Ense?anza relega la memorizaci¨®n en favor de las competencias
La Generalitat ya ha evaluado este curso a los alumnos por competencias
Para aprender m¨²sica un alumno puede memorizar las notas o crear su propia pieza. Y para ense?ar valores c¨ªvicos se puede dar la t¨ªpica charla o hacer que los alumnos reflexionen. En el instituto Quatre Cantons de Barcelona optaron por las segundas opciones y fusionarlas en un proyecto: crear un rap en contra de la violencia machista. ¡°Hab¨ªamos trabajado los ritmos corporales y les plante¨¦ hacer un rap sobre un tema que cre¨ªa que hab¨ªa que poner sobre la mesa¡±, explica Oscar Altide, profesor de m¨²sica. Con una iniciativa como esta, los alumnos no aprenden solo una cosa, sino que desarrollan sus capacidades o competencias art¨ªsticas (como creadores de m¨²sica), comunicativa (al escribir la letra), digital (las bases musicales se crearon por ordenador) y la humana (reflexionan sobre el respeto y la convivencia).
Esta forma de estudiar es la que se conoce como trabajar por proyectos ¨Cen sustituci¨®n de las asignaturas convencionales-, que es la base de la ense?anza por competencias, un modelo que tiene como objetivo que los alumnos no solo acumulen una ristra de datos y conocimientos durante su vida escolar, sino que sepan aplicarlos en la vida cotidiana y que se desarrollen como personas independientes y cr¨ªticas. ¡°Adem¨¢s de aprender c¨®mo es una fracci¨®n o un quebrado, los alumnos tendr¨¢n que ser capaces de resolver una situaci¨®n concreta y encontrar la soluci¨®n en un contexto real¡±, explic¨® la consejera de Ense?anza Meritxell Ruiz hace unos d¨ªas.
?¡°El modelo de competencias se basa en cuatro pilares: aprender a aprender, a saber hacer las cosas, a ser una persona y a convivir. Ya no es una acumulaci¨®n de saber¡±, abunda Ismael Palac¨ªn, director de la Fundaci¨®n Bofill, especializada en temas educativos. Y es que hay una coincidencia entre administraciones y expertos para caminar hacia este modelo, basado en las indicaciones del Libro Blanco para la reforma del sistema educativo de la Unesco (1989), y llamado a revolucionar la ense?anza. El punto de partida es clave. ¡°Se pasa de la figura del maestro como transmisor de conocimientos a un modelo donde el protagonista es el alumno¡±, resume Carme Ortoll, directora general de Educaci¨®n infantil y primaria.
A partir de aqu¨ª se disipan las asignaturas convencionales y desaparecen las cl¨¢sicas clases magistrales. ¡°Saber filosof¨ªa ya no es aprenderse las obras de un autor, sino comparar visiones de los autores y aplicar los pensamientos en la vida cotidiana y tener la capacidad de analizar las cosas con visi¨®n cr¨ªtica¡±, explica Palac¨ªn. ¡°El libro ha quedado obsoleto, no motiva a los estudiantes. Con los proyectos los pones en situaciones reales y los dotas de m¨¢s capacidades para enfrentarse a situaciones que se encontrar¨¢n en la vida real¡±, explica el profesor Oscar Altide, que ejemplifica los beneficios conseguidos con su proyecto de rap. ¡°Hab¨ªa un ni?o que era incapaz de memorizar dos frases, pero se aprendi¨® todo el rap. Incluso gan¨® un premio. ?Estaba eur¨®fico!¡±, a?ade con orgullo.
¡°Es un modelo m¨¢s inclusivo, porque que todo el alumnado aprende, todos se sienten part¨ªcipes y hay mucha interacci¨®n entre ellos¡±, apunta Lourdes Casanovas, directora de la escuela Roques Blaves de Esparraguera. Este es uno del medio centenar de centros pioneros en la ense?anza por competencias que forma parte de la Red de competencias b¨¢sicas, que ayud¨® a la exconsejera de Ense?anza Irene Rigau en 2013 a aunar metodolog¨ªas y a editar unas gu¨ªas con indicaciones para que el resto de escuelas pudieran empezar a implantar este modelo. Los centros de la Red se re¨²nen mensualmente con el Departamento para explicar los aspectos que funcionan y los que no.
Seg¨²n Ense?anza, actualmente todos los centros educativos ya trabajan por competencias, a diferentes niveles. Pero si se ense?a de una forma, hay que evaluar de esa misma forma. As¨ª que cuatro a?os m¨¢s tarde la Generalitat ha implantado la evaluaci¨®n por competencias ¨Ceste curso, en primaria y el pr¨®ximo curso, en secundaria-, lo que implica que las familias ya no recibir¨¢n el t¨ªpico bolet¨ªn con notas que van del insuficiente al excelente para cada materia, sino que hay cuatro calificaciones: no logro excelente, notable, satisfactorio o no logrado. Y las asignaturas se convierten en seis ¨¢mbitos: ling¨¹¨ªstico (catal¨¢n, castellano y lengua extranjera), matem¨¢tico, conocimiento del medio, art¨ªstico (educaci¨®n pl¨¢stica, musical y danza), educaci¨®n f¨ªsica y educaci¨®n en valores. De hecho, actualmente algunos ex¨¢menes ya est¨¢n dise?ados pensados en las competencias, como algunas pruebas diagn¨®sticas que realiza la Generalitat o el examen PISA y en un futuro se busca adaptar la Selectividad.
A pesar de las bondades del sistema, tambi¨¦n hay cr¨ªticas. La Fundaci¨®n Bofill se pregunta si empezar a evaluar por competencias es cerrar el c¨ªrculo o empezar por el final. ¡°Faltan muchos pasos intermedios: cambiar los espacios de las escuelas, formar a los profesores y cambiar las pr¨¢cticas docentes. No se puede ense?ar por competencias en un aula con todos los alumnos sentados. Y a lo mejor los centros solo trabajan por proyectos en un ¨¢mbito y combinan los dos modelos, cuando deber¨ªa haber un modelo unificado¡±, apunta Palac¨ªn. No obstante, admite que tambi¨¦n se puede hacer la lectura inversa y con el decreto de evaluaci¨®n puede incentivar y acelerar el cambio porque se marca a los profesores qu¨¦ y c¨®mo deben ense?ar.
Desde la escuela Roques Blaves se quejan de que el nuevo sistema ha comportado mucho trabajo para el profesorado y lamentan la falta de tiempo para coordinarse. ¡°Los profesores est¨¢n motivados, pero han optado por formarse ellos mismo y aprender de las experiencias mutuas, pero hace falta tiempo para reunirse y coordinar las acciones¡±, incide la directora. La Generalitat defiende que desde 2015 se han formado 1.700 jefes de estudios y que se ofrece formaci¨®n telem¨¢tica y en las universidades, adem¨¢s de materiales y orientaciones para trabajar en el centro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.