La ASPCAT aglutina dentro de este concepto a los enfermos que viven en familias desestructuradas, que no tienen domicilio fijo, que est¨¢n en prisi¨®n o a los inmigrantes que llevan menos de cinco a?os en el territorio. Despu¨¦s del tabaquismo (presente en un 27,2% de los casos), estos factores de riesgo aparecen en el 15,8% de los enfermos detectados en 2015. ¡°La tuberculosis est¨¢ vinculada a la pobreza, por eso tiene incidencia en personas indigentes e inmigrantes, entre otros colectivos. Eso no significa que con los inmigrantes aumenten la tuberculosis porque no es verdad, pero baja m¨¢s lentamente porque donde m¨¢s tarda en desaparecer la enfermedad es donde hay m¨¢s precariedad¡±, matiza Rod¨¦s. El 47% de los diagnosticados en 2015 son inmigrantes.
Con la crisis econ¨®mica se esperaba un repunte de casos, pero no ocurri¨®. Desde 2007, cuando la tasa estaba en 23,2, la incidencia de la tuberculosis ha ido bajando. ¡°Con la crisis sigue disminuyendo la tuberculosis porque tambi¨¦n muchos inmigrantes se marchan o ya no vienen¡±, apunta el doctor Joan Cayl¨¤, jefe del servicio de epidemiolog¨ªa de la Agencia de Salud P¨²blica de Barcelona (ASPB). Su equipo despleg¨® un programa pionero de detecci¨®n de tuberculosis hace m¨¢s de 30 a?os que se ha copiado en otros pa¨ªses. La tasa en Barcelona (17,3) es m¨¢s alta que la catalana.
Diferencias en el registro
Para entender c¨®mo es posible que Catalu?a tenga tales ¨ªndices de tuberculosis pese a ser una regi¨®n industrializada, los expertos achacan un subregistro de casos en ciertas zonas. ¡°En algunas comunidades aut¨®nomas se trabaja muy bien y se detectan muchos casos y en otras no. Por ejemplo, en Galicia, la incidencia que comunican seguro que es real. En otras hay un infraregistro¡±, apunta Cayl¨¤. ¡°Es verdad que aqu¨ª tenemos m¨¢s inmigraci¨®n pero nosotros tambi¨¦n hacemos una b¨²squeda activa de casos estudiando los contactos de los enfermos¡±, agrega Rod¨¦s.
En un contexto donde pa¨ªses como Austria (una tasa del 6,8), B¨¦lgica (8,6), Islandia (2,5) o Francia (7,4) caminan hacia la preeliminaci¨®n ¡ªlos que tienen una tasa menor de 10 ya pueden empezar a identificar y seguir a las personas que tienen la infecci¨®n pero no han desarrollado la enfermedad¡ª, el retraso en el diagn¨®stico que registra Catalu?a tambi¨¦n le hace un flaco favor a su guerra contra la enfermedad. La comunidad tarda una media de 50 d¨ªas en diagnosticar a los pacientes. ¡°Esto es por el paciente, que no le da importancia a los s¨ªntomas, o por el sistema sanitario, que tarda en sospechar. El retraso del paciente es m¨¢s com¨²n en poblaci¨®n inmigrante mientras que el del sistema sanitario se produce m¨¢s en personas aut¨®ctonas¡±, apunta Rod¨¦s.
Los expertos reivindican que se ponga en marcha un plan nacional de tuberculosis. ¡°Es absolutamente escandaloso que no lo tengamos. Si una enfermedad que tiene cura sigue teniendo tantos caso es que la operativa no est¨¢ funcionando lo mejor que puede¡±, critica Rod¨¦s. ¡°No implicar¨ªa un coste econ¨®mico, sino reorganizar mejor los recursos¡±, a?ade Cayl¨¤.
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