El jurado decidir¨¢ si el presunto descuartizador de Majadahonda mat¨® bajo un estado de locura
Los nueve integrantes recibieron ayer las preguntas del objeto del veredicto y comenzaron las deliberaciones
Los nueve componentes del jurado que juzga al supuesto descuartizador de Majadahonda, Bruno H. V., recibieron ayer las preguntas que forman el objeto del veredicto. Tendr¨¢n que responder si el acusado mat¨® a su t¨ªa y a una inquilina entre 2010 y 2015. Dos de las 27 cuestiones se centran en si el procesado actu¨® bajo un estado de locura, lo que anul¨® su capacidad de entender el alcance de sus actos. En caso de que respondan de manera afirmativa, Bruno H. V. ingresar¨ªa en un centro psiqui¨¢trico y no en la c¨¢rcel, al ser inimputable.
La magistrada de la secci¨®n 30 de la Audiencia Provincial Pilar Alhambra P¨¦rez entreg¨® ayer el objeto del veredicto, que incluye las 27 preguntas realizadas por la fiscal del caso. La juez dio las instrucciones a los componentes del jurado y les explic¨® c¨®mo tienen que proceder para que su fallo sea v¨¢lido. Tras las directrices, la magistrada ley¨® las preguntas que afectan directamente a Bruno H. V., mientras el acusado la miraba sin hacer ning¨²n gesto, aparentemente ajeno a lo que ocurr¨ªa.
El objeto del veredicto se divide en cuatro apartados. El primero incluye ¡°los hechos contrarios al acusado¡±. Comienza con la pregunta de si este mat¨® a su t¨ªa Liria H. H. en fecha no determinada despu¨¦s del 13 de abril de 2010. Tambi¨¦n pregunta si el procesado troce¨® y destruy¨® el cuerpo de la v¨ªctima ¡°utilizando para ello la m¨¢quina picadora industrial Brahel modelo P22 que ten¨ªa en el s¨®tano del domicilio propiedad de su t¨ªa¡±. Este se hallaba en el n¨²mero 6 de la calle de Sacedilla, en Majadahonda. La pregunta 8 se refiere a si el acusado mat¨® a su inquilina Adriana Beatriz G. N. la noche del 1 de abril de 2015. La siguiente tambi¨¦n se refiere a si la tritur¨® con la misma picadora.
Al jurado tambi¨¦n se le pregunta si el procesado hizo desaparecer ¡°lo que le hab¨ªa quedado de los cuerpos ocult¨¢ndolos en lugar que se desconoce¡±. Adem¨¢s, tendr¨¢ que determinar si fueron hallados en el domicilio de su padre, en M¨®stoles, el pasaporte, el permiso de conducir, algunas joyas envueltas en un guante de l¨¢tex y las llaves del veh¨ªculo de Adriana Beatriz G. N. Este coche estaba estacionado en las inmediaciones de la vivienda mostole?a.
Adem¨¢s de homicidio, Bruno H. V. est¨¢ acusado de los delitos de estafa, falsedad documental y tenencia il¨ªcita de armas. El primero lo cometi¨®, supuestamente, al fundar el 7 de octubre de 2010 la empresa Obras y Reformas XVXXII y girar sendos recibos el 22 de noviembre de 2010 y el 28 de junio de 2011 por valor de 33.227 euros a la cuenta corriente de su t¨ªa. Dichos cargos fueron abonados en la cuenta que ten¨ªa el supuesto descuartizador en el Banco de Santander.
La fiscal¨ªa y la acusaci¨®n particular tambi¨¦n piden que Bruno H. V. sea condenado por falsedad documental. Presuntamente, simul¨® la firma de su t¨ªa en un documento fechado el 1 de julio de 2013, por el que su familiar le alquilaba el chal¨¦ de la calle de Sacedilla por un periodo de 15 a?os y por un pago de 18.000 euros, que nunca lleg¨® a abonar. Tambi¨¦n simul¨®, supuestamente, la firma de su t¨ªa en otro documento en el que le autorizaba a empadronarse en esa vivienda.
Ca?¨®n y silenciador
Los agentes de la Guardia Civil encargados de la investigaci¨®n hallaron un ca?¨®n de la marca H&K del calibre 45 en poder de Bruno H. V., que carec¨ªa del permiso para poseerlo. Este ca?¨®n es compatible con dos pistolas semiautom¨¢ticas que estaban inutilizadas. Adem¨¢s, le decomisaron un silenciador de la marca Brugget, ¡°apto para ser enroscado en el ca?¨®n y para ser montado en las mencionadas pistolas¡±, seg¨²n el objeto de veredicto. De esta manera, se atenuaba el disparo en caso de ser utilizadas. Tampoco ten¨ªa licencia para tenerlo.
Las preguntas m¨¢s comprometidas y sobre las que incidi¨® de manera insistente la magistrada Pilar Alhambra fueron la 17 y la 18. La primera da por hecho que Bruno H. V. sufre ¡°esquizofrenia paranoide¡±, por lo que estuvo varias veces ingresado entre 2012 y 2014. Lo que se le pide al jurado es que determine si esa enfermedad ¡°anulaba completamente¡± su capacidad de entender y comprender el alcance de sus actos. Si los integrantes del jurado dieran una respuesta afirmativa, el acusado eludir¨ªa la prisi¨®n.
La siguiente reduce la extensi¨®n de la enfermedad y se centra en si esta ¡°limitaba parcialmente, aunque de forma intensa, su capacidad de entender y comprender el alcance de sus actos¡±. En este caso, se podr¨ªa aplicar una eximente incompleta en la condena, con la consiguiente reducci¨®n de prisi¨®n.
El objeto del veredicto pregunta ya abiertamente al jurado en las preguntas 19 a la 25 si Bruno H. V. es culpable de los cuatro delitos de los que ha sido acusado. La bater¨ªa de preguntas se cierra con dos cuestiones recogidas como obligatorias en la Ley del Tribunal del Jurado. Sus componentes deben responder si se le pueden aplicar al acusado los beneficios de la remisi¨®n de la condena, en caso de que concurran los requisitos exigidos por la ley. De esta forma, se deja en suspenso el ingreso en prisi¨®n si no vuelve a delinquir. La ¨²ltima recoge si se estima conveniente proponer al Gobierno central el indulto total o parcial de las penas que se le impongan al acusado.
Retirados a deliberar a un hotel de Madrid
Los nueve miembros del jurado recibieron el objeto de veredicto cerca de la una de la tarde. Se trasladaron a un hotel de la capital, donde permanecer¨¢n aislados y sin comunicaci¨®n con el exterior hasta que alcancen un veredicto. La Ley del Tribunal del Jurado no marca un l¨ªmite temporal para responder a las preguntas. Eso s¨ª, el art¨ªculo 57 permite al presidente del tribunal llamar a sus componentes a una vistilla y solventar junto al resto de las partes personadas las cuestiones que no puedan solucionar ellos mismos.
Todos los miembros del jurado tienen obligaci¨®n de votar a cada una de las preguntas del objeto del veredicto, bajo pena de multa en caso de no hacerlo. Para exculpar al acusado, basta la mayor¨ªa simple (cinco votos sobre cuatro), mientras que para condenar se requiere una mayor¨ªa cualificada (m¨ªnimo de siete votos a favor sobre nueve).
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