El ¡®seny¡¯ y los refugiados
Algunos conservadores catalanes de anta?o, desnaturalizados por su nueva ubicaci¨®n pol¨ªtica y acosados judicialmente, se ven impelidos a defender los migrantes que antes rechazaban
El s¨¢bado 18 de febrero un diputado, ahora del PDECat y antes de CiU, caminaba por Pau Claris hacia la multitudinaria manifestaci¨®n a favor de los refugiados. A modo de toquilla, la bandera azul con el eslogan Casa nostra, casa vostra cubr¨ªa su espalda. La imagen daba la medida del poder taumat¨²rgico del proc¨¦s. A?os antes hubiera resultado inimaginable que el dirigente de un partido entonces empe?ado en una Catalu?a con m¨¢s Jordis que Mohameds llegara a protagonizar semejante composici¨®n buenista, algo que el paradigma pujolista reservaba a la izquierda ¨¦tica, est¨¦tica y prof¨¦tica.
Radicalizarse a la velocidad de una part¨ªcula en un sincrotr¨®n es una manera de responder a los profetas de calamidades. La situaci¨®n pol¨ªtica es tan parad¨®jica que los separadores ¡ªcon palabras, gestos y actitudes¡ª trabajan a destajo por el independentismo. Y la derecha catalana, constre?ida por su voluntad de mantenerse en el poder, solo debe contrastar la vetusta Espa?a presente con la virtuosa rep¨²blica catalana venidera.
El cambio de tercio lo facilita un PP que promociona fiscales adictos, d¨²ctiles y maleables, capaz de guerras sucias para destituir sin rubor al que se interpone en su camino y que solo recurre a Montesquieu para aplaudir las sentencias exculpatorias para sus amigos. No es de extra?ar que, de rond¨®n, los anta?o conservadores catalanes, desnaturalizados por su forzada nueva ubicaci¨®n pol¨ªtica y acosados judicialmente, se vean impelidos a participar en variopintas manifestaciones que cuestionan a ese Gobierno de Espa?a. Y los refugiados son un buen motivo: s¨®lo se ha acogido a 1.034 de los 17.337 a que se hab¨ªa comprometido el Ejecutivo espa?ol.
El PDECat se ve obligado a pasar p¨¢gina de los valorados a?os del seny, aquellos en que Marta Ferrusola alertaba de un futuro con minaretes. ¡°Tienen poca cosa, pero lo ¨²nico que tienen son hijos (¡) las ayudas son para esa gente que no saben qu¨¦ es Catalu?a. Solo saben decir 'dame de comer'. (¡) mi marido est¨¢ cansado de dar viviendas sociales a magreb¨ªes y gente as¨ª¡±. Era el a?o 2001 y nadie en el partido ¡ªentonces federaci¨®n¡ª se atrev¨ªa a decir otra cosa. Jordi Pujol o Artur Mas, sin secundar literalmente las palabras de la primera dama, las entend¨ªan. Ella era la bendita voz de la calle.
Por esos a?os Heribert Barrera, entonces presidente de Esquerra Republicana, discrepaba abiertamente de su partido y, en l¨ªnea con Ferrusola, hac¨ªa una defensa cerrada de la Ley de Extranjer¨ªa. Incluso aseguraba que el reputado xen¨®fobo J?rg Haider no era ¡°racista¡± cuando dec¨ªa que en Austria hab¨ªa demasiados extranjeros. Barrera hab¨ªa tomado la antorcha del Doctor Robert y se empe?aba en defender su visi¨®n de los africanos, a caballo entre el taxidermismo de los hermanos Verraux y la convicci¨®n de superioridad del teniente Churchill en la batalla de Omdurm¨¢n.
A finales de 2007, un video agit¨® las aguas preelectorales al advertir el entonces cabeza de lista Josep Antoni Duran Lleida de los peligros del ¡°alud inmigratorio¡± referido por la precavida Ferrusola. La grabaci¨®n subrayaba el caso de un padre magreb¨ª que en San Lorenzo del Escorial hab¨ªa prohibido a su hija ir a clase de gimnasia. Joana Ortega, entonces directora de campa?a de Duran, terci¨®: ¡°Lo que hace CiU es poner sobre la mesa un debate valiente y no ocultar la realidad como el PSC¡±. El eslogan electoral de la federaci¨®n nacionalista avalaba esa carta de ruta. En los carteles, Duran, con cara grave, advert¨ªa de un incontrovertible principio f¨ªsico: ¡°aqu¨ª no hi cap tothom¡± (aqu¨ª no cabe todo el mundo).
Esa tesis la deb¨ªa compartir por entonces su todav¨ªa compa?ero de partido Josep Maria Vila d'Abadal, primer presidente de la Asociaci¨®n de Municipios por la Independencia (AMI) y a la saz¨®n alcalde de Vic. Convertido ahora en un independentista tout court, Vila d'Abadal estaba dispuesto en 2010 a cooperar con las fuerzas de ocupaci¨®n para denunciar a todos los inmigrantes en situaci¨®n ilegal que pretendieran inscribirse en el padr¨®n municipal. La medida ten¨ªa como objetivo condenar a los trabajadores extranjeros y a sus familias a no poder acceder a la sanidad y la educaci¨®n.
El sustrato pesa mucho. Por eso tiene valor ver c¨®mo algunos viejos convergentes ¡ªno todos¡ª participan en manifestaciones a favor de los refugiados que huyen de la guerra. Dejando de lado el tacticismo que esta actitud pueda entra?ar, no hay que quitarle al PP su parte de m¨¦rito: nunca un Gobierno democr¨¢tico hizo tanto en tan poco tiempo para desprestigiar a las instituciones.
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