Salud mental y empleo: primero las personas

Las siglas VICA son el acr¨®nimo de las caracter¨ªsticas que, seg¨²n personas expertas, conforman nuestra ¨¦poca: volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambig¨¹edad. Un mundo cambiante, dif¨ªcil de predecir, confuso y ca¨®tico, con m¨²ltiples significados. No es, sin duda, el contexto m¨¢s f¨¢cil para desarrollarse en confianza y seguridad, dos condiciones que los seres humanos necesitamos para mantener una buena salud mental.

Si a esta situaci¨®n sumamos la desigualdad estructural, el enorme abismo que se ha abierto entre personas con capacidad adquisitiva y otras inmersas en la pobreza, sin empleo o con ocupaciones precarias, no resulta extra?o que los ¨ªndices de trastornos mentales alcancen hasta un 15% en nuestro pa¨ªs.

Nuestra ciudad, Barcelona, no es una excepci¨®n. Sabemos que en los barrios m¨¢s deprimidos los problemas de salud mental se multiplican, y que los j¨®venes que viven en barrios perif¨¦ricos tienen peor salud mental que los habitantes del centro. Tambi¨¦n las mujeres, especialmente castigadas por la crisis, peores sueldos y mayor nivel de paro, se resienten psicol¨®gicamente de esta situaci¨®n de desigualdad. Seg¨²n los ¨²ltimos estudios, son las m¨¢s estresadas de Europa y las quintas del mundo, de modo que toman un 6,2% de antidepresivos m¨¢s que los hombres.

Las personas con trastornos mentales son las grandes invisibles en el mercado laboral. Su ¨ªndice de inactividad no es comparable al de ning¨²n otro colectivo en edad de trabajar. Su nivel de paro duplica el de la poblaci¨®n general y, en consecuencia, se ven privadas de los beneficios que aporta el trabajo remunerado: autonom¨ªa y reconocimiento social. Por todo ello el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido poner en el centro las capacidades y aportaciones de estas personas a nuestra sociedad. Se trata de una cuesti¨®n de derechos fundamentales, pero tambi¨¦n de una diferente configuraci¨®n del nuevo modelo socioecon¨®mico que estamos dise?ando, un modelo en que las personas y sus talentos est¨¢n en el centro. Hay estudios que cifran en un 5% la p¨¦rdida del PIB si no se les ofrece un trabajo de acuerdo con sus capacidades. Nuestra sociedad no se puede permitir ignorar el talento ni la riqueza personal y profesional que aportan. Siglos de prejuicios y miedos irracionales han instalado una barrera entre ellas y el mercado laboral que queremos contribuir a derribar.

Las personas con un trastorno mental no son, en general, consideradas como parte de la esfera p¨²blica. No suelen participar en la elecci¨®n de los principios b¨¢sicos de la sociedad y con frecuencia se ven excluidas de las elecciones pol¨ªticas. En el ¨¢mbito laboral, la percepci¨®n social considera que dif¨ªcilmente pueden promocionarse en un trabajo, apenas pueden acceder a cargos de decisi¨®n y se cree que contribuyen a generar tensiones o conflictos en el clima laboral. Se trata de una serie de prejuicios no contrastados que son producto del temor o el desconocimiento y que configuran un estigma muy dif¨ªcil de eliminar. Acabar con el estigma es tan o m¨¢s imprescindible que subsanar las discriminaciones econ¨®micas objetivas ya que no ser¨¢ posible una igualdad real mientras se mantengan en el imaginario colectivo unas percepciones tan negativas y alejadas de la realidad.

Por todos estos motivos desde el Comisionado de Salud se ha dise?ado, por primera vez en la historia de nuestra ciudad, el Plan de Salud Mental de Barcelona 2016-2022, que tiene la misi¨®n de promover, prevenir y mejorar la salud mental de la ciudadan¨ªa, con un presupuesto de 51,2 millones de euros.

En el mismo sentido, a los servicios que ofrece el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad se suma la Agencia de desarrollo econ¨®mico y local del Ayuntamiento, Barcelona Activa, incorporando a su modelo de inserci¨®n laboral a las personas con trastorno mental. Queremos que cada persona que se encuentre en situaci¨®n de desempleo sepa d¨®nde dirigirse, d¨®nde ser atendida, asesorada, formada (si fuera necesario) y acompa?ada para acceder a un lugar de trabajo y adaptarse adecuadamente.

Somos conscientes de que la cohesi¨®n, la igualdad y la justicia social son la base necesaria para la construcci¨®n de una sociedad sana. Nuestra cultura no ser¨ªa la misma sin las valiosas aportaciones de personas como Silvia Plath, Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo, Virginia Woolf o Van Gogh, como tantas otras personas no conocidas afectadas por trastornos mentales. La igualdad de oportunidades entre todas las personas que permita el acceso al trabajo, la autonom¨ªa y el desarrollo personal ser¨¢ la clave que lograr¨¢ disminuir el malestar ¡ªf¨ªsico y psicol¨®gico¡ª y avanzar en la salud social.

Gemma Tarafa, Comisionada de Salud y Sara Berbel, directora general de Barcelona Activa