550 personas viven en los 101 asentamientos urbanos de la capital
Moncloa y Chamart¨ªn son los distritos en los que se registra mayor n¨²mero de poblados
La capital cuenta con 101 asentamientos urbanos ilegales repartidos por los 21 distritos, seg¨²n el ¨²ltimo recuento realizado por el Samur Social. En ellos, pernoctan 550 personas, en su gran mayor¨ªa de origen extranjero. Este n¨²mero es algo inferior que el recuento facilitado por el Consistorio a principios de a?o, cuando sal¨ªan 135 minipoblados. Los distritos de Moncloa-Aravaca y de Chamart¨ªn est¨¢n a la cabeza, mientras que en otros su presencia es testimonial, como ocurre en Usera, Moratalaz y Vic¨¢lvaro. En ninguno de ellos se han detectado menores, seg¨²n fuentes municipales.
El n¨²mero de asentamientos y su ubicaci¨®n es ¡°cambiante¡±, seg¨²n reconoce el director del Samur Social, Dar¨ªo P¨¦rez Madera. Si existe presi¨®n vecinal, sus moradores se mueven de un lugar a otro de la ciudad. En caso contrario, se mantienen. ¡°Los hay m¨¢s o menos discretos, que pasan desapercibidos. Se trata de personas que se abrigan y se refugian, sobre todo en invierno, y que, cuando amanece, recogen todo y se marchan¡±, explica el director del Samur Social.
De los 550 censados en estos asentamientos, un 68% son extranjeros frente al 2% de espa?oles. El 30% restante son personas que no quieren decir de d¨®nde proceden y que, por tanto, no se puede contabilizar su procedencia. Por nacionalidades, predominan los rumanos (en su mayor¨ªa de etnia gitana), con un 63,9% frente a otras mucho m¨¢s minoritarias, como b¨²lgara, marroqu¨ª o de pa¨ªses subsaharianos. ¡°Los espa?oles, seg¨²n se les informa de los recursos, se van integrando en ellos. Por el contrario, los rumanos son los que suponen las intervenciones m¨¢s dif¨ªciles. Suelen rechazar lo que les ofrecemos¡±, explica P¨¦rez.
El gran problema con este grupo de gitanos rumanos es que es un grupo itinerante y que suele moverse por las principales capitales europeas. ¡°Se van entre septiembre y diciembre, vuelven en navidades y se marchan hasta mayo y junio. Aguantan hasta las vacaciones¡±, a?ade P¨¦rez. El estudio del Samur Social tambi¨¦n recoge que siete de cada diez personas son hombres, frente al 30% de mujeres.
Problema enquistado en Arganzuela
Uno de los puntos que mayores problemas est¨¢ dando a los vecinos se encuentra en la calle del P¨¢rroco de Eusebio Cuenca, en el distrito de Arganzuela. El pasado 9 de agosto se registr¨® un incendio que afect¨® a pastos y a parte del arbolado, adem¨¢s de a algunas de las infraviviendas del poblado marginal.
Los vecinos se han quejado de los problemas de ruidos, peleas e insalubridad que supone este asentamiento. El administrador de infraestructuras ferroviarias (ADIF) y el Ayuntamiento se han comprometido a solucionarlo. Seg¨²n fuentes municipales, el ¨¢rea de Equidad est¨¢ trabajando en un plan de intervenci¨®n social para desmantelarlo en las mejores condiciones para la poblaci¨®n all¨ª asentada.
Mediadores rumanos
La instalaci¨®n de un nuevo asentamiento se conoce de varias maneras. Unas veces son los propios vecinos los que denuncian su existencia. En otras, la Polic¨ªa Municipal, los agentes de Movilidad o los servicios de limpieza son los que detectan su presencia. Los propios equipos del Samur Social (16, en total) tambi¨¦n se encargan del recuento. De hecho, dos de estos equipos cuentan con mediadores gitanos rumanos para reducir su presencia en la capital.
La forma de actuar de este servicio municipal es siempre la misma. Se acercan a ellos y les ofrecen todos los recursos de que dispone el Ayuntamiento. Es una labor que les lleva muchas veces semanas e incluso meses. As¨ª fue el caso de un hombre que pernoctaba en el paseo de Santa Mar¨ªa de la Cabeza. Los integrantes del Samur Social fueron a visitarle casi todas las semanas durante ocho a?os. ?l se neg¨® a acudir a las instalaciones municipales. Un d¨ªa se cay¨® y se parti¨® una clav¨ªcula. Cuando los sanitarios le preguntaron a qui¨¦n llamaban, la v¨ªctima dijo que avisaran a los empleados municipales. ¡°Ahora est¨¢ en nuestro centro de acogida¡±, explica el responsable municipal.
Los lugares elegidos por estas personas suelen ser parques y zonas ajardinadas en las que haya fuentes de donde proveerse de agua potable. Por ello, los distritos predilectos son los de Moncloa ¡ªen especial, el parque del Oeste¡ª y Fuencarral-El Pardo. El perfil de estas personas es un hombre de entre 18 y 35 a?os. Tambi¨¦n los hay de entre 50 y 60 a?os, pero en menor proporci¨®n. Con lo que nunca se encuentran es con ni?os o adolescentes. ¡°Si ocurriera esto, la Ley de Protecci¨®n del Menor nos obliga a llev¨¢rnoslos a un centro de acogida por estar en riesgo¡±, explica P¨¦rez.
El Ayuntamiento ofrece a estas personas plazas en pensiones y pisos con acompa?amiento social, centros de acogida municipales y, en otras ocasiones, el pago del billete a sus pa¨ªses de origen. En este caso se ponen en contacto con los servicios sociales del Ayuntamiento de destino para que all¨ª se tomen medidas y les den cobertura asistencial. Tambi¨¦n se les ayuda en la tramitaci¨®n de la renta m¨ªnima de inserci¨®n (RMI), en la renovaci¨®n del carn¨¦ de identidad o en lograr que tengan cobertura sanitaria. ¡°Lo importante es que se genere esa confianza y exista una relaci¨®n. El ¨²ltimo objetivo es que dejen la calle, cosa que solo lo pueden hacer de manera voluntaria. Nosotros no les podemos obligar¡±, concluye P¨¦rez Madera.
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