El Misterio de Susqueda

Hace ya un mes que Marc Hern¨¢ndez y Paula Mas, de 23 y 21 a?os, desaparecieron en el Pantano de Susqueda. La investigaci¨®n policial sigue abierta y de forma intermitente los agentes vuelven a rastrear la zona, pero no se ha hallado ninguna pista nueva. Durante m¨¢s de una semana se escudri?¨® el paraje por tierra, agua y aire, pero solo se consigui¨® localizar el coche y el kayak con el que pretend¨ªan navegar por el embalse. Ambos con se?ales de haber sido manipulados para que desaparecieran bajo sus lodosas aguas. Los investigadores carecen de pruebas para descartar hip¨®tesis, aunque toman fuerza las que apuntar¨ªan a que podr¨ªan haber fallecido a manos de terceros. El de estos dos j¨®venes de la comarca del Maresme es un caso con muchos interrogantes y pocas respuestas.

Marc y Paula, Piua, como la llaman sus amigos, hac¨ªa m¨¢s de dos a?os que sal¨ªan. Seg¨²n sus conocidos, ¨¦l estudiaba para guarda forestal en Santa Coloma de Farners y ella estaba trabajando en una pizzer¨ªa. El jueves 24 de agosto decidieron hacer una excursi¨®n en kayak en Susqueda y, seg¨²n un familiar, regresar el mismo d¨ªa. Una c¨¢mara de la oficina de La Caixa de la Cellera de Ter les grab¨® en el cajero autom¨¢tico y a la hora de comer, entre las dos y las tres horas, entraron en el restaurante La Parada del Pasteral y tomaron unos refrescos. Paula pregunt¨® a Simona Benkov¨¢, su due?a, como se llegaba al pantano, y ella les indic¨® el camino y que estaba a unos diez kil¨®metros.

Desde ese momento, no se ha sabido m¨¢s de ellos. La triangulaci¨®n de sus m¨®viles se pierde tambi¨¦n en esta zona esa misma tarde. Su desaparici¨®n la denunciaron sus familiares en d¨ªas y comisar¨ªas distintos. La primera denuncia la puso la madre de Paula la madrugada del s¨¢bado. La madre y el padre de Marc lo hicieron el s¨¢bado y el domingo, respectivamente. Al saberlo, sus amigos se movilizaron y fueron a preguntar y a llevar carteles con sus fotos por Susqueda. Durante varios d¨ªas permanecieron, a todas horas, en el pantano esperando una respuesta de los equipos de emergencia. Tristes y enrabiados.

El domingo 27 se inici¨® el dispositivo de b¨²squeda que durante una semana rastre¨® sin pausa embalse y alrededores. Sus 470 hect¨¢reas de superficie, en algunas zonas con 100 metros de profundidad y la poca visibilidad dificultaron las tareas. Les buscaron helic¨®pteros, buzos de los Bomberos, los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil, los Agentes Rurales y colectivos conocedores de la zona. Se busc¨® en pozos, cuevas y en cualquier recodo. Al ver la noticia en la prensa, varias personas dijeron a los Mossos haber visto el viernes el kayak semi-hundido. El s¨¢bado, tres motoristas lo acercaron al embarcadero y vieron que estaba rajado por el centro y ten¨ªa tres grandes piedras. La peque?a embarcaci¨®n no se hundi¨® porque el aire subi¨® a las puntas y qued¨® en forma de uve. La polic¨ªa lo localiz¨® el domingo y se lo llev¨® para buscar pruebas.

Al d¨ªa siguiente se encontr¨® el Opel Zafira azul de Paula y el consejero confirm¨® que no hab¨ªa ca¨ªdo accidentalmente al agua. En una especie de playa, en Coll Palomera, hallaron rodadas que entraban al pantano. Los Bomberos dieron con el coche a siete metros de profundidad, volcado y en vertical recostado en una monta?a sumergida. Unas rocas lo pararon. Sino, hubiera desaparecido hasta 33 metros bajo el agua. Se abri¨® el maletero y subieron hasta la superficie ropa sacos de dormir, documentaci¨®n, papeles y comida. Con mucha dificultad, los agentes consiguieron sacarlo del agua y la polic¨ªa cient¨ªfica busc¨® indicios que aportaran luz sobre un caso muy oscuro. Una hora y media de camino intransitable lleva a la zona donde apareci¨®. Los Mossos creen que alguien conocedor de la zona fue all¨ª a deshacerse del coche.

El coche fue el ¨²ltimo hallazgo relacionado con los desaparecidos. Desde entonces no ha trascendido que se haya encontrado ning¨²n otro indicio sobre su presencia. Los investigadores de la Unidad Central de Desaparecidos siguen todas las posibles v¨ªas, por el momento sin ¨¦xito.

El escenario de la desaparici¨®n

Alrededor del pantano hay espacios boscosos y l¨²gubres con un frondoso sotobosque. Acogen desde fiestas ravea mas¨ªas abandonadas ocupadas ilegalmente. Los reci¨¦n llegados suelen pescar en la zona, a pesar de que est¨¢ prohibida la pesca con muerte. Esta pr¨¢ctica y la suciedad que generan algunos de sus practicantes han desencadenado problemas con los vecinos. Este paraje acoge tambi¨¦n un centro de desintoxicaci¨®n y, seg¨²n explican algunos vecinos, alguna que otra plantaci¨®n de marihuana.