Inquilinos amenazados de desahucio piden a Colau que compre sus fincas
Vecinos de fincas de Enten?a o Lancaster exigen el mismo trato que los de la calle de Leiva
Fincas en barrios y tramas urbanas distintas pero con el mismo problema. Despu¨¦s de que el Ayuntamiento de Barcelona comprara un edificio en el barrio de Sants para evitar que se vendiera a un fondo de inversi¨®n y se expulsara a las familias que viven en ¨¦l, vecinos de otros inmuebles reclaman que el Consistorio act¨²e de la misma forma. Es el caso de los residentes del n¨²mero 151 de la calle de Enten?a, en el Eixample, o del 7 al 11 de Lancaster, en Ciutat Vella. Las familias que habitan en estas fincas entienden que la adquisici¨®n en Sants sent¨® un precedente y piden el mismo trato para no perder su casa.
La compra de edificios en los que residen vecinos que arriendan sus viviendas por parte de fondos de inversi¨®n ha supuesto que varias familias vivan pendientes de un burofax o una carta que ponga la fecha de caducidad a su permanencia. Es lo que les ocurri¨® a las familias del n¨²mero 37 de la calle de Leiva, en Sants, el edificio que compr¨® el Ayuntamiento de Barcelona. Y es lo que les sucede a los vecinos de la calle de Enten?a o los de Lancaster.
El Ayuntamiento defiende que el de Leiva fue un caso excepcional. El Consistorio pudo acogerse al decreto 1/2015 de la Generalitat sobre medidas urgentes de vivienda, que permite deshacer la compra bajo varios supuestos. En este caso, se cumpl¨ªan: la finca era propiedad de un banco, proced¨ªa de una ejecuci¨®n hipotecaria y no se hab¨ªa comunicado la venta a la administraci¨®n. Fuentes del ¨¢rea de Vivienda recuerdan que el Ayuntamiento est¨¢ intentando incrementar el parque p¨²blico de alquiler asequible por todos los medios: captando pisos vac¨ªos, firmando convenios con grandes tenedores, construyendo, y tambi¨¦n comprando de fincas. En este caso, ¡°los criterios los marca la legislaci¨®n vigente y los complementa una instrucci¨®n municipal¡±. Entre otros supuestos, la ley establece que los inmuebles se pueden ¡°comprar directamente en supuestos de urgencia extrema¡±.
Casos complejos
Los casos de edificios de alquiler que han sido comprados por inversores se multiplican. Una investigaci¨®n de La Directa los cuantificaba en 70. Y cada caso es un mundo. En algunos, la soluci¨®n es complicada. A veces por las complejas madejas de propietarios, como en la finca 18 de la calle de Borrell. "No sabemos ni c¨®mo estamos", admite Jos¨¦ Ram¨®n Ayll¨®n, vecino de una finca cuyos inquilinos no consiguen aclarar si ha sido vendida. Pero el deterioro es visible en esta escalera, con nueve vecinos con contratos indefinidos, tres temporales, dos ocupados y ocho ya cerrados. Y mientras, decenas de personas, que los vecinos aseguran que son potenciales compradores, visitan los espacios comunitarios del edificio. Los vecinos tambi¨¦n han acudido al administrador alertando del asedio inmobiliario que sufren, a la oficina de vivienda, al distrito y a la plataforma ciudadana Fem Sant Antoni.
Otras veces la situaci¨®n es tan larga que muchos vecinos se van. Es el caso de la calle de Parlament 1-3, un edificio pegado al Paral¡¤lel que entre fachadas, escalera y pisos (de dos en dos) lleva a?os en obras. Quedan dos inquilinos con contratos temporales y otros dos indefinidos. Lali C. De Puig explica que el actual due?o es Elix. Tambi¨¦n ella recibi¨® un burofax. Para que se marchara. En la carta le advert¨ªan de que le cobrar¨ªan 60 euros diarios si se retrasaba. Tambi¨¦n han acudido al ayuntamiento, donde les respondido que en caso de desahucio actuar¨ªa la unidad especial.
La instrucci¨®n municipal fija ¡°criterios de priorizaci¨®n de fincas¡± y ¡°precios m¨¢ximos de compra calculados a partir del mercado inmobiliario¡± en los que tambi¨¦n se contempla el coste de rehabilitaci¨®n, si es necesario. Por ¨²ltimo, Vivienda subraya que se priorizan las compras cuando las fincas est¨¢n en ¨¢reas de fuerte demanda, con una intensa presi¨®n especulativa o si han sufrido ¡°procesos de conservaci¨®n coercitivos y sancionadores¡±.
Las entidades que se movilizan por el derecho a la vivienda no ven la compra por parte del Ayuntamiento del edificio de la calle de Leiva como un agravio para otros casos, y lo enmarcan en un contexto de emergencia en el que, adem¨¢s, encaj¨® la aplicaci¨®n del decreto 1/2015. Desde el Sindicato de Inquilinos, de reciente creaci¨®n, uno de los portavoces, Jaime Palomera, critica ¡°un marco legal que no da ninguna seguridad al inquilino y promueve la compraventa especulativa¡±. Sobre la compra del edificio, apunta: ¡°Ninguna soluci¨®n es ¨®ptima, la legislaci¨®n es tan estrecha y tan poco garantista que obliga a ir caso por caso y a soluciones de emergencia y discrecionales como ¨¦sta¡±. ¡°Exigimos un marco legal que permita a la administraci¨®n actuar cortando las pr¨¢cticas de ra¨ªz¡±, a?ade.
Carlos Mac¨ªas, portavoz de la PAH, es partidario de ¡°exprimir al m¨¢ximo la legislaci¨®n vigente¡±, al tiempo que sugiere ¡°tener un debate de ciudad sobre d¨®nde poner el l¨ªmite econ¨®mico por vivienda en el tanteo y retracto¡±. ¡°Necesitamos ampliar el parque p¨²blico de alquiler en 120.000 pisos, y s¨ª a la compra, pero con l¨ªmites¡±, conviene.
El edificio de Enten?a est¨¢ pegado a la c¨¢rcel Modelo. Son doce pisos, de los cuales algunos ya est¨¢n vac¨ªos y tapiados. Todos los contratos, salvo uno indefinido, vencen pronto. En marzo, Renta Corporaci¨®n estudi¨® comprarlo, una operaci¨®n que finalmente descart¨®. Aun as¨ª, ha comenzado el goteo de burofaxes: ¡°Un mes antes avisa de que te tienes que marchar¡±, explica Iman, portavoz de este edificio. Es de las vecinas que lucha para no irse. Otros s¨ª lo han hecho. Un fen¨®meno que el Sindicato de Inquilinos llama ¡°desahucios invisibles¡±.
El ¡°Vietnam inmobiliario¡±
Iman relata los cuatro encuentros que han tenido con t¨¦cnicos municipales en la Oficina de la Vivienda de la calle de Ali Bei. Del primero salieron esperanzados de que el Ayuntamiento intentar¨ªa alcanzar un acuerdo para mantener los alquileres. Pero asegura que ahora no les ofrecen ninguna soluci¨®n a corto plazo: ¡°Pedimos que el ayuntamiento nos compre, por qu¨¦ lo han hecho en otro caso y aqu¨ª no?¡±, pregunta. ¡°La propia alcaldesa Ada Colau tuite¨® que el ayuntamiento utilizar¨ªa todas las herramientas que est¨¦n en sus manos¡±, recuerda.
En el caso de Lancaster, se trata de una calle paralela a La Rambla, por detr¨¢s del Teatro Principal. La propia concejal de Ciutat Vella, Gala Pin, describe este trozo del Raval como ejemplo de ¡°Vietnam inmobiliario¡±. En apenas 24 n¨²meros se concentran pisos tur¨ªsticos conviviendo con vecinos, una finca comprada el a?o pasado por el fondo MK Premium donde queda una familia que no se quiere marchar, dos edificios afectados que deber¨ªan ser derribados pero est¨¢n ocupados por familias sin recursos... Y los n¨²meros 7, 9 y 11, cuyos 42 inquilinos temen lo peor a un a?o de que se les acabe el contrato. El traj¨ªn de inversores all¨ª es constante. Hasta tienen v¨ªdeos de los representantes de los compradores hablando en la calle.
Jordi Callejo es hijo de una vecina del n¨²mero 11 de Lancaster, un inmueble en el que hace d¨¦cadas que no se hace ni una obra. Se ha criado aqu¨ª y se?ala que en su caso los vecinos siempre han ¡°defendido que la ¨²nica soluci¨®n es que el Ayuntamiento declare la zona ¨¢rea de tanteo y retracto¡±. Ello permitir¨ªa que ante cualquier intento de compra, el Consistorio pudiera comprar el edificio. ¡°Es un caso paradigm¨¢tico porque son muchos edificios. Esto es un caramelo para los especuladores, por lo que pueden sacar, por ubicaci¨®n... Esto es una mina de oro, imag¨ªnate lo que puede costar un piso pegado a La Rambla¡±, sostiene.
Extender la compra preferente, en estudio
¡°En el ¨²ltimo pleno del distrito la oposici¨®n solicit¨® pedir la declaraci¨®n del ¨¢rea de conservaci¨®n y rehabilitaci¨®n del entorno¡±, recuerda la concejal Gala Pin, lo que permitir¨ªa ejercer la compra preferente. ¡°Ya lo ten¨ªamos previsto, pero hay que tener en cuenta que esta declaraci¨®n tiene una tramitaci¨®n larga, de un a?o¡±, lamenta Pin, que el jueves pasado visit¨® los diminutos pisos, por los que los vecinos pagan entre 90 y 400 euros de alquiler. La declaraci¨®n de ¨¢reas de tanteo y retracto para luchar contra la expulsi¨®n de vecinos es una de las medidas que el Ayuntamiento estudia, pero sin m¨¢s concreci¨®n.
¡°Es imposible que los vecinos que viven aqu¨ª encuentren algo en el mercado que puedan pagar¡±, asegura Callejo, cuya familia es de origen asi¨¢tico, como muchas del vecindario. Mientras no llega una salida, explica que est¨¢n boicoteando las visitas de compradores o t¨¦cnicos de la propiedad. Hace unos meses los due?os pintaron la escalera y la entrada. La puerta hace a?os que se abre solo empujando.
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