Desempolvar y dar esplendor

La Orquesta Sinf¨®nica de Galicia celebr¨® este viernes y s¨¢bado sus conciertos de abono bajo la direcci¨®n de Hannu Lintu (Rauma, Finlandia, 1967) y con la actuaci¨®n de la pianista Elisso Virsaladze (Tiflis, Georgia, 1942). En programa, dos obras de Anton Webern: su versi¨®n orquestal de la fuga Ricercata de Bach y las Cinco piezas para orquesta, op. 5; el Concierto para piano y orquesta n? 3 de Ludwig van Beethoven y la Sinfon¨ªa n? 1 en si bemol mayor, op. 38 de Robert Schumann.

Hay programas de concierto que por sus caracter¨ªsticas son dif¨ªciles de resumir en una impresi¨®n conjunta. Otros en cambio tienen l¨®gica suficiente para sentir su recuerdo en un solo ¡°golpe de vista¡±. El de la Sinf¨®nica de este fin de semana es de estos ¨²ltimos y, parafraseando el lema de la Real Academia Espa?ola, daba esplendor a las obras interpretadas. Contribuyeron a ello la revisi¨®n bachiana de Webern, la versi¨®n de Virsaladze del concierto de Beethoven y la brillante interpretaci¨®n de la sinfonia de Schumann por parte de Lintu y la Sinf¨®nica.

La Fuga (Ricercata) es una pieza maestra de Bach perteneciente a la Ofrenda musical, BWV 1079. Es tambi¨¦n conocida como Canon del cangrejo porque por su escritura permite ser ejecutada hacia adelante, hacia atr¨¢s o en ambos sentidos simult¨¢neamente, cuadrando su ritmo y armon¨ªa a la perfecci¨®n, incluso visualmente.

La que Webern consideraba con cierta humildad una simple transcripci¨®n es otra joya, peque?a por duraci¨®n y espl¨¦ndida por resultado. Su trabajo quit¨® el polvo acumulado por m¨¢s de dos siglos desde su composici¨®n y le dio el magn¨ªfico brillo de una nueva versi¨®n instrumental, algo tan habitual en el Barroco musical que es casi inherente a su esencia misma. La versi¨®n de Hannu Lintu con la Sinf¨®nica resalt¨® toda la exuberancia de sus matices t¨ªmbricos y tuvo una gran adecuaci¨®n estil¨ªstica. La fusi¨®n Bach / Webern fue perfecta y cont¨® con la espl¨¦ndida colaboraci¨®n de todos los solistas de la OSG que intervinieron en ella, encabezados por la concertino invitada Maaria Leino.

Esta fuga fue la mejor introducci¨®n para las Cinco piezas op. 5, que abrieron la segunda parte del concierto.. La interpretaci¨®n de Lintu respet¨® y resalt¨® todos los climas de las cinco breves piezas ¨Cparece mentira que quepa tanta variedad en tan poca duraci¨®n-. Otra vez la riqueza t¨ªmbrica, en el Heftig bewergt; los preciosos solos del chelo de Gabriel Tanasescu y la viola de Eugenia Petrova en el primer Sehr langsam; la incre¨ªble intensidad expresiva condensada en los pocos segundos del Sher lebhaft; el di¨¢logo del viol¨ªn de Leino y la viola de Petrova en el segundo Sehr langsam y el clima casi de recogimiento del In zarter Bewegung final. Y absolutamente todo ello engarzado en un discurso orquestal lleno de fluidez y coherencia. Es dif¨ªcil decir m¨¢s con menos elementos.

Otra vez la riqueza t¨ªmbrica, en el Heftig bewergt; los preciosos solos del chelo de Gabriel Tanasescu y la viola de Eugenia Petrova en el primer Sehr langsam; la incre¨ªble intensidad expresiva condensada en los pocos segundos del Sher lebhaft; el di¨¢logo del viol¨ªn de Leino y la viola de Petrova en el segundo Sehr langsam y el clima casi de recogimiento del In zarter Bewegung final. Y absolutamente todo ello engarzado en un discurso orquestal lleno de fluidez y coherencia. Es dif¨ªcil decir m¨¢s con menos elementos.

Elisso Virsaladze volvi¨® a hacer gala de su refinado pianismo en una espl¨¦ndida versi¨®n del Concierto de piano n? 3 de Beethoven (ya lo hab¨ªa interpretado en A Coru?a en 2010). La int¨¦rprete y pedagoga rusa ofreci¨® en el Allegro inicial un Beethoven tan lleno de fuerza como tocado por la gracia en cuya cadenza brill¨® especialmente el canto de la mano izquierda sobre los tr¨¦molos de la derecha.

En el Largo, lleno de lirismo, pareci¨® disparar cargas de profundidad por la hondura con la que destac¨® las transiciones arm¨®nicas y el Rond¨® final volvi¨® a destacar el vuelo expresivo, con momentos cargados de gracia por un adecuad¨ªsimo rubato. En la cadenza, espl¨¦ndida, tuvo la refinada colaboraci¨®n del timbal cl¨¢sico de Jos¨¦ Belmonte, lleno de color y sentido.

Hannu Lintu hizo una lectura de la Sinfon¨ªa n? 1 de Schumann de gran brillantez en el Andante un poco maestoso inicial, con un sonido muy bien empastado y pleno de poder¨ªo. El Larghetto estuvo cargado de sentimiento y el Scherzo tuvo esa extra?a y alegre fuerza del mejor Schumann. En los Trios de este, destac¨® el sonido del tromb¨®n en el primero y el vuelo de fantas¨ªa del segundo.

Los a?os de rodaje mozartiano de esta orquesta salen a relucir en momentos como estos, el Allegro animato e grazioso final. En su comienzo brill¨® una cuerda aguda capaz de tejer un sonido con la delicadeza de los ¡°viriles¡± de un encaje de Camari?as bien asentada en la fuerza de los ¡°zurcidos¡± de los ¡°pies¡± del conjunto orquestal . El d¨²o de trompas de David Bushnell y Amy Schimmelmann y los soberbios solos de flauta de Juan Ib¨¢?ez aumentaron el brillo de la versi¨®n.