Los uniformados de Hipercor
Un polic¨ªa, un guardia urbano y un bombero recuerdan c¨®mo vivieron el atentado 30 a?os despu¨¦s
19 de junio de 1987. Minutos despu¨¦s de las cuatro de la tarde. El polic¨ªa Antonio Galiano regresaba con sus compa?eros de participar en un torneo de f¨²tbol sala en un polideportivo del Bon Pastor. El guardia urbano Jordi Alemany estaba controlando el servicio de los coches patrulla del barrio de Sants. El bombero Andreu Clarella hac¨ªa guardia en el parque de Sant Andreu. Los tres, entonces treinta?eros, tuvieron que salir corriendo. ETA hab¨ªa puesto un coche bomba en el Hipercor de la avenida de Meridiana de Barcelona. Asesin¨® a 21 personas.
El inspector Galiano era el responsable del grupo de polic¨ªa judicial que instruy¨® la causa. ¡°El jefe de la guardia nos dijo: ¡®Oye, que acaban de poner un pepino en Hipercor¡¯. Sal¨ª zumbando para all¨¢. Al llegar, el panorama era¡ No se pod¨ªa entrar del humo que hab¨ªa¡±. Poco despu¨¦s, Alemany cruzaba a todo gas Barcelona. ¡°Cuando baj¨¦, el coche ol¨ªa a embrague quemado despu¨¦s de pegarle toda la paliza. Me fui al intendente mayor que estaba all¨ª de servicio. Primero le dije qu¨¦ ten¨ªa que hacer. Y luego solo pregunt¨¦: ¡®?Cu¨¢ntos?¡¯ En el parque de Bomberos de Sant Andreu, Clarella viv¨ªa una guardia normal. ¡°El aviso me extra?¨® porque el Hipercor era un sitio bien protegido. Dijimos: ¡°vamos¡±. Y al llegar arriba del todo de la calle Irlanda dijimos: ?Hostia, la que se ha liado!¡±.
Galiano empez¨® a trabajar en el desv¨ªo de heridos y muertos. ¡°Cuando ya se comprob¨® que no quedaba ning¨²n fallecido dentro, empezamos con las diligencias. Coger los efectos de los muertos y llevarlos a comisar¨ªa para poder identificarlos¡±. Alemany trabaj¨® hasta las diez de la noche ordenando el tr¨¢fico en la arteria principal que daba entrada y salida a la ciudad. ¡°Mi trabajo consisti¨® en cortar el acceso y facilitar la entrada y salida de emergencias. Nadie se quej¨®¡±. Clarella se centr¨® en apagar las llamas del Ford Sierra que ETA carg¨® con 200 kilos de explosivos. ¡°Nos cost¨® mucho encontrar el coche. La explosi¨®n activ¨® todos los aspersores, que en un fuego normal usas para orientarte¡±.
El equipo de Galiano trabaj¨® sin parar ¡°tres o cuatro d¨ªas¡±: ¡°Todas las diligencias se hicieron con cinco m¨¢quinas de escribir y con cinco calcos para que salieran las copias. Y luego entregar los efectos a los familiares de los fallecidos, los reconocimientos en los hospitales. Hacer actas y declaraciones. Actas y actas. Y tomamos declaraci¨®n al primero que recibi¨® la llamada en el Avui¡±.
Clarella, cuando ya hubo apagado el veh¨ªculo, ayud¨® en tareas de rescate. ¡°Me encontr¨¦ con un compa?ero que llevaban en brazos a dos ni?os de 7 u 8 a?os. Muertos. En ese momento, no era una cosa que me impactase mucho porque el trabajo te obliga a estar por el trabajo. T¨² vas haciendo. Es al d¨ªa siguiente, cuando lo vas recordando, y vas siendo consciente de todo¡¡±
¡°Est¨¢s por lo que est¨¢s. Te endureces. Es una profesi¨®n que endurece. Adem¨¢s, ven¨ªamos de la historia que ven¨ªamos, de una dictadura, en la que la muerte siempre estaba presente. Es otra mentalidad de la vida y de la muerte. Y sobre todo, cuando est¨¢s trabajando, el uniforme ayuda mucho. Ayuda a ponerte a trabajar. Trabajas y ya est¨¢¡±, coincide Alemany, que cada viernes a esa hora iba a comprar a Hipercor con su mujer. "Si yo no hubiese estado trabajando, hubiese estado dentro. S¨ª o s¨ª".
Alemany cree que ahora seguramente la sociedad reaccionar¨ªa diferente ante un atentado as¨ª. ¡°S¨ª, fue un golpe muy fuerte, un salto cualitativo, pero uno ya estaba acostumbrado a eso, a que ETA matara¡±. ¡°Todo el mundo estaba muy entero. Tampoco se ve¨ªa sangre. Pero luego ya, cuando regresas al parque y te pones a comentarlo, piensas¡ ?Madre de dios!¡±, sigue Clarella. Tampoco Alemany ahond¨® m¨¢s: ¡°No hablamos de eso. Lo ten¨ªamos como normal. Aparte de cuatro exabruptos o cuatro insultos cuando te cambias en el vestuario. No mucho m¨¢s¡±. Ni el grupo de Galiano volvi¨® a tratar el tema: ¡°Nos dedicamos a ayudar y ayudar, a hacer lo que ten¨ªamos que hacer, y ya est¨¢¡±.
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