Madrid recuerda a Marcos Ana
Intelectuales y pol¨ªticos evocan la figura del poeta comunista que pas¨® 23 a?os en prisiones franquistas
Marcos Ana, poeta comunista fallecido el pasado 24 de noviembre, que permaneci¨® 23 a?os en las c¨¢rceles franquistas y figur¨® entre los presos pol¨ªticos que m¨¢s tiempo permanecieron en prisi¨®n, ha sido evocado en Madrid este mi¨¦rcoles, en un emotivo homenaje que ha congregado a buena parte de la intelectualidad pol¨ªtica y literaria madrile?a. El escenario del homenaje ha sido el Paraninfo de la antigua Universidad de San Bernardo, que registr¨® una gran afluencia de p¨²blico.
El acto, convocado por la Asociaci¨®n para la Memoria Social y Democr¨¢tica, AMESDE, que dirige Jaime Ruiz, consisti¨® en cuarenta intervenciones de una sola palabra ¨Cgenerosidad, ternura, integridad, se escuch¨® decir- para definir, con cada una de ellas, una cualidad del poeta desaparecido; tras su enunciado, cada interviniente le¨ªa un texto breve escrito por ¨¦l.
Marcos Ana hab¨ªa nacido en Alcal¨¢ de Henares, hace 96 a?os. Siendo todav¨ªa un muchacho, perdi¨® a su padre bajo las bombas de aviones nazis que descargaron sobre la ciudad complutense al comienzo de la Guerra Civil. Tras asistir a un mitin del dirigente comunista Federico Melchor, Marcos se hizo comunista y, con apenas 16 a?os, se alist¨® para combatir desde la sierra del Guadarrama contra las tropas franquistas que descend¨ªan desde Navarra ensangrentando Castilla a su paso.
Al terminar la contienda, en 1939, fue denunciado por una vecina y, tras su detenci¨®n, fue juzgado y condenado a tres penas de muerte que, siete a?os despu¨¦s de emitirse su sentencia, le fueron conmutadas por la de cadena perpetua. Esta condena la cumplir¨ªa en penales como la C¨¢rcel de Torrijos, donde coincidi¨® con Miguel Hern¨¢ndez antes de su prematura muerte, as¨ª como en las prisiones de Oca?a, Burgos y El Dueso en Cantabria, entre otras.
En todos los centros de reclusi¨®n donde permaneci¨® preso Marcos Ana se distingui¨® por lo que un asistente al homenaje defini¨® como ¡°inquebrantable en su dignidad ante la tortura y el acecho de la muerte¡±, adem¨¢s de por su tenaz actitud de resistencia antifranquista. Aquella lucha se materializaba en potentes organizaciones de presos, que desplegaban una pl¨¦tora de actividades clandestinas intramuros de las prisiones, donde los reclusos se reg¨ªan por reg¨ªmenes comunales para distribuir los escasos alimentos recibidos de sus familias. Los presos editaban publicaciones hechas en soportes r¨²sticos que, en muchos casos bajo la direcci¨®n de Marcos Ana, lograban hacer salir al exterior de las prisiones desde el hond¨®n de las celdas; organizaban clases de teor¨ªa y praxis pol¨ªtica, de Filosof¨ªa, Econom¨ªa y Sociolog¨ªa que impart¨ªan los presos universitarios a sus compa?eros...
Marcos Ana, cuyo nombre real era el de Fernando Macarro Castillo, que sustituy¨® junto con sus apellidos por los nombres de sus padres, Marcos y Ana, consigui¨® la libertad en 1963. Al poco, tras abandonar Espa?a, comenz¨® a recorrer Europa, Am¨¦rica y ?frica denunciando los cr¨ªmenes, las torturas y la situaci¨®n de los presos en las c¨¢rceles de Franco. En a?os posteriores, desarroll¨® una vocaci¨®n po¨¦tica que hab¨ªa comenzado en prisi¨®n y lograr¨ªa ¨¦xitos literarios resonantes. Amigo de Pablo Neruda, de la dirigente comunista estadounidense de color ?ngela Davis y del carism¨¢tico l¨ªder comunista surafricano Nelson Mandela, entre otras personalidades, puso su poes¨ªa al servicio de las libertades, como destacaron los participantes en el homenaje en sus intervenciones.
Entre los intervinientes figuraron el exdirector general de la UNESCO y exministro de Educaci¨®n y Ciencia, Federico Mayor Zaragoza; la letrada Cristina Almeida; las escritoras Rosa de Madariaga y Almudena Grandes; el poeta Luis Garc¨ªa Montero; los ex rectores de la Complutense, Carlos Berzosa y Jos¨¦ Carrillo; la actriz Claudia Gravi; los actores Emilio Guti¨¦rrez Caba y Fernando Mar¨ªn; los sacerdotes Javier Baeza y el padre ?ngel; el dirigente sindical Jaime Cedr¨²n, as¨ª como los pol¨ªticos V¨ªctor D¨ªaz Cardiel, Montserrat Mu?oz, Luis P¨¦rez Lara; el dirigente de Izquierda Socialista, Manuel de la Rocha; Diego Navarro, compa?ero del poeta y Carlos Andradas, rector de la Complutense y anfitri¨®n del acto. Por su parte, Bernardo Fuster y Susana Martins musicaron un poema de Marcos Ana y cantaron versos de Miguel Hern¨¢ndez.
De las frases del poeta que los participantes leyeron, cabe extractar la que pronunci¨® a prop¨®sito de la contienda civil desencadenada tras el levantamiento militar de los generales Francisco Franco y Emilio Mola el 18 de julio de 1936: ¡°Una guerra civil es siempre una tragedia nacional, que sufrimos todos; pero no se puede establecer un juicio salom¨®nico, y equiparar tres meses de descontrol (agosto-octubre, de 1936) con un genocidio fr¨ªo y sistem¨¢tico que dur¨® casi cuarenta a?os (desde 1936 hasta 1975). Sin olvidar que no es igual luchar contra la libertad que defenderla¡¡±
De la mayor parte de las palabras pronunciadas en su memoria, aflor¨® un fluir de afectos y sentimientos que la afabilidad personal de Marcos Ana, puesta de manifiesto en casi todas las intervenciones, as¨ª como su potente impulso literario y la firmeza de sus convicciones comunistas, despert¨® entre quienes le trataron. Con las luces del Paraninfo universitario apagadas y el sal¨®n iluminado tan solo con el titilar de peque?as lucecitas, el homenaje a Marcos Ana, presentado por Amparo Climent y Carlos Olalla, concluy¨® con los sones de La Internacional, surgidos de una cajita de m¨²sica.
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