La imperceptible y lenta destrucci¨®n del tiempo
David Claerbout muestra en el MNAC la desintegraci¨®n del Estadio Ol¨ªmpico de Berl¨ªn
Faltan pocos d¨ªas para que Barcelona celebre el 25? aniversario de las Olimpiadas de 1992. Sin embargo, no todos saben que la capital catalana ya estuvo a punto de conseguir los juegos en 1936, aunque finalmente se los llev¨® Berl¨ªn. El estadio que Werner March construy¨® para aquella ocasi¨®n en el distrito berlin¨¦s de Charlottenburg protagoniza Olympia, el v¨ªdeo que el belga David Claerbout (Kortrijk, 1969) presenta en el Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC) hasta el 31 de diciembre. ¡°Las Olimpiadas de 1936 deber¨ªan haberse celebrado en Barcelona. No se las concedieron porque reg¨ªa la Segunda Rep¨²blica. Por eso hemos querido traer esta obra aqu¨ª ahora¡±, explica Han Nefkens, mecenas, coleccionista y productor de la obra.
Tal y como indica su subt¨ªtulo Olympia, que se estren¨® en el marco del festival Loop, muestra la desintegraci¨®n en tiempo real del estadio ol¨ªmpico de Berl¨ªn a lo largo de mil a?os. Instalada en la sala 78 del MNAC junto con las obras de arte moderno, la videoinstalaci¨®n se articula en dos pantallas de grandes dimensiones donde se reproduce una r¨¦plica generada por ordenador del estadio, extrapolado de su entorno real y situado en un espacio sin intervenci¨®n humana, a la merced de las condiciones atmosf¨¦ricas y el paso del tiempo. Gracias a un programa inform¨¢tico creado especialmente para este proyecto, el artista prefigura el deterioro del edificio con las condiciones atmosf¨¦ricas reales de Berl¨ªn d¨ªa tras d¨ªa. Aunque los cambios son imperceptibles, nunca se ve la misma imagen porque el tiempo nunca se detiene. De la misma forma tampoco se detiene Olympia, que sigue generando sus im¨¢genes en tiempo real tambi¨¦n durante la noche cuando el museo cierra y todo lo dem¨¢s se apaga.
¡°Desde que se estren¨® en Berl¨ªn hace un a?o la vegetaci¨®n ya ha cambiado sensiblemente y a la larga terminar¨¢ por cubrir las ruinas del edificio. Ya no ser¨¢n visibles las perspectivas actuales. Evidentemente, la idea de una obra que dura mil a?os tiene un componente ir¨®nico, porque es algo que no puede ser medido ni controlado por el hombre¡±, explica Claerbout, conocido por combinar el tiempo y la luz en obras que consiguen capturar la atenci¨®n del espectador aunque no destaquen por efectos especiales o elementos espectaculares. Lo que impacta es la sutil e inquietante idea de la eternidad, m¨¢s que un concepto una verdadera presencia, que requiere paciencia y atenci¨®n. Es tambi¨¦n el mecanismo de Reflecting Sunset, que la Fundaci¨®n Nefkens ha donado al Museo Boijmans Van Beuningen di Rotterdam. Se trata de una pel¨ªcula que muestra un atardecer a trav¨¦s de las ventanas de un edificio a lo largo de los 38 minutos que dura en la realidad. Otro ejemplo son los Venice Lightboxes, unas cajas de luz donde se exhiben fotograf¨ªas que se pueden ver solo en la oscuridad, como im¨¢genes fantasmales que se van formando a medida que la retina se acostumbra a la negrura.
Simult¨¢neamente a su exhibici¨®n en el MNAC, Olympia se presenta en la colecci¨®n permanente del M HKA, el museo de arte contempor¨¢neo de Amberes, la ciudad donde Claerbout vive y en Schaulager, sede de la Laurenz Foundation en Basilea. ¡°Trat¨¢ndose de una pieza que rompe con los habituales esquemas de temporalidad, en cuanto m¨¢s centros se presente m¨¢s posibilidades hay que alcance su objetivo¡±, concluye el artista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.