¡°?Vete a escribir, vete a escribir!¡±
El encuentro de escritores y lectores genera un sinf¨ªn de an¨¦cdotas
![Vila Matas, Aramburu y Bosch coincidieron firmando ayer.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UZNRFIZHUSGJ2KM55LJL5BEH2U.jpg?auth=ec9fa55d03bd4d8e5564a7356a670ad91452388f79ef67b93037dc59c0880a0c&width=414)
Como cada Sant Jordi m¨¢s de trescientos escritores tomaron literalmente las principales calles de Barcelona en una jornada en que los autores se encontraron con sus lectores m¨¢s all¨¢ de las p¨¢ginas de un libro; una jornada en la que adem¨¢s de las rosas y los propios libros lo m¨¢s buscado fue la firma del escritor favorito. La maratoniana jornada fue, una vez m¨¢s, un ir y venir de autores de una parada a otra. Por suerte, aunque Sant Jordi se extiende y consolida m¨¢s all¨¢ de su eje natural de La Rambla, Rambla Catalunya y Passeig de Gr¨¤cia, los escritores siguen concentr¨¢ndose para firmar en unos cuantos puestos situados en estas avenidas. Seguirlos de cerca durante este d¨ªa permite conocer algunas de sus vivencias, sus impresiones y su experiencias.
?Que cocinen otros! Los televisivos Jordi Cruz y los hermanos Torres cambiaban por un d¨ªa los fogones por los libros: ¡°hoy no cocinamos¡±, dec¨ªan cada uno en su parada, empe?ados en que se recupere el placer de cocinar en casa. ¡°Comemos cada d¨ªa con ellos y por eso hay una amistad y nos sentimos queridos¡±, aunque tambi¨¦n reciben broncas. ¡°Una se?ora me acaba de decir si estoy loco por poner cebolla en un guiso¡±, se quejaba uno de los hermanos cocineros.
Cambio de bando. La periodista Gemma Ruiz ha debutado con Argelagues y es su primer Sant Jordi firmando libros. ¡°Es muy peculiar hacer lo que tantas veces hab¨ªa visto y grabado; estar al otro lado. Cuando se public¨® no era consciente de la olla a presi¨®n que significa escribir un libro¡±.
![Pau Don¨¦s firm¨® libros y tambien guitarras.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7MBFLGTFJQDMWP4ILJB2YPBJUI.jpg?auth=a8d24367365929f285f0097b9f87d2528de274aa7a0792364afb010a1534d63a&width=414)
Las vitaminas de Cabr¨¦. ¡°El contacto con el lector es casi minimalista, apenas tienes tiempo de preguntarle el nombre y para qui¨¦n es la dedicatoria pero se agradece igualmente¡±, dec¨ªa Jaume Cabr¨¦, autor de Quan arriba la penumbra. ¡°Valoro mucho las sonrisas de los lectores que piden la dedicatoria, son como vitaminas¡±.
El tsunami de Redondo. Es su quinto Sant Jordi, pero cada vez le gusta m¨¢s porque nota que sus lectores le son muy fieles. Para Dolores Redondo la diada es como ¡°un tsunami que te pasa por encima a todos los niveles, pero tambi¨¦n una paliza emocional de la que luego bebes, te alimenta mucho tiempo y te da energ¨ªa¡±. Seg¨²n la autora, muchos de sus lectores le espetan: ¡°?Vete a escribir, vete a escribir!¡±.
La ¡®sobredosis' de Rahola. Habitual de Sant Jordi y una de las vendidas casi siempre durante la jornada, Pilar Rahola, ganadora el ¨²ltimo Planeta con Rosa de cendra aseguraba ayer que ¡°es mi Sant Jordi m¨¢s literario. Esto es una locura, es como un espejismo. El libro como centro del mundo y como una sobredosis de endorfinas¡±.
Espinosa quiere dos Sant Jordi. El a?o pasado no firm¨® libros; ayer, por la ma?ana, atend¨ªa a sus lectores, sobre todo mujeres: ¡°As¨ª te pueden ver mejor y tocarte¡±. Para el escritor es un d¨ªa muy feliz, pero pide que se cree un segundo Sant Jordi: ¡°El 23 de octubre, por un tema matem¨¢tico, para repetir la experiencia m¨¢s a menudo¡±.
Ib¨¢?ez estrena ¡®casa¡¯. ¡°Estoy que no me aguanto, pero lo horrible ser¨ªa no firmar nada. Ser¨ªa para pegarse un tiro, pero firmar 50 aqu¨ª, 100 all¨ª, 25 en otro lado, es una maravilla¡±, dice el padre de Mortadelo, que acaba de cumplir 81 a?os. Sobre su nueva casa tras la compra de Ediciones B por Random House: ¡°Yo voy a seguir con lo mismo. Que nadie me pida nada, porque no s¨¦ hacer nada m¨¢s¡±.
Adivinos del ¡®cl¨¢sico¡¯. Los periodistas deportivos Ramon Besa, de EL PA?S, y Marcos L¨®pez, de El Peri¨®dico, se estrenaban en la diada firmando el libro sobre Iniesta La jugada de mi vida, poco antes del encuentro Real Madrid-Bar?a. ¡°Es un partido loco que puede acabar de cualquier manera¡±, dijeron. L¨®pez augur¨® un 1-2 final; Besa se atrevi¨® con un 2-3. Acert¨®. Los dos marcharon para ¡°concentrarse¡± antes del encuentro.
Los besos de Marylin Monroe. ¡°Ni que estuviera Marylin Monroe repartiendo besos¡±, bromeaba sobre su cola Eduardo Mendoza, ¨²ltimo Premio Cervantes, que solo firm¨® dos horas: ¡°Es el privilegio de la edad¡±; pero bien aprovechadas: la gente le llevaba hasta cuatro libros, comprados o de casa, que ¨¦l, con amplia sonrisa, firmaba.
Pau Don¨¦s, con la guitarra. El l¨ªder de Jarabe de Palo firm¨® solo durante dos horas en una sola parada, pero sus lectores y fans les demostraron gran cari?o. Le llevaban ejemplares de su libro 50 palos, pero tambi¨¦n objetos como una guitarra que el cantante firm¨®: ¡°Abra?ada i que no pari mai de sonar¡±.
Aramburu, para los ¡°pobres¡± de Bachillerato. Guillermo, profesor de Literatura, le cuenta a un Fernando Aramburu a¨²n con la camisa blanca sin arrugas, que el a?o que viene los 250 alumnos de su instituto leer¨¢n de manera obligatoria Patria, el mejor libro que he le¨ªdo en 10 a?os¡±. ¡°Pobrecitos, ?tan largo!¡±, le sale del alma al autor.
Los ¡®vintage¡¯ malditos de Monz¨®. M¨¢s delgado que nunca, el autor de Benzina firma su recopilaci¨®n de textos gastron¨®micos, Taula i barra; pero tambi¨¦n, para su disgusto, los fans le traen t¨ªtulos que ¨¦l querr¨ªa borrar; uno, L¡¯udol del griso al caire de les clavegueres: ¡°T¨ªralo ya¡±, le suelta. El otro, Self-service, de 1977, que hizo con Biel Mesquida: ¡°Perdona, Quim, pero es bastante infumable¡±, le dice el joven y descarado lector. ¡°Esto es putear y puro fetichismo, cabr¨®n¡±, pero se lo firma.
Trueba, ¡®Quiet man¡¯'. ¡°La gente comenta siempre cosas maravillosas, pero, claro, hay que preguntar¡±, sostiene el autor de Tierra de campos, justificando as¨ª que sus lectores se le confiesen, como la joven italiana que le dice que conoci¨® a su marido comentando sus libros. Trueba, un punto de escritor-peluche, le da agua a la hija peque?a de la se?ora.
El premio sorpresa de Vila-Matas. Cosas que s¨®lo le pasan al autor de Mac y su contratiempo: en plena diada recibe un correo electr¨®nico desde Italia conforme acaba de ganar el prestigioso premio Feronia Citt¨¤ di Fiano, en su 25? edici¨®n. Se une a la n¨®mina de Grass, Coetzee, Gao Xingjian¡
La Central, el tr¨¢fico y los partidos pol¨ªticos. ¡°Si de verdad se quiere esponjar el centro, hay que ser dr¨¢stico: se debe cortar tambi¨¦n el tr¨¢fico de las calles transversales¡±, comentaba Antonio Ram¨ªrez, responsable de la librer¨ªa La Central, molesto tambi¨¦n por los tenderetes de los partidos pol¨ªticos en la estrecha Rambla de Catalunya: es un d¨ªa c¨ªvico, pero primero ha de ser el del libro, ?no?¡±.
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