Un techo para los mayores LGTB madrile?os
El Ayuntamiento ha cedido cinco pisos para los homosexuales con pocos recursos de m¨¢s de 50 a?os
Unos 15 mayores homosexuales viven en la capital en cinco pisos cedidos por el Ayuntamiento de Madrid. Son las ¨²nicas viviendas p¨²blicas de toda Espa?a destinadas a este fin. Todos los inquilinos tienen en com¨²n que tienen m¨¢s de 50 a?os, pertenecen a la fundaci¨®n 26 de Diciembre ¡ªque lucha por la dignidad y los derechos de los homosexuales¡ª, y disponen de pocos recursos. En la tercera planta de un edificio del barrio de La Latina, residen Brenda Palacios y Ana Cecilia L¨®pez, transexual y lesbiana, respectivamente. Cada una tiene una habitaci¨®n propia por la que pagan al mes 200 euros y acuden semanalmente a las reuniones de la fundaci¨®n. Desde la organizaci¨®n estiman que en Madrid hay alrededor de 80.000 personas mayores del colectivo LGTB ¡°en riesgo de exclusi¨®n¡±.
Brenda Palacios, de 61 a?os, es peruana y lleva tres a?os en el piso. Le pidi¨® ayuda a la fundaci¨®n 26 de Diciembre despu¨¦s de que no le renovaran el contrato en la casa donde trabajaba cuidando a una pareja de ancianos. Es transexual, vive en una de las habitaciones del piso acompa?ada de su gato y es trabajadora de la fundaci¨®n a media jornada. ¡°Vivimos bien, excepto los t¨ªpicos roces de la convivencia¡±, cuenta Palacios.
¡°Estamos a gusto, aunque a Brenda a veces le pierde la boquita¡±, afirma, entre risas, Ana Cecilia L¨®pez, de 57 a?os. Ella llego al piso hace un a?o. Conoci¨® la fundaci¨®n porque vivi¨® con su pareja en el barrio durante 18 a?os. Cuando se acab¨® su relaci¨®n, se vio en la calle y pidi¨® ayuda. ¡°Encontrar una habitaci¨®n digna en el centro de Madrid es muy dif¨ªcil, m¨¢s para personas de nuestra condici¨®n: no encajas compoartiendo con gente joven ni estudiante, pero tampoco con gente m¨¢s mayor, porque no se f¨ªan de un desconocido¡±, aclara.
L¨®pez trabaja temporalmente como vigilante de sala en el museo Reina Sof¨ªa. Cuenta que se entiende bien con sus compa?eras de vivienda (en total viven tres mujeres). ¡°Cada una tenemos televisi¨®n en nuestra habitaci¨®n para evitar problemas. Y hemos acordado que a medianoche es el toque de queda; a partir de esa hora se respeta y cada uno a hacer ruido a su cuarto¡±, explica. Seg¨²n L¨®pez, la sociedad ¡°no est¨¢ tan avanzada como aparenta en cuanto al reconocimiento de los derechos de los homosexuales¡±.
A pesar de todo, tanto L¨®pez como Palacios se muestran encantadas de que les dieran la opci¨®n ¡°de tener un espacio propio y un techo¡±, ambas denuncian que no hay suficientes lugares como en el que viven con respecto al n¨²mero de personas que lo necesitar¨ªan: ¡°No hay casas para solteras y sin hijos como nosotras. No entendemos porque tiene que ser un colectivo el que nos distribuya las habitaciones¡±, lamentan. Ambas defienden que les gustar¨ªa vivir solas en una vivienda m¨¢s peque?a en la que poder disfrutar de m¨¢s intimidad.
Federico Armenteros, presidente de la fundaci¨®n 26 de Diciembre, sostiene que ¡°en Madrid es elevado el n¨²mero de personas mayores homosexuales en riesgo de exclusi¨®n¡±. Bien porque viven solas, bien porque carecen de apoyo familiar o porque sus pensiones son bajas. ¡°Por desgracia solo podemos atender a 15 personas ya que no disponemos de m¨¢s pisos¡±, lamenta Armenteros. El presidente de la fundaci¨®n asegura que le han pedido al Consistorio que les ceda un edificio para habilitar m¨¢s viviendas para los mayores LGTB. Por el momento no puede ser: el Ayuntamiento dice que por ahora no tienen m¨¢s pisos disponibles.
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