Pantalla plana
TV3 y Catalunya R¨¤dio est¨¢n perdiendo su posici¨®n central. No hay audiencia, se excusan, pero no hacen lo que deben para ganarla
Con todas sus imperfecciones, la Corporaci¨® Catalana de Mitjans Audiovisuals ha ocupado una posici¨®n central en la sociedad catalana de los ¨²ltimos treinta a?os. Ha hecho un servicio enorme a la lengua y el modelo de televisi¨®n que cre¨® y que todav¨ªa mantiene en informativos, y en documentales de creaci¨®n propia es de referencia. La Catalunya de hoy, con sus defectos y sus virtudes no se podr¨ªa entender sin TV3 ni sin Catalunya R¨¤dio. Su influencia en otros medios ha sido tambi¨¦n decisiva.
Pero todo tiene su ciclo y, debemos reconocerlo, los medios de la Corporaci¨® est¨¢n perdiendo su posici¨®n central. Unos buscar¨¢n las causas en la eclosi¨®n de Internet y en la televisi¨®n por fibra y otros discutir¨¢n los share por la malvada deriva independentista aunque eso contraste con unos informativos que siguen siendo, les pese a quien le pese, de lo mejor. Busquen, comparen y etc¨¦tera, que la cosa no va por ah¨ª.
Los males suelen estar dentro. La Corporaci¨® ha sufrido un efecto paralelo al que vienen padeciendo los diversos gobiernos de la Generalitat salvo rar¨ªsimas excepciones temporales: el desplazamiento continuado de la cultura, la impericia a la hora de gestionarla y la falta de confianza en el sector. La posici¨®n central de la cultura en el catalanismo es hoy un recuerdo lejano, y puede que el poco peso de la cultura no haga inviable un gobierno, pero la falta de atenci¨®n y de reflexi¨®n en este campo minan el n¨²cleo duro de la Corporaci¨®. Alejar la cultura, anula la reflexi¨®n intelectual y la capacidad de innovaci¨®n y de anticipaci¨®n. Mientras lo escribo me doy cuenta que son palabras excesivas para el momento que vive una Corporaci¨® que, a tenor de los resultados de los ¨²ltimos a?os, se muestra incapaz de pensar.
La prueba m¨¢s evidente de ello es la reducci¨®n de espacios dedicados a pensar, a leer, a debatir o a informar sobre cultura. Pensarla y pensar c¨®mo se comunica no son tareas f¨¢ciles. Es obvio que no se le puede pedir a TV3 lo que se le pide a la BBC o a Catalunya R¨¤dio que tenga una France Culture. Adem¨¢s, la dimisi¨®n de la Corporaci¨® se produce en el marco de una dimisi¨®n general de las cadenas p¨²blicas y de dejaci¨®n de las privadas. Queda algunos reductos en Radio 3 pero son excepciones que confirman la regla.
Que sea general no puede ser excusa. TV3 y Catalunya R¨¤dio han relegado la cultura al ¨²ltimo puesto de sus preocupaciones y hoy estos espacios son casi irrecuperables. Hemos escuchado en Catalunya R¨¤dio programas de autoayuda, de sexo cutre. Hemos llegado a ver programas en TV3 que, para verg¨¹enza de todos, gastan su tiempo en partidos de f¨²tbol sin im¨¢genes o en tertulias sobre culebrones. Se puede hacer m¨¢s el rid¨ªculo, pero hay que reconocer que el list¨®n est¨¢ alto. Como se dice en mi pueblo, trabajando, trabajando, hemos perdido el oficio.
Mientras se ha consolidado un programa sobre castells ¡ªnada en contra de los castells¡ª se ha jibarizado el de libros hasta convertirlo en una caricatura. Han anulado el 33 para endosarnos f¨²tbol cuando ya tenemos un canal dedicado a deportes al que hay que a?adir un tercio del 3/24. A la hora que en RNE echan El ojo cr¨ªtico en Catalunya R¨¤dio, Messi o Espanyol. Si ya no esperamos programas, ?qu¨¦ podcasts nos vamos a bajar? ?Qu¨¦ cobertura a¨¦rea dan estos medios a la industria cultural del pa¨ªs? La caricatura se completa viendo c¨®mo la industria cultural se peg¨® como una lapa a la Corporaci¨® para poder sobrevivir. La perversi¨®n total: la de novelas que han tenido que suplicar los editores a los presentadores¡
Da pavor comprobar que cuando un premio Nobel llega a Catalu?a, el tiempo que se le puede destinar en un programa de libros no pasa de seis minutos. Hablo de humanidades o de arte, pero podr¨ªa hablar de ciencia. No quiero hacer c¨¢lculos de las horas que va a invertir TV3 en la renovaci¨®n de cualquier futbolista. Solo s¨¦ que se nos va a comer la ro?a.
No hay audiencia, se excusan, mientras la van perdiendo. Cr¨¦enla, que por eso queremos defender los medios p¨²blicos, para que no nos den la misma papilla que las cadenas privadas. Respeten un poco m¨¢s la cultura que les ha hecho posibles que, adem¨¢s, va a ser la ¨²nica que les va a acompa?ar y defender. La ¨²nica que les va a reconocer los m¨¦ritos. ?Qui¨¦n m¨¢s se los va a reconocer? ?El entrenador del Bar?a? Seguro, est¨¢ clar¨ªsimo.
Francesc Ser¨¦s es escritor.
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