Prisi¨®n provisional para el conductor que atropell¨® al ni?o de Usera
El due?o del veh¨ªculo ha quedado en libertad, pero tendr¨¢ que comparecer en el juzgado al ser requerido
Un juez ha decretado este martes prisi¨®n provisional para el joven que atropell¨® mortalmente a un ni?o de tres a?os el domingo en Usera. Las primeras hip¨®tesis sostienen que el conductor, de 18 a?os, trataba de aparcar el veh¨ªculo sin tener el permiso de conducir. El due?o del coche, de 21 a?os, ha quedado en libertad tras declarar ante la Polic¨ªa Nacional por prestar su veh¨ªculo a alguien sin carn¨¦, pero deber¨¢ personarse en el juzgado cuando sea requerido.
El conductor ha comparecido este martes ante el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 25 de Madrid, de guardia, que ha decretado prisi¨®n provisional comunicada y sin fianza como presunto responsable de la muerte del ni?o. La causa pasa ahora al Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 22 de la capital, que fue el encargado de levantar el cad¨¢ver en la medianoche del domingo. Al joven de 18 a?os se le imputa un delito de homicidio por imprudencia, dos de lesiones y otro contra la seguridad vial, informa el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
De la investigaci¨®n se desprende que el detenido, vecino del barrio de San Ferm¨ªn, estaba realizando maniobras para aparcar, cuando perdi¨® el control del veh¨ªculo, super¨® el bordillo y se estamp¨® contra el establecimiento de alimentaci¨®n de la calle de La Mezquita n¨²mero 31. En el siniestro perdi¨® la vida el ni?o y fueron heridas otras tres personas, entre ellas el padre y la hermana del fallecido. Los agentes practicaron las pruebas de alcohol y drogas al conductor, que permaneci¨® en el lugar de los hechos, pero dio negativo en ambas.
El barrio de San Ferm¨ªn contin¨²a a¨²n en shock. Vecinos y for¨¢neos se acercan hasta el altar improvisado en que, desde el mediod¨ªa del lunes, se han convertido la puerta del establecimiento chino de la calle de La Mezquita. Quienes llegan dejan flores, algunas de tela, mensajes de condolencia o encienden velas ante las persianas met¨¢licas. De la fachada cuelga una enorme pancarta negra que reza: "Queremos justicia. No ha sido un accidente. Ha sido un asesinato". Un joven, con su hija en brazos, afirma que la zona necesita m¨¢s presencia policial. A unos metros, Maribel, trabajadora de una inmobiliaria cercana, subraya que la familia del ni?o no se relacionaba mucho con los vecinos, pero que esta tragedia va a cambiar el barrio.
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